Ť Logró llegar a ese poblado, tras dos intentos fallidos por el mal tiempo


Zacapoaxtla "está terrible", admite Zedillo

Ť "šQueremos agua!", le gritaron al terminar su recorrido por el principal centro de acopio

Rosa Elvira Vargas, enviada, Zacapoaxtla, Pue., 22 de octubre Ť Los zacapoaxtlas ya se habían quedado esperando dos veces al presidente Ernesto Zedillo, para contarle sus penurias por las lluvias de principios de mes. En ambas ocasiones el mal tiempo impidió el arribo del primer mandatario, pero hoy sí pudo llegar porque el día lució brillante, soleado.

Sin embargo, los ánimos aquí ųno obstante que mucho se ha avanzado para recuperar la carretera interserrana-- están aún bastante exaltados: "šqueremos agua, queremos agua!'', fue el grito unánime al término del recorrido por el principal centro de acopio en esta población.

A fin de constatar que los arreglos provisionales en esa importante vía de la Sierra Norte de Puebla ya permiten el paso de víveres y asistencia diversa para las comunidades, el presidente Zedillo recorrió hoy esa ruta entre Cuetzalán y Xochitlán, y aunque el esfuerzo para habilitarla no ha sido menor, y de eso dan cuenta los grandes "parches'' tendidos en diversos tramos, el propio mandatario debió concluir que todavía "está terrible''.

Y es que lo mucho que falta por reparar puede percibirse desde el aire. El desgajamiento de cerros y la ruptura del pavimento hacen que esa vía, por lo regular difícil, resulte intransitable y mantenga todavía incomunicadas a un importante número de comunidades.

Relatos que estrujan

"Presidente, ayude nuestra carretera, está muy deshecha'', le pide un hombre viejo en Xochitlán. Zedillo insiste en que se trabaja para resolver el problema, mientras inquiere a otro sobre su lugar de procedencia. "ƑDe dónde es usted, mi amigo?''. "De Ojutla'', responde aquél. "ƑEstán aislados?'', se interesa el mandatario. "Sí'', contesta el campesino. "Bueno, estamos trabajando; todos los días se abren más pasos. Ordené desde el lunes que metiéramos más maquinaria y ha dado resultado'', comenta el Ejecutivo.

Como ése, decenas de diálogos sostiene el mandatario durante el recorrido. Sin embargo, otros estrujan, como el de las indígenas de Zongozotla, que son enviadas con el propósito de recuperar víveres para su gente y para ello caminan cinco horas sólo para llegar a Xochitlán. De ahí, con su costal de plástico al hombro, regresan a su tierra para ver cuánto tiempo les durarán las despensas y entonces, volver a desandar el camino.

Todavía hasta ese lugar no se puede llegar, admite el gobernador Melquiades Morales, mientras las mujeres, a su reclamo de apoyo por alimentos ("porque es muy poco lo que nos han dado''), añaden que "la clínica se nos partió en dos''. Y es que no se trata de un lugar perdido por ahí. Ellas mismas informan que la situación es crítica, pues viven en Zongozotla unas 7 mil personas y precisan que "es un municipio''.

El Presidente dispone ahí mismo el envío de una brigada para el lugar.

Otro hombre interviene para pedir que disponga lo necesario para evitar que la "gente de la tercera edad'' se vea obligada a llegar por su propio pie hasta los centros de acopio a recoger su alimentación. "Ya no pueden caminar; están muy cansados''.

Pasos más adelante, con la timidez y a sabiendas que ha desafiado órdenes contrarias, otra mujer se acerca al mandatario para decirle que entregó al secretario de Gobernación (no precisa de dónde) un papel dirigido al Presidente, pero que teme que no se lo entreguen.

"Lo voy a ver, me lo va a dar, no se preocupe'', la consuela Zedillo.

"Es que ellos dicen que no quiere; es que me está deteniendo un secretario, que yo no le dé ese papel'', musita ella.

"Me lo va a dar él a mí, no se preocupe'', le responde el mandatario.

Carretera, es pues, la constante de los reclamos. Y lo mismo sigue ocurriendo con la comida. Las viviendas se mantienen también como una de las demandas centrales. Por ello, muchas mujeres lloran. No logran controlar su congoja cuando relatan su pérdida.

De nuevo una mujer pide a Melquiades Morales que cuando los víveres lleguen, "que sean entregados al momento, porque...''

Zedillo la interrumpe: "es que esos víveres no son nada más para Xochitlán. Son para muchos otros lugares; lo que hay aquí se tiene que compartir con otros municipios y con otros pueblos que están aislados. No podemos repartir todo a la gente de aquí''.

Ella no se arredra y le responde: "claro, claro, pero lo que sea para Xochitlán que sea así y los víveres o el 'paquetito' que se repartan en general, porque ahora ricos y pobres estamos viviendo esta crisis, ese problema. Entonces, que se reparta uniformemente. Eso le pido de favor en nombre de las mujeres xochitecas''.

Desde la llegada del jefe del Ejecutivo a ese municipio, la determinación de sus habitantes resultó patente, pues niños y maestros de la primaria Vicente Suárez salieron a la carretera para esperar el convoy presidencial, y con carteles denunciar: "no tenemos escuela'', "queremos edificio escolar''.

Menos comunidades aisladas

De aquí, Zedillo se trasladó hasta Zacapoaxtla. En una entrevista para la televisión, el mandatario subraya que en esta zona todos los días hay restablecimiento de los pasos carreteros en la Sierra Norte, "y con eso quedan menos comunidades aisladas''.

"Hoy, añade, he encontrado una situación sustancialmente distinta a la que vi hace algunos días, pero todavía es un escenario delicado para una parte importante de la población de las comunidades aisladas''. Refirió entonces el caso de Cuetzalán, donde hace una semana la gente se veía angustiada, "y ya las cosas han cambiado radicalmente''.

Como último punto, el Ejecutivo llegó a Oriental, donde el titular de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, da cuenta de la entrega de 300 semovientes ųentre caballos y mulasų para la gente de la sierra y poder de ese modo auxiliarse en el transporte. Se trata de bestias procedentes del criadero militar ubicado en Santa Gertrudis, Chihuahua.

Luego de saludar a la gente que se reunió en el llano donde se entregaron los animales, Zedillo se interesa por ver de cerca las mulas. Allí, caminando junto al general Cervantes, comenta que "yo conozco de otras; conozco de las que andan en dos patas''.