Liberación sexual y derecho a la vida, según la Iglesia
De aborto, perros y astronautas
Alma E. Muñoz * Los mexicanos entraron en una etapa de liberación sexual en la que la búsqueda para satisfacer el deseo carnal se equipara al comportamiento de animales, opinaron ayer representantes de la Iglesia católica.
En el congreso El llamado de Guadalupe, la jerarquía católica, en voz del obispo de Cuernavaca, Luis Reynoso, reiteró que no hay una justificación por parte de grupos feministas para tratar de legitimar el aborto: "De la unión de un espermatozoide y un óvulo resulta un hombre, no un perro ni un gato", y por este principio de identidad el desarrollo del embrión debe defenderse.
Junto con el vicepresidente de la Pontificia Academia para la Vida, Elio Sgreccia, el prelado mexicano insistió en que corresponde a los padres de familia influir en los procesos educativos y no permitir al Estado marcar la pauta para instruir sobre sexualidad.
Al respecto, Elio Sgreccia recordó que en 1993 el Pontificio Consejo para la Familia publicó un documento dirigido a los mentores, a fin de ayudarles a brindar una sana educación sexual al interior de su núcleo social y "colaborar y controlar la educación que se imparte en las escuelas públicas".
Para este religioso, el aspecto ético debe prevalecer por encima de los preceptos jurídicos y se debe impedir la legitimación de abortos, porque el embrión humano tiene la dignidad y el valor para ser protegido como una persona adulta y, por lo tanto, tiene derecho a nacer sin importar cómo se dio su proceso de gestación.
Afirmar que durante el desarrollo del embrión "no funciona el cerebro, no tiene relevancia alguna, porque si a eso vamos, tenemos que posponer la vida humana y esa ya está totalmente grabada". Salvar vidas asesinando inocentes es "ridículo", dijo el prelado.
Equiparó la alimentación que se da a los fetos mediante el cordón umbilical con la forma de proporcionar comida a los astronautas cuando caminan por la Luna. Los niños, añadió, también están revestidos con un "traje espacial" y cortar el cordón de los astronautas significa que no hay vida para ellos. Así pasa con los embriones, hay verdadera vida y no hay derecho a suprimirla.
"Ciertamente que existe un ataque contra la vida que se está gestando de una manera subterránea, silenciosamente, pero tiene como fin atacar el derecho a la vida. Hay subterfugios que se utilizan de una manera demagógica para permitir que a los primeros días de nacimiento al embrión humano se le pueda quitar la vida", señaló por su parte Luis Reynoso.
Este obispo consideró que en el caso de México, no hay posibilidades para que las feministas puedan influir en un cambio de leyes, que marcan la protección para los embriones. "Es un engaño de las f eministas que puedan utilizar su cuerpo como a ellas les venga en gana. Eso es falso porque ellas no se dieron a la vida solas, sino por mandato de Dios y, por lo mismo, no se puede aceptar el aborto" ni tampoco la realización de plebiscitos para legimitar crímenes que atentan contra los derechos humanos.
Falta en México una verdadera educación sexual y un entendimiento de que las mujeres con problemas para aceptar un embarazo, puedan acudir a una "casa" y después de alumbrar, llevarse a su hijo o aceptar darlo en adopción.
Elio Sgreccia dijo que la Iglesia no pretende hacer una "represión del amor", pero sus lineamientos son claros al establecer que las relaciones sexuales deben darse en el contexto del matrimonio para el beneficio de las personas.
"No desconocemos que hay enfermedades venéreas, pero no se puede aceptar que en países como Europa y Estados Unidos la educación sexual se entienda como liberación sexual y se afirme el derecho supuesto para que adolescentes de 14 años puedan tener relaciones libres". Esto conduce a la destrucción de la vida sexual, a una destrucción del amor verdadero y de la persona humana.
-ƑCómo hacer frente, entonces, al problema de los embarazos no deseados si no hay una educación sexual y la Iglesia se manifiesta en contra del uso de anticonceptivos?
-No basta decir que el condón y tales medios solucionan. Los jóvenes deben abstenerse, no abusar del sexo y esperar la unión matrimonial, en la que los actos íntimos quedan ennoblecidos por el amor a la persona. Sin amor, hay simple satisfacción biológica y eso se queda muy por debajo de toda dignidad al sexo -señaló Luis Reynoso.
Asimismo, dijo que es necesario "educar en el amor", porque cuando se "profana" este lazo afectivo las relaciones sexuales "se convierten al rango de la vida animal".
-ƑMéxico está inscrito en el esquema de los países que viven la liberación sexual?
-Sí, hay muchas presiones que tienen las autoridades por la cuestión de reducir la natalidad y por todos los ofrecimientos peculiares que se hacen para ir cada vez combatiendo más la vida. Pero evidentemente, nuestros gobernantes deben tener en cuenta la doctrina que nosotros presentamos, no la deben considerar retardataria ni como un impedimento al progreso, sino todo lo contrario, porque la base de todo es la defensa de la vida, desde el primer instante, porque toda razón de ser de un Estado es defender la vida y mal puede decirse que el Estado está defendiendo la vida cuando él mismo propicia, con la legalización del aborto, el asesinato de seres inocentes.
Reynoso explicó que los acuerdos que deriven de El llamado de Guadalupe se harán llegar a las autoridades para su consideración.