Por lo menos hay 6 millones de alcohólicos en México


La última y nos vamos

Fabiola Martínez n En México existen por lo menos 6 millones de personas que padecen alcoholismo, fenómeno que continúa en primer lugar en materia de adicciones, por arriba del tabaquismo o el consumo de mariguana, cocaína y otras drogas.

De acuerdo con las últimas cifras disponibles en el Consejo Nacional contra las Adicciones (Conadic), 66.6 por ciento de la población en nuestro país ha ingerido alcohol por lo menos una vez en su vida.

Las estimaciones anteriores corresponden a una encuesta publicada en 1994 y al final de este año se dará a conocer el reporte correspondiente a 1998. Sin embargo, como explica Patricia del Olmo, subdirectora de Programas del Conadic, " la tendencia ascendente continúa y es muy probable que en el siguiente informe nos encontremos con índices similares e incluso con un mayor número de casos".

El alcoholismo en México está directamente relacionado con desintegración y violencia intrafamiliar, suicidios, desempleo, accidentes viales y homicidios.

Según informes oficiales, 28 por ciento de los suicidios estuvo relacionado con el consumo de alcohol; una proporción similar se observó en los homicidios y 10.6 por ciento en accidentes viales.

Diversos parámetros internacionales han establecido que un alcohólico es aquella persona que no puede controlar su manera de beber y que rebasa la ingesta de cuatro copas "por ocasión". Una persona con problemas de "alto consumo" busca invariablemente la embriaguez en cada oportunidad de beber.

A nivel nacional, el consumo individual de alcohol es de 3.33 litros al año, en promedio. De una población de poco más de 90 millones registrada en 1993, 9.3 por ciento estaría formada por alcohólicos, quienes requieren de tratamientos integrales de carácter médico, psicológico y de ayuda emocional ante esta enfermedad incurable, progresiva y mortal.

Respecto del caso de las mujeres, la encuesta del Conadic precisa que hay una bebedora por cada 11 hombres. Sin embargo, esta cifra se acerca poco a la realidad debido a que este sector reconoce con mayor dificultad este problema y, por lo tanto, se resiste a buscar ayuda. La mujer es "doblemente estigmatizada", es decir, se le critica por su manera de beber y por su condición de mujer.

"Aquí hay más probabilidades de evadir el problema porque enseguida se le ubica como de lo peor o como una perdida", agrega Del Olmo. A pesar de ello, los reportes de 1998 revelan que en los últimos años se ha incrementado el número de mujeres que se sujeta a algún tratamiento contra la adicción.

También es necesario que los programas y acciones de ayuda mutua se enfoquen a jóvenes escolares de nivel medio y medio superior, porque en la encuesta aplicada 24 por ciento de ellos reconoció haber ingerido alcohol.

Ayer se realizó, en la ciudad de México, el tercer Foro Internacional sobre Alcoholismo, organizado por la Central Mexicana de Servicios General de Alcohólicos Anónimos. Esta opción, fundada en nuestro país en la década de los cuarenta, da servicio mutuo a 11 mil grupos.

"El temor es el motivo de todas las represiones; el temor a la culpa, el temor a ser descubierto, de ser humillado, de perderlo todo; es tremendamente dañino y lo que entonces se requiere es encontrar el objeto que espanta y, como Alcohólicos Anónimos lo señala, sacarlo a plena luz y encararlo", dice un integrante del grupo.

Todos las personas que han establecido vínculos de solidaridad y ayuda mutua por esta vía se reunirán el próximo mes en convención nacional, que se realizará en Mazatlán, Sinaloa, una de las cunas de este movimiento en México.

Ahí refrendarán su premisa: "Admitimos que éramos impotentes ante el alcohol y que nuestras vidas se habían vuelto ingobernables".