n Reitera su negativa a aplicar la fuerza del Estado para acabar con la huelga
Debió prevalecer la conciliación antes del paro: Zedillo
Georgina Saldierna n El daño que una "minoría intransigente" le ha causado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) sería mucho menor si el resto de los universitarios hubiesen conciliado, desde tiempo atrás, las distintas propuestas, visiones e intereses que existen, para beneficio de la institución, estableció ayer el presidente Ernesto Zedillo.
Y consideró que son equivocadas aquellas opiniones que atribuyen la permanencia del problema universitario a que no se ha aplicado la "fuerza del Estado" para controlar a los radicales del movimiento estudiantil.
Durante la ceremonia conmemorativa del Día del Médico, el Ejecutivo volvió a referirse al conflicto de la UNAM. Consideró irrefutablemente cierto que un grupo minoritario, en relación con el total de la comunidad universitaria, ha causado un gravísimo daño a la UNAM con sus actitudes intransigentes y violentas.
"La pregunta que debe hacerse es: Ƒpor qué ha sido esto posible? Algunos piensan que ello ha ocurrido, simplemente, porque a la minoría intransigente no se le ha controlado con la fuerza del Estado.
"Frente a esta respetable, pero desde mi punto de vista, equivocada opinión, cabría reflexionar si el daño que la minoría intransigente ha causado a la universidad hubiese sido posible de haberse logrado el diálogo y el acuerdo entre quienes representan al resto de la comunidad universitaria", cuestionó.
Ante los ex rectores Guillermo Soberón Acevedo y Octavio Rivero Serrano -quienes junto a su homólogo José Sarukhán se opusieron a la realización del congreso resolutivo que demandan los paristas-, el Presidente señaló que la comunidad universitaria no se divide únicamente entre los intransigentes y los demás.
"En el resto de los universitarios hay distintas propuestas, visiones e incluso intereses" que de tiempo atrás debieron ser conciliadas en beneficio de la universidad mediante el diálogo y el acuerdo, puntualizó.
Zedillo pidió entonces reconocer que en esa parte de la comunidad universitaria -que es casi la totalidad- ha existido y existe un conflicto que hubiese podido resolverse y podrá resolverse mediante la tolerancia y el acuerdo a favor de la UNAM.
Con ese acuerdo estimó que el peso de los más radicales en la casa de estudios será muy distinto, y "su actitud y violencia dejará de ser más un problema universitario que de otros ámbitos de la vida del país".
Insistió en que con esa negociación, posiblemente la cerrazón de los jóvenes cederá ante la razón de la universidad pública, las reglas de la convivencia democrática y la razón de México.
A seis meses del paro estudiantil, consideró que los intransigentes se quieren excluir de la solución del problema universitario, por lo que toca, al resto de la comunidad, asumir la responsabilidad que les corresponde en la resolución del conflicto, el cual, "repito, no es únicamente entre un pequeño grupo y el resto de los universitarios", subrayó.
Durante la ceremonia, Zedillo Ponce de León entregó el Reconocimiento al Mérito Médico 1999 al doctor Guillermo Soberón Acevedo.
El encargado de presentar la semblanza del galardonado fue el ex rector Octavio Rivero Serrano, quien resaltó que la universidad pública puede seguir ofreciendo mucho al país, a condición de que mantenga y mejore su organización de corte académico, y que el ingreso y la permanencia en ella se obtenga por mérito académicos.
La universidad asambleísta y populista ha sido probada años atrás y no sólo probada, sino reprobada en el más amplio sentido del término, abundó.
En entrevista, Rivero Serrano consideró que la aplicación de la ley no significa necesariamente violencia. Se pueden llegar a realizar acciones jurídicas como las que en este momento está pidiendo el rector Francisco Barnés, manifestó.
También señaló que el incremento de las cuotas fue un pretexto para crear problemas en la universidad. Tan es así, que cuando se quito la obligatoriedad de las colegiaturas, persistió el conflicto, señaló.
De acuerdo con el ex rector, el principal motivo del grupo que mantiene secuestrada a la universidad es crear un problema. Ellos no van a resolverlo, porque lo que quieren es precisamente crearlo, dijo.