* Versión de una acción del laborismo para ayudar al candidato oficial
Favorable a Lagos, el retorno de Pinochet: La Tercera
Dpa, Afp y Ap, Santiago, 6 de noviembre * Un eventual regreso a Chile de Augusto Pinochet para antes de las elecciones presidenciales del 12 de diciembre favorecería principalmente al gobierno de Eduardo Frei y a su candidato presidencial Ricardo Lagos, señaló hoy el matutino La Tercera.
Subrayó que un retorno del ex dictador, incluso para la no descartable segunda vuelta del 16 de enero, "remecería el escenario político nacional" en vista de que hasta el momento las encuestas arrojan un virtual empate entre el socialista Lagos y el candidato de la derecha Joaquín Lavín.
En su análisis el diario da por hecho que un suceso de este tipo provocaría un fuerte impacto en los comicios al favorecer sobre todo al candidato de la gobernante Concertación Democrática, ya que politizaría las elecciones y reeditaría el ambiente del plebiscito del sí y el no de 1988, cuando Pinochet perdió.
El diario indicó que quienes respaldan la candidatura de Lavín reconocen que el retorno del anciano ex militar antes de las elecciones podría complicar su opción presidencial, al considerar que su recuperación en la intención del voto frente a Lagos se ha basado justo en su alejamiento discursivo de Pinochet.
Incluso el pinochetista Lavín ha reconocido y reprobado ahora las violaciones contra los derechos humanos cometidas durante el régimen militar de 16 años y medio de duración y ha abogado porque se den datos para averiguar el paradero de los detenidos desaparecidos.
Otro de los beneficiados, añadió el periódico derechista, sería el gobierno de Eduardo Frei y su alianza gobernante, ya que mejoraría notablemente su posición frente a las fuerzas armadas porque habría cumplido su promesa de traer de regreso a Pinochet antes de culminar su mandato en marzo próximo.
En los medios políticos y de prensa se continuaba comentando la sorpresiva decisión conocida la víspera del ministro británico del Interior, Jack Straw, de ordenar una serie de exámenes médicos a Pinochet por parte del propio gobierno de Londres, lo que podría incidir en su liberación por razones humanitarias.
Algunos comentaristas interpretaban este día que el "cambio radical" de Straw en su política de no intervención en los asuntos judiciales, al acoger por primera vez la posibilidad de impedir la extradición a España del detenido, ocurriría debido a que detrás de esto estaría una "importante figura de la izquierda chilena" con fuertes nexos con el laborismo británico, en tácita alusión a Ricardo Lagos.
Otros más manejaban la tesis de que el gobierno de Chile se habría comprometido con Londres a excluir al ex dictador de un protagónico rol político, pues actualmente es senador vitalicio, como la vía para lograr su regreso al país.
Por lo demás, La Tercera comentó que el gobierno del primer ministro Tony Blair no tiene la menor intención de dejar que Pinochet muera en Gran Bretaña, debido a los posibles problemas políticos internos que esto le acarrearía y porque previsiblemente un suceso de tal magnitud lo convertiría al ex dictador en un "héroe" para la derecha chilena y en una palanca de lucha del opositor Partido Conservador británico.
No obstante, reportes de prensa señalaban que el Ministerio del Interior británico en realidad dijo que simplemente había "contestado el viernes" a una nota diplomática de Chile en que le pedía considerar el estado de salud del detenido, y que el contenido de la respuesta al canciller Juan Gabriel Valdés era "confidencial".
Geoffrey Bindman, uno de los abogados de Amnistía Internacional, consideró que el anuncio de nuevos exámenes médicos a Pinochet no puede ser interpretado a este nivel como una posición de Londres en favor del ex general.
Incluso Peter Schaad, un allegado del ex dictador chileno, apuntó que si bien saludaba "una etapa decisiva" lo tomaba con gran prudencia "porque ya hemos conocido movimientos similares en el pasado y, un año después, el general Augusto Pinochet sigue aquí".
Por otra parte, continuó la polémica entre Frei y Joaquín Lavín, quien en lugar de atacar a su adversario Ricardo Lagos se ha dedicado a enfocar sus baterías contra el gobierno al descalificar su gestión.