Juan Moreno Pérez
El Fobaproa y el PAN
La información recientemente dada a conocer respecto a que varios connotados miembros del Partido Acción Nacional (PAN), como Vicente Fox y Carlos Medina Plascencia, son beneficiarios del Fobaproa, viene a aclarar por qué ese partido ha actuado como cómplice del gobierno en la tarea de consumar ese gran atentado contra la economía del pueblo de México. Mediante esa complicidad, el PAN ha llegado al extremo de oponerse a que la población conozca siquiera los nombres de los beneficiarios de ese gran fraude, entre los que se encuentran, como ahora se sabe con certeza, algunos destacados panistas.
Como se puede recordar, a partir de que el presidente Zedillo propuso que 552.3 mil millones de pesos de pasivos del Fobaproa fueran convertidos en deuda pública oficial, se inició un gran debate nacional sobre el tema. El PRD, mediante un documento publicado el 15 de julio de 1998, presentó un análisis sobre lo sucedido y propuso que se hiciera una revisión y depuración a fondo de esos pasivos antes de pretender transformarlos en deuda de todos los mexicanos.
El PAN fijó su postura el 20 de agosto del año pasado, afirmando ''categóricamente que los créditos otorgados de manera fraudulenta y vendidos posteriormente al Fobaproa no deben ser pagados por el pueblo de México''. Sin embargo, esta postura se fue modificando durante los siguientes meses, mientras algunos dirigentes de ese partido ''negociaban'' con funcionarios del gobierno federal. En diciembre de 1998, la posición del PAN se convirtió en abierta complicidad con el gobierno, votando en la Cámara de Diputados la ley del IPAB, que legalizaba ese inmenso despojo.
La única esperanza de que el fraude no se consumara totalmente quedó entonces en las manos del consultor canadiense Michael Mackey, a quien se encargó efectuar una auditoría a las operaciones del Fobaproa. Sin embargo, esa auditoria no se pudo concluir de manera satisfactoria debido a la negativa de las autoridades a proporcionarle toda la información que requería. Aún así, Mackey entregó en julio un reporte sobre lo que había podido revisar, e incluyó una serie de recomendaciones.
En el informe de Mackey se agregó un interesante apartado denominado Transacciones reportables, donde se registraron créditos irregulares enviados al Fobaproa por un monto de 72.7 mil millones de pesos. Esas operaciones se dividieron en tres partes: 24.7 mil millones de créditos que fueron aceptados por el Fobaproa, modificando las reglas que se tenían originalmente; 42 mil millones de autopréstamos de los banqueros o créditos a gente relacionada con ellos, y 6 mil millones de créditos ya sujetos a investigación por las autoridades.
Aunque el reporte original de Mackey incluía una lista completa de los créditos clasificados como ''reportables'', la versión dada a la publicidad sólo incluyó un cuadro resumen. Ante la insistencia de los legisladores del PRD y de otros partidos para que se diera a conocer el detalle de lo encontrado, finalmente se entregó en septiembre la lista de los 2 mil 407 créditos señalados como ''reportables'', los cuales fueron identificados con un número, quedando en secreto los nombres de los beneficiarios. Entonces, el PRD exigió la publicación de los nombres, a lo que se ha negado de manera persistente el PAN.
La revisión de las operaciones ''reportables'' arroja algunos datos muy interesantes. A primera vista, el monto de los 73.8 mil millones de pesos (los 72.7 mil millones del cuadro resumen fueron una cifra redondeada) dividido entre los 2 mil 407 prestatarios da un promedio de 30.6 millones de pesos por crédito. Sin embargo, si los datos se agrupan por montos, se encuentra que 52.9 mil millones (71.8 por ciento del total) están repartidos entre sólo 114 acreditados. Aún más: si se separan los 20 créditos más grandes, alcanzan un monto de 33 mil millones de pesos, casi la mitad de los citados créditos.
Según Mackey, estos créditos pueden implicar un enorme costo para la población, ya que su recuperación es dudosa, pues se otorgaron de manera complaciente, sin las garantías adecuadas. Un caso ejemplificador de lo que puede pasar con esos créditos es lo sucedido con los préstamos otorgados a la familia de Vicente Fox. Según Enrique Vilatela, director general de Bancomext (ver Milenio del 11 de octubre), de 3.1 millones de dólares prestados a los Fox, sólo se van a poder recuperar 440 mil, es decir, 14 por ciento. La parte no pagada por la familia Fox y que será cargada a la población asciende a casi 2.7 millones de dólares. Ese dinero, obtenido abusivamente por los Fox, representa el salario mínimo de 2 mil 266 trabajadores durante todo un año o el costo de un buen número de televisivos.
Entre los 20 mayores créditos presentados entre las operaciones ''reportables'' descubiertas por Mackey se incluye, por ejemplo, uno por 8 mil 176.3 millones de pesos, otorgado por Banca Confía (identificado con el número 3295), al cual se clasifica como ''relacionado'', es decir, autopréstamo o concedido a una empresa vinculada directamente con los accionistas del banco. Este préstamo no está incluido entre los que están sujetos a investigación por las autoridades. ƑQuién es el beneficiario de este crédito? La pregunta es legítima, ya que se le puede terminar dando un tratamiento similar a los préstamos otorgados a la familia Fox.
Para que se conozcan los nombres de los beneficiarios del Fobaproa identificados por Mackey es suficiente que la mayoría de los diputados voten a favor de ello, como lo ha propuesto el PRD. Los votos unificados de los diputados de PRD y PAN bastarían para ello. Sin embargo, lo más probable es que esa lista se siga manteniendo en secreto, ocultando las identidades de muchas personas, entre las cuales probablemente se encuentran otros famosos panistas.