n Murillo Karam se compromete a investigar el caso
Mi hijo fue secuestrado por un grupo estatal: Antonio Martínez
Andrea Becerril n El subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, Jesús Murillo Karam, recibió ayer al profesor Antonio Martínez Torres, padre del joven parista secuestrado y localizado la madrugada de ayer y ante quien se comprometió a investigar los hechos.
Después del encuentro, Martínez Torres informó que hizo notar al funcionario que su hijo, Ricardo Martínez Martínez, fue secuestrado por personas "que no son improvisadas, sino que saben su oficio". Ello quiere decir, explicó, "que deben estar vinculados con algún grupo del Estado".
Precisó que su hijo llegó golpeado y en un estado emocional crítico, porque sus secuestradores lo amenazaron de que podría haber represalias contra su familia, en particular en el caso de su hermana, que estudia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
Martínez Torres explicó a los reporteros que todo ello se lo hizo notar al subsecretario Murillo Karam, a quien le recalcó que las horas que su hijo estuvo retenido por sus captores fue mantenido con los ojos vendados y en dos ocasiones lo interrogaron. "Lo obligaron también a que hiciera ejercicios agotadores, sentadillas, cuclillas" y le preguntaron en todo momento sobre el paro en la universidad.
"Quiero enfatizar que el interrogatorio giró en torno al paro universitario", agregó. Hizo notar que no pedirá a su hijo que deje de participar en el movimiento estudiantil. "A mí lo que me preocupa es la situación de Ricardo, pero también lo que le pueda ocurrir a otros muchachos".
Declaró que no ha decidido todavía si pedirá algún tipo de protección policiaca para su hijo. "Necesitamos reflexionar, porque todo lo que ha pasado ha sido muy rápido y tenemos que hacer una valoración. Quiero decirles que soy maestro universitario y me duele lo que está pasando en la UNAM, porque el conflicto, que lleva ya seis meses, pudo haberse solucionado en 15 días si hubiera habido una actitud abierta de las autoridades".
Informó después que Murillo Karam le ofreció continuar con las investigaciones y dar todas las facilidades para que el caso se resuelva. "Esperemos que cumpla", concluyó.
n En una carta relata los pormenores de su secuestro
Estuve en manos de profesionales de la violencia: Ricardo Martínez
n Califica el plagio como un "grave episodio de violación de derechos humanos" n Se trató de una
operación de corte policiaco, sostiene n Fue una provocación al CGH para deteriorar su imagen, dice
Roberto Garduño y Elia Baltazar n Ricardo Martínez, quien fue víctima del plagio que generó una amplia movilización de estudiantes del Consejo General de Huelga en distintos puntos de la ciudad de México, calificó el secuestro como "un grave episodio de violación de derechos humanos, de corte policiaco, con intención de amenazare e intimidarme; y al CGH buscaba provocarlo para que deteriore su imagen ante la opinión pública".
En el auditorio Che Guevara de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, decenas de estudiantes, profesores, padres de familia y reporteros esperaron al alumno Ricardo Martínez, pues se había anunciado que a las 17 horas de ayer ofrecería una conferencia de prensa. Una hora después llegó al lugar el padre de éste, Antonio Martínez, quien se disculpó por la ausencia de su hijo, debido a que éste no se encontraba en condiciones físicas y emocionales para acudir al llamado.
El padre del alumno que fue secuestrado, profesor de nivel bachillerato en la UNAM, portaba un documento de tres cuartillas que su hijo elaboró en casa. Primero agradeció a la representación estudiantil, "a todos los grupos y a todas las corrientes" la solidaridad para con su hijo. Instantes después dio lectura a la carta de Ricardo:
Relato de las horas de miedo
"Lamento no poder estar personalmente con ustedes, espero que comprendan que no me encuentro en condiciones ni anímicas ni físicas para hacerlo, pues además de golpeado y torturado, pasé casi toda la noche declarando ante el Ministerio Público. La experiencia que he sufrido es un grave episodio de violación de derechos humanos y lo consideró como un grave hecho de corte policiaco que llevaba la intención de amenazarme e intimidarme a mí en lo personal; y al CGH buscaba provocarlo para que deteriore su imagen ante la opinión pública y desvíe su atención de la exigencia de solución a las demandas del movimiento".
El estudiante además informó que se someterá a una valoración física, médica y psicológica para reincorporarse después a sus actividades políticas y académicas.
Contrario a la versión de que fue plagiado a bordo de un vehículo compacto, Ricardo Martínez explicó que fue sacado violentamente de un autobús a la altura de las avenidas Montevideo y Vallejo, y que sus captores lo subieron "a un auto grande en el cual me tiraron al piso de la parte posterior".
Después recordó que le vendaron los ojos y fue conducido a un lugar "que no puedo identificar". El relato de Ricardo refiere que fue interrogado dos veces: "La primera, con violencia física y amenazas psicológicas de incluir en este tipo de maltratos a integrantes de mi familia; y la segunda, sin violencia física, pero igualmente intimidatoria. Estuve en manos de profesionales de la violencia".
