Ť Pugnar por un mundo más justo y solidario, mensaje de Felipe de Borbón
Reivindicar la literatura dará la palabra a los perdedores: Grass
Ť El heredero de la Corona española entregó los Príncipe de Asturias a los galardonados
Ť Los recibieron el Nobel alemán, el mexicano Ricardo Miledi y John Glenn, entre otros
Agencias, Madrid, 22 de octubre Ť En Oviedo (Asturias), hoy fue noche de fiesta, pero también de reflexión y solidaridad. Quizá puede pasar como una entrega más del Premio Príncipe de Asturias. Quizá. Pero la versión de este año del prestigiado galardón quedará inscrita en los anales del tiempo, por los llamados en favor de la literatura, el conocimiento de la historia, la cooperación mundial y la paz, que en voz del escritor Günter Grass y el astronauta John Glenn, adquirieron profundos y significativos matices.
En ambos personajes recayó la responsabilidad de pronunciar los discursos de agradecimiento a nombre de los premiados, entre los que se encontraron, además de ellos, el neurobiólogo mexicano Ricardo Miledi, el cirujano español Enrique Moreno, el instituto colombiano Caro y Cuervo y la ex tenista alemana Steffi Graf.
Celebrada en el Teatro Campoamor, en Oviedo, la emotiva ceremonia contó con la presencia de la reina Sofía, el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Igor Ivanov, entre otros personajes.
El acto fue aprovechado por el príncipe Felipe de Borbón para enviar un mensaje de solidaridad al pueblo de México, país recientemente azotado por violentas lluvias e inundaciones que dejaron como saldo centenares de muertes y miles de damnificados, así como cuantiosas pérdidas materiales.
Luego de que los premiados de esta 19 versión del Príncipe de Asturias recogieron sus galardones, de acuerdo con el orden en que fueron fallados, Günter Grass, en su discurso de aceptación, hizo un llamado en favor del conocimiento de la historia y reivindicó el papel de la literatura en esa tarea, porque, dijo, ofrece testimonio de mayor profundidad y ''da la palabra a los perdedores".
El libro vencerá al Internet
Laureado por combinar en su narrativa el elemento artístico y las aspiraciones de justicia social, el novelista alemán compartió su certeza sobre la perdurabilidad eterna de la literatura, no obstante los tiempos de acelerado avance tecnológico.
En ese sentido, afirmó que ni las computadoras ni la Internet podrán desplazar al libro, e incluso vaticinó que en un futuro habrá lectores para los cuales ese instrumento de conocimiento será un medio de subversión.
''Veo ya niños, hartos de televisión y aburridos de juegos informáticos, que se aíslan con un libro y se abandonan a la atracción de la historia narrada, se imaginan más de cien páginas y leen algo muy distinto de lo que aparece en letras de imprenta", dijo.
Tras enfatizar que ''no hay espectáculo más hermoso que la mirada de un niño que lee", el hacedor de El tambor de hojalata y Mi siglo manifestó su seguridad de que si un día la especie humana se aniquila a sí misma ''será el libro el que tenga la última palabra, aunque sólo sea en forma de octavilla".
Günter Grass ųreconocido también este año con el premio Nobel de Literaturaų hizo un breve repaso de su trayectoria literaria y del devenir alemán y español. Sostuvo que cuando la historia ''zozobra de una forma catastrófica, el capitalismo se desvanece en una irracionalidad mundial; cuando sólo la bolsa tiene sentido, la literatura se cotiza mucho".
Acerca de los premiados, el autor sostuvo que ''somos, por así decirlo, las luces de cola de un periodo horrible, todavía hoy aferrado a dogmas", y consideró que no pueden escapar de una historia que ''nos convierte en rumiantes".
Con esa dureza directa y cáustica que caracteriza a su discurso, aseguró que ''todo lo que, mal digerido, producimos seguirá interponiéndose en el camino de la generación actual y de la futura, 'excremento' en cuya costra seca se podrá leer".
