De EU, remesas iguales a 18% del PIB salvadoreño
CA: abatir la pobreza desde fuera
Fabiola Martínez * Millones de migrantes centroamericanos que viven en Estados Unidos impulsan un importante programa para abatir la pobreza en sus comunidades de origen, mediante el envío anual de un "pequeño porcentaje" de sus ingresos para financiar desde proyectos educativos y de vivienda, hasta la introducción de servicios básicos en zonas marginadas.
Estadísticas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revelan que trabajadores y residentes centroamericanos en Estados Unidos envían a sus países entre 2 mil 500 y 3 mil millones de dólares al año.
La importancia de esta circulación monetaria representa para El Salvador ųdonde se concentra la mitad de remesas totales a la regiónų alrededor de mil 300 millones de dólares, que equivalen a casi 18 por ciento de su producto interno bruto. Por su parte, Guatemala recibe 400 millones de dólares, mientras que Honduras y Nicaragua captan cada uno, por esta vía, 200 millones de dólares.
De esta forma, el dinero que envían los migrantes centroamericanos resulta más significativo ųpor la población total de cada paísų que los 6 mil millones de dólares que aproximadamente recibe México por esta vía, y que representan menos de 1.5 de su PIB y la segunda forma de captación de divisas, luego de la exportación petrolera.
La suma de estas donaciones "mínimas y de carácter solidario" representa, sin embargo, millones de dólares para El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, monto total que supera incluso los fondos de inversión social.
"Ese dinero proviene de una migración espontánea, producida por asuntos de pobreza, y ahora es canalizado para ejecutar proyectos productivos en aquellas zonas", señaló Pablo Serrano, representante en México de la Cepal.
Por la magnitud de recursos que podrían ser enviados cada año a la región, el proyecto ha despertado un interés sin precedente no sólo para quienes participan en estas donaciones, sino para las instituciones y organismos financieros multilaterales como los bancos Centroamericano de Integración Económica o el Interamericano de Desarrollo, los cuales están dispuestos a brindar a las asociaciones de migrantes ųno lucrativasų asesoría y financiamiento que requieran para la transferencia de recursos.
En la actualidad, cerca de 85 por ciento de remesas de trabajadores migrantes que viven en Estados Unidos se orienta al consumo alimentario, 4 por ciento a gastos en educación y salud y el resto, según cálculos de la Cepal, sería destinado a gastos de inversión productiva, como las "donaciones" referidas o la compra de viviendas en los lugares de origen.
Cientos de pequeñas, medianas y grandes asociaciones de migrantes centroamericanos en Estados Unidos ųcomo La Ceiba de Honduras, residente en Nueva Orleans; Chirilagua de El Salvador, asentada en Washington, y Tlepateca de Guatemala, con sede en Los Angelesų contribuyen de forma significativa, mediante sus envíos colectivos, a desarrollar el ahorro interno de sus respectivos países, mejorar las condiciones de vida de sus paisanos e incluso desarrollar "corrientes económicas" que vinculen a dichas localidades con el vasto mercado estadunidense.
Ante el creciente fenómeno de la migración, la Cepal promovió al inicio de la presente década un proyecto de investigación para calcular el monto de las remesas y recomendar la disminución de las comisiones por la transferencia de recursos, sobre todo de intermediarios privados.
Casi diez años después, la comisión retoma el estudio de este tema con un proyecto financiado por el gobierno de Países Bajos y con el enfoque del "uso productivo de las remesas familiares y colectivas en Centroamérica".
Este documento, impulsado por Federico Torres, consultor regional del organismo, se sometió ayer a discusión en la ciudad de México en un seminario regional de expertos, en el que participaron especialistas de México y de la Organización de Naciones Unidas, además de representantes de asociaciones de trabajadores migratorios en Estados Unidos, funcionarios, representantes de la sociedad civil, empresarios y académicos.
Torres comentó que si bien no existe un número exacto de asociaciones de migrantes promotoras de envíos colectivos, año con año se realizan colectas para promover obras de bienestar comunitario, dotación de agua potable y electrificación.
Este tipo de remesas "está creciendo rápidamente y se convertirá en un factor importante del desarrollo local".