n Se desdice Scilingo y niega haber participado en los vuelos de la muerte
Solicita la fiscalía española revocar orden de captura de 98 represores
n Pide dictar otro auto en el que se declare la falta de jurisdicción por delitos cometidos en Argentina
Armado G. Tejeda, corresponsal, Madrid, 4 de noviembre n La fiscalía de la Audiencia Nacional española solicitó hoy la revocación del auto en el que el juez Baltasar Garzón ordena la captura de 98 militares y policías argentinos acusados de genocidio, tortura y terrorismo de Estado, por lo que pidió que se dicte otro auto en el que "se declare la falta de jurisdicción" del tribunal en delitos cometidos por ciudadanos no españoles fuera de España.
Mientras, Adolfo Scilingo, activo represor de la marina argentina durante la dictadura militar en el país sudamericano (1976-1983) negó ante Garzón que hubiera participado en los llamados vuelos de la muerte, operaciones militares en las los prisioneros políticos eran arrojados al mar sedados o agonizantes, a pesar de que hace dos años brindó un detallado relato sobre su participación en esos hechos.
En Buenos Aires el presidente electo argentino, Fernando de la Rúa, insistió en que considera "difícil" que se acepte la posibilidad de extraditar a militares argentinos involucrados en el caso que lleva adelante Garzón, ya que, subrayó, Argentina "tiene sus leyes", indicó Afp.
La fiscalía de la Audiencia Nacional presentó un recurso ante la Corte Nacional en el que solicitó que se anulen las ordenes de captura internacional de los 98 militares y policías argentinos, así como las medidas de imputación y cautelares que hubiera acordado el juez. Además, se recuerda que ya "es cosa juzgada".
La fiscalía destacó que "la jurisdicción española no puede enjuiciar los hechos ocurridos durante el periodo de las juntas militares aunque las víctimas sean españolas (546, según datos oficiales)".
Mientras, el fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, aprobó hoy la actuación de Garzón en este proceso y dijo que es una "decisión acertada y debe seguir su curso".
"Debo expresar mi acuerdo con la medida adoptada por el juez Garzón porque, en definitiva, eso tiene su origen en una querella formulada por la Unión Progresista de Fiscales, a la que pertenezco", añadió.
Por otro lado, el canciller Abel Matutes aseguró que "habida cuenta de la práctica del derecho internacional de que ningún país extradita a sus nacionales, creo que no se producirá la demanda de extradición al gobierno argentino de estos militares argentinos procesados por el señor Garzón".
Agregó el funcionario que "no estamos todavía en el momento en que tengamos que solicitar ninguna extradición" y "confío en que no tengamos que hacerlo porque es un principio bien consagrado en el derecho internacional".
"Ninguna nación extradita a sus nacionales, entre otras razones porque todo país entiende que si un nacional debe ser juzgado por los delitos cometidos, la prioridad corresponde al país patria del encausado", dijo Matutes.
Por eso "no creo que nos veamos en la tesitura de tramitar una demanda de extradición a Argentina como consecuencia de esa orden de búsqueda y captura, que es una decisión judicial que no afecta para nada al gobierno", expuso.
De su lado, Scilingo, quien ha sido pieza clave en el proceso de Garzón contra la cúpula militar argentina, negó su participación en los vuelos de la muerte.
El ex marino acudió a una inexplicable "amnesia" para no ser encarcelado, tal como exigen las asociaciones de defensa de derechos humanos, entre ellas las de las Madres de la Plaza de Mayo, que pidió la encarcelación inmediata de Scilingo.
Se le llamó "militar arrepentido" tras prestar su declaración en 1997 ante Garzón, y en esa ocasión se autoinculpó sin otra presión que la de la moral y el arrepentimiento de "haber participado en los vuelos de la muerte", inscritos en la llamada Operación Cóndor, dijo Andrea Benítez, de Madres de Plaza de Mayo.
Sin embargo, Scilingo se retractó hoy ante Garzón, quien le citó para procesar su "inminente encarcelación" ante las "presiones sociales", informó.
El militar "arrepentido" aseguró hoy, durante su declaración por los delitos de genocidio, terrorismo y torturas, que no participó en los vuelos de la muerte ni recuerda ningún dato sobre la represión de la pasada dictadura argentina.
Scilingo, quien fue visto como el "el único y gran arrepentido" de la represión, explicó que sus anteriores declaraciones en el juzgado, en las que dio detalles sobre los métodos de represión en la Escuela Mecánica de la Armada, fueron "fruto de una conspiración" instigada por la Defensoría del Pueblo de la ciudad de Buenos Aires, sus ex abogados argentinos, Garzón y varias acusaciones.
Según Scilingo, vino a España y declaró contra sus antiguos jefes militares por "razones humanitarias respecto de las víctimas de los desaparecidos", y accedió "a mentir al juzgado".
Enrique Santiago, diputado de Izquierda Unida y parte de la causa popular, explicó a La Jornada que Scilingo sostuvo que las juntas militares argentinas eran "una de los mayores responsables de los crímenes, y que ademas engañaron a los miembros de la armada".
Por otra parte, el gobierno boliviano denunció que hay personas que buscan que el juez Garzón enjuicie al presidente Hugo Bánzer, por violaciones a los derechos humanos durante su régimen de facto en la década de los 70.