n Miembros del Ejército impidieron la entrada de la Cruz Roja y el ERUM


Explosión en el Campo Militar 1-F;

no hubo víctimas: Cervantes Aguirre

n En el lugar laboran mil 400 personas, hay bodegas de pólvora, escuelas y áreas habitacionales

n La Sedena no emitió información oficial; vecinos solicitaron una investigación a fondo

Ayer por la noche, casi a la 21 horas, ocurrió una serie de fuertes explosiones en el Campo Militar número 1-F, Santa Fe, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), ubicado en avenida Reforma número 2700, al poniente de la capital. Unas dos horas después de los estallidos, el titular de la dependencia, Enrique Cervantes Aguirre, informó que el percance pudo haber sido producto de una descarga de estática o incluso por un error humano.

Pese a que reportes iniciales señalaban la posibilidad de víctimas, el jefe militar aseguró: "No hubo muertos ni lastimados, y tengan la absoluta seguridad de que estamos completamente sin novedad".

En el lugar, donde laboran mil 400 personas, se albergan varias bodegas de pólvora, escuelas y tres áreas habitacionales. La zona fue acordonada para comenzar los peritajes, restringiéndose el acceso no sólo a los habitantes sino incluso a cuerpos de auxilio y personal de protección civil. No obstante, ninguna persona fue desalojada de su vivienda.

Los encargados de sofocar el incendio fueron los bomberos del propio campo, auxiliados por el sistema automático contra fuego instalado en el lugar. Ocho ambulancias de la Cruz Roja y el ERUM fueron enviadas hacia el sitio del estallido, pero a Familiares de integrantes de las fuerzas armadas y curiosos preguntan por posibles pŽrdidas humanas, despuŽs de la explosi—n ocurrida en el Campo Militar nœmero 1-F. A la derecha, el secretario de la Defensa Nacional, al arribar al lugar n Fotos: JosŽ Carlo Gonz‡lez ninguna se le permitió entrar a la zona.

Reportes extraoficiales indican que el estallido pudo haberse generado en una bodega donde anteriormente se fabrica pólvora, localizada en las barrancas del campo, en la cual desde hace un sexenio no se elaboraban explosivos.

Sin embargo, otras versiones no confirmadas señalaron que las explosiones habrían ocurrido en al menos cinco almacenes de municiones. La Sedena no emitió ninguna información oficial sobre el incidente y sus posibles causas, si bien su titular acudió hacia las 23 horas al campo militar para realizar un recorrido y verificar los daños.

El general Cervantes Aguirre desestimó el potencial riesgo que representa el almacenamiento de artefactos explosivos en zonas habitadas, al decir: "Cuando se adoptan las medidas de seguridad, la pólvora puede ser tan inocua como lo es, por ejemplo, la gasolina, y la ciudad está llena de gasolineras, pero no ha ocurrido nada".

Según el secretario de Defensa, en los próximos días será emitido el peritaje respectivo, luego de verificar los datos que aporte personal militar de turno; enfatizó que la población de Santa Fe puede estar tranquila, pues no se prevén mayores contingencias.

Aunque los pobladores de la zona rehusaron abundar en información respecto al siniestro, el diputado local suplente por el Partido de la Revolución Democrática Carlos Arturo Salazar, vecino del lugar, expl Familiares de integrantes de las fuerzas armadas y curiosos preguntan por posibles pŽrdidas humanas, despuŽs de la explosi—n ocurrida en el Campo Militar nœmero 1-F. A la derecha, el secretario de la Defensa Nacional, al arribar al lugar n Fotos: JosŽ Carlo Gonz‡lez icó que en realidad no hubo explosiones, ya que como a las 21:05 observó una llamarada de casi 100 metros de altura que iluminó toda la colonia Jalalpa, donde él reside.

Reportes enviados a estaciones de radio por residentes de la zona de Bosques de las Lomas indicaron que a esa misma hora percibieron un "enorme resplandor", cuyo halo se extendió en casi 100 metros a la redonda.

Vecinos del lugar solicitaron una investigación a fondo para determinar si en el campo se fabrican explosivos, a fin de conocer su grado de peligrosidad y tomar las medidas de seguridad correspondientes para evitar incidentes similares. (Humberto Ortiz y Jorge Cisneros.)