Con una fuerte ovación por parte del resto de los galardonados y de las más de mil 600 personas que llenaron el Teatro Campoamor, concluyó la participación de Grass, quien fue premiado con el Príncipe de Asturias en el área de Letras.
Imaginación para avizorar otro siglo
John Glenn destacó a su vez que la exploración del espacio se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de la cooperación mundial en beneficio de la humanidad, y afirmó que ''los días de la guerra fría ya pasaron a la historia".
Reconocido con el premio de Cooperación internacional, junto con tres tripulantes más del transbordador Discovery (el japonés Chiaki Mukai, el español Pedro Duque y el ruso Valeri Polyakoy), el astronauta estadunidense citó el acoplamiento de los primeros módulos rusos y estadunidenses que darán lugar a la futura estación espacial internacional, a la que calificó como el ''mayor proyecto de ingeniería internacional de la historia".
Después de recordar que este siglo comenzó con el primer vuelo de un avión, asentó que tras la llegada del hombre a la Luna ''sólo nuestra imaginación nos permite prever lo que sucederá en los próximos cien años".
Previo a pronunciar el discurso con el que culminó la ceremonia, el príncipe Felipe de Borbón ųhijo de los reyes Juan Carlos y Sofíaų entregó los premios, dotados de 5 millones de pesetas (33 mil 300 dólares) y una escultura de Joan Miró, al británico Raymond Carr (Ciencias Sociales), al Instituto colombiano Caro y Cuervo (Comunicación y humanidades), Cáritas Española (Concordia), Steffi Graf (Deportes), Santiago Calatrava (Artes) y Ricardo Miledi y Enrique Moreno (Investigación científica y técnica).
Especial recuerdo para México
El heredero de la Corona española, ya en las palabras de clausura, se refirió al lamentable momento que vive la nación mexicana, azotada por catastróficos meteoros: ''El galardón a Ricardo Miledi me brinda la oportunidad de dedicar hoy un especial recuerdo a México, país tan querido por nosotros, donde las violentas inundaciones que ahí se acaban de producir han dejado un doloroso rastro de centenares de muertos y miles de damnificados, además de inumerables pérdidas materiales.
''Hacemos nuestro el sufrimiento del pueblo mexicano, desde la confianza en una pronta restauración por los daños causados."
En cuanto al científico mexicano, Felipe de Borbón comentó que ''muchos de sus descubrimientos, especialmente los relacionados con los mecanismos de contacto entre las células nerviosas, son considerados ya clásicos en el mundo científico", y destacó que ''también lo son los que ha hecho sobre la respuesta y afectación del sistema nervioso por los fármacos y las sustancias tóxicas".
Y abundó: ''Nos parece muy reveladora su idea de que la comunicación neuronal esté en la base de todas las funciones del cerebro, como las de pensar y amar", pues con esto ''se crea una provechosa y conmovedora relación entre los avances científicos y los comportamientos humanos, en los que felizmente se está profundizando y avanzando cada día".
Ya en otro rubro, Felipe de Borbón abogó por un mundo más justo y solidario, y enfatizó que la labor esencial del ser humano en el venidero milenio deber ser precisamente trabajar para conseguir ese propósito.
Recalcó que éste es el siglo en el que ''hemos ahondado las diferencias entre ricos y pobres, entre dominadores y dominados, dejando a gran parte de la humanidad condenada a la injusticia y la miseria".
Ante tal panorama es necesario, dijo, ''fortalecer la idea de que existe una sola humanidad y muchas identidades en las que todos en la Tierra debemos ser iguales en dignidad, derechos y deberes".
Considerados el equivalente hispano de los Nobel, los premios Príncipe de Asturias vivieron este viernes, en Oviedo, una velada en la que imperó el discurso en favor de despertar del aletargamiento de una cotidianidad que nos devora.
Pareciera que fue una entrega más, sin embargo, no fue así.