n Protagoniza Entre las piernas, filme que hoy se estrena en México
Debo ser tan creíble al follar como cuando friego platos: Victoria Abril
n La cinta de Gómez Pereira ''habla en voz alta lo que no pensamos ni en voz baja'', dice la actriz
n Presentará el día 14, en Acapulco, un largometraje dentro del Festival de Cine Francés
Raquel Peguero n ''Por hacer Entre las piernas me hubiera bajado las bragas". Victoria Abril ríe cuando se le recuerda su declaración en Berlín: ''ƑEso dije?", pregunta sorprendida y agrega con una carcajada: ''Pero no hizo falta". Y es que desde que el director español Manuel Gómez Pereira ideó hacer este thriller decidió jugársela con la ex chica Almodóvar y otros dos grandes, Javier Bardem y Carmelo Gómez que, juntos, colman la pantalla.
Con Entre las piernas -escrita por Gómez Pereira en colaboración con Joaquín Oristrell- el realizador madrileño deja atrás la comedia para incursionar en el cine negro y de paso rendirle homenaje a Alfred Hitchcock. La historia sedujo desde un principio a la actriz de Atame, porque es ''un guionazo que habla en voz alta lo que no conseguimos pensar ni en voz baja: nuestra sexualidad", dice en entrevista la actriz, vía telefónica, desde París.
šCuántos infelices!
Entre interrupciones por otras llamadas -una de ellas de Rosie de Palma- Victoria Abril va y viene de la línea sin perder el sentido del humor. ƑCómo se encuentra México?, pregunta interesada, pues estará en el país el 14 de noviembre, cuando acuda al Festival de Cine Francés de Acapulco a presentar Mi padre, mi madre, mis hermanos, de Charlotte de Turckheim, que filmó el año pasado en Tulum (Quintana Roo). Se trata de ''una comedia sobre la paternidad -la define- de tres niños de una misma madre, pero distinto padre cada uno, que viven de manera diferente la no paternidad".
Antes de ello podremos verla en Entre las piernas, filme que será estrenado hoy en varias salas del país. Lo interesante de esta historia, señala, es que se propone un estudio sobre la sexualidad ''y no de la historia de una chica que le pica. La película está llena de personajes que son analizados desde su comportamiento sexual en la sociedad de hoy, que puede ser de cualquier gran ciudad, París o Roma, es igual.
''Habla de las personas adictas al sexo que la mitad considera enfermos y, la otra mitad, no. En cualquier caso lo que aquí tiene interés es que insiste en voz alta y anónima todo lo que no conseguimos pensar ni en voz baja, algo que nadie comenta; jamás dice estoy insatisfecha, porque esas cosas se esconden, se malviven y que una película de repente lo hable, me parece necesario, porque ahí donde haya tabú debe haber un escape. Es rica, además, porque lo hace bajo la excusa del thriller y mantiene el genio del género en su época más apoteósica de los años cincuenta. Cada vez que la cosa se pone caliente, corte y te lleva al otro sitio que ya has dejao antes. Está todo mezclado y la conclusión que saca uno es: cuántos infelices. La película habla de los infelices porque la gente feliz no tiene historia."
Insuficiente, ser guapa y callar
-En estas mujeres que interpreta...
-Casi ninfómanas -interrumpe- y eso es otra injusticia: la ninfómana tiene malísima prensa, porque creen que no piensa en otra cosa pero, seamos serios, la ninfómana es una pobre desgraciada que folla todos los días y no se corre nunca, y eso lo que hace es añadir, cada día, dolor al dolor y al dolor de la frustración, del vacío que eso crea y dura mucho tiempo. Tenía ganas de dejar claro que una ninfómana no es un putón desorejado que no para nunca, no no no. Es una desgraciada, porque todos los días se obliga a intentar el fracaso de ayer, no puede pensar en otra cosa que buscar salir del fracaso y se hunde más. La película lo que trata de decir es que estos problemas, por terribles que sean, se curan con amor.
-Y es algo en lo que cree y, siento, busca en lo que ha hecho recientemente.
-Sí, pero aunque el amor esté ahí, lo difícil es encontrar el camino. El mundo no está hecho para que seamos buenos; hay mucha desconfianza: hay que ser malos si no, así te va.
''Por cierto, ese es el tema de la próxima película con Agustín Díaz Yáñez, Sin noticia de Dios, se llama y soy un ángel bueno que mandan a la tierra pero no consigue hacer el bien porque nadie lo toma en serio; se mosquean, piensan qué querrá, qué quiere venderme.
''Hay otro ángel enviado del infierno y ése no tiene ningún problema para ser malo, lo que ocurre es que en el infierno está todo patas pa'rriba y no tienen más remedio el bien y el mal, que ponerse de acuerdo.''
-Entiendo que cada vez tiene mayor participación en la producción de las películas, incluso en el trabajo de guión...
-Sí, es necesario porque sólo ser guapa y callarte no va conmigo y se llega a una edad que no lo soporta. Además de que es cierto que se escriben menos papeles para actrices de entre 40 y 50 años, que de 20 a 30. Y de ahí, encontrar el que te gusta, lo hace difícil.
-Pero usted no parece que vaya a pasar de moda.
-šAy, qué dices! No has oído a mis hijos cuando al jugar formamos equipos y me dicen que ellos son los jefes de las pieles duras y yo la jefa de las pieles blandas -se ríe-, qué más puedo decir. No hace falta que coja ninguna crítica ni tener enemigos, mis hijos me lo dicen cada día y con mucho amor; no me puedo ni enfadar. Ahí pillas la información y la guardas, porque aunque no te mires al espejo, ellos te lo cuentan.
-ƑLe causa complejo?
-Es la vida, y paso de deprimirme por algo que es inevitable. La decadencia vendrá y pues a cuidarse y que el cuerpo esté sano y con ganas de marcha -que es lo que me preocupa- y tenga ganas de moverse. Eso es a lo único que aspiro. Una chica moderna lo que puede es decir sí o no. Lo importante es seguir teniendo la opción de entrar o no.
Pudor vs credibilidad
-Como al desnudo, porque usted lo hace en todas las películas.
-No en todas -se ríe- y me importa un comino hacerlo, pues siempre me ha parecido raro ponerle asegunes a las escenas. Como profesional no digo éstas las hago bien y éstas no, porque pienso que le pasa a esa chica, que además no soy yo. Lo que no puede ser es que, por culpa del pudor, uno pierda la credibilidad: debo ser tan creíble follando como fregando los platos. Lo que toca es hacerlo bien porque si no, no te contratan más. Eso sí hay que tenerlo en cuenta. Aquí no hay título ni diploma: cada vez pasas el examen y, como no lo hagas bien en ésta, en la otra no te llaman. Siempre lo he visto así. La gloria viene, se va; el dinero viene, se va; la credibilidad no hay que perderla porque si se va, no vuelve.
-ƑY ahí entran los directores o hay que ser propositiva?
-El director siempre tiene razón -se ríe- y eso funciona para todos. Con que empieces diciendo, ''hola tienes razón'', llegamos fijo a un acuerdo. Nunca he tenido problemas para entenderlos ni interpretar lo que me piden, pero no te quedan más narices que ser propositiva. No hay otra salida. De negativa, no das ni dos pasos.