n No podemos volver a la Colonia, dijo


Rechaza Menem la petición de extradición de uniformados

n Repudia el ex general y represor Menéndez la orden de Garzón

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 4 de noviembre n El presidente saliente argentino, Carlos Saúl Menem, y el general retirado Luciano Benjamín Menén- dez, uno de los mayores responsables de las violaciones contra los derechos humanos en la pasada dictadura (1976-1983), coincidieron en el rechazo al proceso y pedido de extradición de 98 militares y policías argentinos acusados por los delitos de genocidio, terrorismo y torturas, cuya búsqueda y extradición solicitó el juez español Baltasar Garzón en el histórico juicio que lleva adelante en Madrid contra los dictadores del Cono Sur.

"No podemos volver a la Colonia (española): primero nos colonizaron, nos evangelizaron y ahora quieren imponernos el colonialismo judicial", fueron los términos que ambos personajes utilizaron en distintas circunstancias.

Menem rechazó oficialmente el pedido de Garzón y, por su parte, el general Menéndez, quien estuvo al mando del tercer cuerpo que tenía bajo su jurisdicción a Córdoba y otras ocho provincias, en los más duros momentos de la dictadura militar (1975 y 1979) y uno de los responsables del secuestro y desaparición de más de 2 mil personas, repudió categóricamente la decisión del magistrado.

Precisamente Menéndez tenía a su cargo el temible centro clandestino de detención La Perla y otros de cuya trágica historia dio cuenta la investigación realizada por la Comisión Nacional de Desaparición de Personas, que encabezó el escritor Ernesto Sábato en 1984 a pedido del entonces pre- sidente Raúl Alfonsín.

La Perla fue comparada, por lo aberrante de los crímenes de lesa humanidad allí cometidos, con la tristemente famosa Escuela de Mecánica de la Armada, en Buenos Aires, donde desaparecieron alrededor de 5 mil personas.

Requerido por Garzón al igual que sus otros compañeros de armas, Menéndez se mostró "indignado" ante la orden del magistrado español: "Volvemos a la Colonia, es un atentado a la soberanía", dijo sin ningún signo de pudor o arrepentimiento.

Además provocó una ola de reacciones El presidente Carlos Menem saluda al mandatario electo Fernando de la Rœa, luego de la primera reuni—n entre ambos n Fotos: Ap después de asegurar que la trágica historia de los niños nacidos en cautiverio y robados es sólo "un invento, un cuento, una barbaridad inventada".

Varios organismos de derechos humanos repudiaron los dichos de Menéndez, en tanto que Estela de Carlotto, presidenta de las organización Abuelas de Plaza de Mayo, afirmó que es "increíble que después de todo lo que ha sucedido y de los 64 niños que hemos logrado encontrar, los que testimonian esta crueldad sin límites, se permita Menéndez decir lo que dijo".

Agregó la dirigente humanitaria que "alguien tiene que castigar estos delitos porque la impunidad no puede asegurar ningún tipo de democracia, ni puede existir una justicia verdadera si estos crímenes siguen sin castigo".

 

Campaña contra Aldo Rico

 

Asimismo, varias organizaciones humanitarias se aprestan a accionar una campaña a nivel nacional e internacional ante la designación del coronel retirado carapintada Aldo Rico como ministro de Seguridad en el futuro gabinete del gobernador electo, el justicialista, Carlos Ruckauf, en la provincia de Buenos Aires.

Rico participó activamente en la pasada dictadura militar y fue uno de los principales cabecillas del golpe militar de la Semana Santa de 1987 contra el presidente Raúl Alfonsín, que aunque fue controlado debilitó al gobierno.

Después de esa asonada castrense llegaron las leyes de Obediencia Debida, cuando aún la transición a la democracia era débil y los militares estaban con buena parte del poder real en sus manos.

En enero de 1988 se levantó con algunos otros militares en el llamado alzamiento de Monte Caseros (Corrientes), agitando otra vez el fantasma del regreso de la dictadura, y mediante estos movimientos logró chantajear nuevamente a los diputados que votaron la ley de Punto Final.

De esta manera, el nombramiento de Rico, a cargo de la seguridad en una provincia donde la policía ha sido denunciada a nivel internacional por serias violaciones a los derechos humanos y por utilizar el "gatillo fácil" matando a numerosos jóvenes, ha causado estupor aquí.

Además, el hecho de que Rico ocupe ese cargo cuando Fernando de la Rúa, otro hombre del mismo partido de Raúl Alfonsín, asumirá la presidencia en diciembre, es un "hecho desdichado y temible para una democracia que necesita consolidarse".

De su lado, el jefe del ejército, general Martín Balza, quien condenó los crímenes cometidos durante la dictadura y formuló un arrepentimiento histórico, pidió su pase a retiro en el marco del proceso de transición de poderes.

Mientras, Menem y De la Rúa sostuvieron su primera reunión desde el triunfo del político aliancista en las elecciones del pasado 24 de octubre, en la que analizaron la necesidad de que la próxima administración empiece con un presupuesto aprobado y las cuentas fiscales claras.

De Rúa calificó el encuentro con Menem, celebrado en la residencia oficial de Los Olivos, como "una entrevista cordial y constructiva, que afirma el sentido del proceso institucional para la renovación de la autoridades".

Agregó que ambos coincidieron en que "de inmediato se pongan a trabajar en sesión permanente, para avanzar en la elaboración del presupuesto, la proyección del déficit, el recorte del gasto y la necesidad de llevar el déficit" a las cifras deseadas.