Las elecciones guatemaltecas en cifras

Una tercera parte del padrón electoral de 4 millones y medio de ciudadanos que votarán este domingo en las elecciones de Guatemala son analfabetos (un millón 370 mil), y tacharán a sus favoritos de cinco papeletas distintas.

Eligirán entre 20 mil candidatos a sus representantes en cerca de 3 mil 500 cargos populares, entre ellos presidente y vicepresidente, 113 diputados federales, 20 para el Parlamento Centroamericano y 330 alcaldes, más síndicos y concejales de cada municipio.

Hoy a las ocho de la mañana se abren en todo el país centroamericano 7 mil 601 mesas receptoras de votos en 23 distritos electorales. Se espera que 20 por ciento del voto se captará en la ciudad capital.

Participan 16 partidos políticos pero además hay 96 organizaciones sociales que inscribieron candidatos bajo la normatividad de la ley electoral guatemalteca.

De las tres planillas presidenciales a la jefatura del gobierno, la del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), con la fórmula de Alfonso Portillo y Francisco Reyes, va a la cabeza en las encuestas de opinión. Encabeza la lista de candidatos a diputados el general golpista Efraín Ríos Montt, quien será muy probablemente líder de la fracción camaral.

Según datos publicados por la revista Crónica, acompañan a este partido, como candidatos o como prospectos a ministros, al menos siete militares que fueron protagonistas durante la guerra sucia y las masacres: general Luis Miranda Trejo, por una curul en Huehuetenango; teniente coronel Mario Rolando Sosa, para candidato federal; teniente Juan Santa Cruz, acusado de despojo de tierras y tala de bosques, a diputado por Baja Verapaz; mayor Byron Barrientos, listado nacional, y coronel Aníbal Méndez, candidato a diputado por la capital.

Ayer el candidato presidencial anunció que su ministro de Defensa sería el general Otto Pérez Molina (negociador de los acuerdos de paz); se menciona al coronel Mauricio Rodríguez como posible ministro de Gobernación de Alfonso Portillo.

En las elecciones de 1996 el FRG perdió ante el Partido de Avanzada Nacional por apenas 30 mil votos. En cuanto a la Alianza Nueva Nación, es la primera expresión de izquierda que se presenta en una elección en el país en 45 años, desde el gobierno de Jacobo Arbenz.

El abstencionismo ha registrado una tendencia creciente en la historia electoral reciente de Guatemala. En las elecciones generales de 1985, las primeras después de décadas de golpes militares, la abstención fue de 34 por ciento. Ganó el demócrata cristiano Vinicio Cerezo. En las de 1990, en las que resultó electo Jorge Serrano (quien posteriormente quiso repetir la experiencia del peruano Alberto Fujimori con un golpe técnico), el abstencionismo fue de 55 por ciento.

En las elecciones de 1995 y 1996, en la segunda vuelta que le dio el triunfo al panista Alvaro Arzú, la abstención fue de 63 por ciento, y finalmente en la consulta popular sobre la reforma constitucional para los acuerdos de paz, no acudió a votar 81 por ciento de los guatemaltecos.

De este corto periodo de transferencias electorales entre civiles, al menos dos ex presidentes --Vinicio Cerezo y Ramiro de León Carpio, interino este último después del serranazo ocurrido en 1993-- intentan repetir las mieles del poder compitiendo por sendas curules.