Según el estudiante, los secuestradores dijeron ser antiparistas, pero las preguntas que le hicieron sobre el movimiento estudiantil y "de personajes muy conocidos en el CGH, puedo decir que no tenían ninguna profundidad ni consistencia y que se referían a generalidades... por eso concluyo que no buscaban información".
Vendado de los ojos, Ricardo permaneció hasta la noche del jueves pasado, cuando lo metieron a una camioneta en la que recorrieron varias calles hasta dejarlo en un lugar que dice no ha podido identificar; desde ese sitio tomó un taxi que lo llevó a la calzada Vallejo y desde un restaurante Vip's llamó por teléfono a su casa, para informar a su familia que ya había sido liberado.
"A ese restaurante llegó una patrulla de la policía del DF con uno de mis hermanos, que me recogió del lugar y que a pesar que pedí que nos llevaran a mi casa, nos traslado directamente a la agencia 50 del Ministerio Público. Al poco rato llegó mi papá y de nuevo nos negamos a declarar, pero luego de una discusión áspera aceptamos y me tuvieron así durante más de cuatro horas seguidas. Por esas razones al final me rehusé a firmar mi declaración, pues estaba física y mentalmente agotado".
El integrante del CGH y alumno de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales recordó que su secuestro tuvo lugar cuando "estábamos todavía con la herida fresca de la agresión policiaca sufrida frente a Televisa. Con este clima, lo más grave que se comienza a difundir por todos los medios es que el conflicto se puede alargar hasta principios del próximo año, lo que significa que la escalada represiva y de provocaciones puede extenderse y multiplicarse aún más, sumando nuevas agresiones contra compañeros de base o representantes de escuelas".
Ricardo Martínez pidió a sus compañeros que fortalezcan la unidad interna, hagan a un lado los sectarismos y se reagrupen en las escuelas, para que las asambleas sean más representativas. "Tenemos que desarrollar acciones imaginativas que mejoren la imagen externa del movimiento, ya que el gobierno seguirá empeñado en deteriorarla con un uso doloso de los medios de comunicación".
Al concluir la lectura de la carta de su hijo, Antonio Martínez recordó las amenazas formuladas a Ricardo: "Pinche guerrillerito; šya levanten la huelga!; ya estuvo Ƒno?; quieres que tu hermana esté en la misma condición que tú".
Al maestro universitario se le quebró la voz mientras leía el testimonio de su primogénito. Pero también con indignación recordó que el suceso fue una acción policiaca, pues torturaron a su hijo, le echaron agua gasificada en las fosas nasales, le golpearon los tobillos y fue golpeado en los costados del cuerpo. "Por eso es que está muy indispuesto y no pudo venir", argumentó.
Por su parte, la Coordinadora Estudiantil hizo un llamado "a todos los universitarios para que exijamos con movilizaciones coherentes el esclarecimiento de estos actos de represión". Pero también rechazó que el secuestro de Ricardo Martínez sea utilizado "como pretexto para realizar acciones contundentes como la toma de DGSCA, que lo único que propiciaría es que el gobierno federal dé una salida unilateral al conflicto utilizando aún más la vía de la represión".
También profesores de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales demandaron al gobierno federal que realice las investigaciones "responsables, rápidas e imparciales para castigar a los culpables por el secuestro".
Declaración ante el MP
Por otra parte, fuentes cercanas a la investigación informaron que Ricardo dijo haber sido amenazado por los sujetos que lo mantuvieron privado de su libertad. Durante su declaración, trascendió, el estudiante secuestrado explicó que sus captores lo obligaron a abordar un automóvil grande, cuyas características no corresponden a las del Golf negro que supestamente había sido utilizado para trasladarlo al sitio donde lo retuvieron. Ahí lo tendieron en el piso del auto, le vendaron los ojos. Hasta el momento, sin embargo, se ignora la media filiación de sus presuntos secuestradores. Al parecer fue conducido a una casa donde lo obligaron a beber una sustancia que lo hizo perder el conocimiento o por lo menos lo adormiló. Mientras lo golpeaban, le advertían que la huelga tenía que terminar y que ya no se metiera en problemas.
De acuerdo con la declaración de Ricardo, no tardó más de cinco minutos su traslado desde el lugar en que lo mantuvieron retenido hasta donde lo liberaron.
Posteriormente llamó a sus padres, aproximadamente a las 23:20 horas. Los familiares, a su vez, reportaron su llamada a las autoridades de la Procuraduría capitalina, que envió a un grupo de agentes judiciales para que lo trasladaran a la agencia del MP.
En un comunicado de prensa, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal informó que se han llevado a cabo diversas diligencias para investigar el secuestro de Ricardo.
Entre las diligencias desarrolladas está la inspección ocular en el lugar de los hechos, la toma de declaración de más de una decena de testigos y una acción pericial en fotografía.
La dependencia exhortó a los ciudadanos que hayan sido testigos del secuestro de Ricardo, ocurrido en la esquina de Vallejo y Montevideo, a aportar datos a la averiguación previa 50/134/99-50. La dependencia ofreció que la información aportada será confidencial y puso a disposición el número 061 para tales fines.