n Raúl Vera, el indicado para sucederlo, coinciden
Reconocen a Samuel Ruiz como un gran líder a favor de la paz
n El obispo recibió el apoyo de representantes de 26 países
Alma E. Muñoz n El obispo Samuel Ruiz García, además de recibir el apoyo de unas 300 personas de 26 países por su labor en Chiapas, incluso de Iglesias ajenas a la católica, fue considerado por el presbiteriano Paul Rutgers, director del Consejo de Dirigentes Religiosos de Chicago, como uno de los grandes líderes espirituales promotores de la paz, a nivel internacional.
Así, a nombre de los firmantes de un documento de adhesión a la labor del prelado, que incluye a cuatro premios Nobel de la Paz: Mairead Maguire (1976), Adolfo Pérez Esquivel (1980), Desmond M. Tutu (1984) y Hhtenzin Gyatso (1989), Rutgers dijo que la persona más adecuada para continuar con el trabajo pastoral que requiere la diócesis de San Cristóbal de las Casas es el actual coadjutor Raúl Vera, quien desde hace cuatro años, dijo, logró el respeto de las comunidades y despertó interés para continuar el trabajo de Samuel Ruiz García.
Después de firmar su renuncia (el miércoles en la Catedral de la Paz) Samuel Ruiz García hizo llegar su dicho a la nunciatura apostólica para que éste llegue al Vaticano, aunque el representante de la Santa Sede en México, Justo Mullor, no se encuentra actualmente en su residencia, pues viajó a Tlapa, Guerrero, para llevar ayuda a marginados de la región.
En entrevista, el dirigente espiritual de Chicago reiteró el agradecimiento de los líderes de comunidades religiosas en todo el mundo al trabajo ministerial de Samuel Ruiz durante 40 años en la diócesis de San Cristóbal, su labor con los indígenas, su esfuerzo ecuménico por "juntar" a la Iglesia católica con los protestantes evangélicos y sus acciones como mediador "siempre pugnante" por la paz en el conflicto chiapaneco.
"Por todo esto, internacionalmente es reconocido don Samuel y nosotros tenemos la esperanza de que este trabajo va a seguir en la diócesis. Por esto mismo, también manifestamos nuestro reconocimiento y nuestro apoyo al obispo coadjutor Raúl Vera, y nuestro apoyo a todos los que están trabajando por la paz en Chiapas".
Confió en que después de la respuesta del Vaticano a la renuncia de Samuel Ruiz, el obispo tenga más tiempo para continuar con sus planteamientos de trabajo a favor de los pobres, pero a nivel internacional.
Consideró que con sus acciones a favor de los indígenas de Chiapas, el prelado se situó como un personaje controvertido por lo difícil que le resultó impulsar el apoyo a las personas de pocos recursos económicos, sobre todo en "una situación tan difícil como la mexicana".
Frente a esto dijo que los firmantes a favor de Samuel Ruiz consideraron a Raúl Vera como el más idóneo para continuar con la línea ecuménica en San Cristóbal. "Lo conocí desde que empezó a trabajar en Chiapas. Había bastante preocupación por si él iba a continuar con el trabajo pastoral impulsado por don Samuel pero él ha construido y ha creado mucho respeto entre toda la población y en la misa del miércoles se notó aprobación y gran afecto de toda la gente para que él sea el sucesor".
Los documentos que presentó Paul Rutgers a nombre de líderes de comunidades religiosas y premios nóbel detallan que a través de los años, "monseñor Ruiz ha sido juez, consejero y hombre sabio en su discernimiento. Siempre guiando desde adentro mismo de su pueblo, él ha articulado una perspectiva que resuena como una de las verdades más profundas que conocemos: el Dios de la vida que llama a la justicia, la misericordia y la humildad y que sólo escogiendo la vida conoceremos la verdadera liberación y la alegría".
Su consejo sabio, se describe, "ha sido como el timón que encauza el barco en medio de la tormenta, siempre promoviendo la paz, denunciando la violencia y sirviendo como testimonio vivo de esperanza". El papel que jugó en promover la paz durante la rebelión zapatista lo ubica, de acuerdo con los textos, como "el intermediario clave entre las dos partes enfrentadas (ejército rebelde y Estado) y destaca su consejo sabio y su testimonio vivo de la esperanza aunque su renuncia como mediador, dejó un gran vacío que aún no se ha llenado".