Ť Envió el lunes la solicitud al presidente Zedillo
Requiere el GDF un techo de deuda por $9 mil millones
Ť Reitera invitación al Ejecutivo para que conozca la obra realizada
Ricardo Olayo Ť El Gobierno del Distrito Federal envió al presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León, la solicitud que por ley tiene que turnarle para señalarle sus necesidades de endeudamiento para el próximo año, misma que debe ser enviada al Congreso de la Unión. Para el 2000, la autoridad capitalina, a través de la Secretaría de Finanzas, estableció que son necesarios 9 mil millones de pesos, monto mayor que lo que se ha solicitado en cada uno de los dos años anteriores de la gestión perredista.
La jefa de Gobierno, Rosario Robles, informó además que el posible aumento a los impuestos en el DF se hará en proporción al índice inflacionario y nunca por arriba de este indicador, tal como ha sido una pauta en el renglón de contribución en 1998 y 1999.
Al Presidente de la República se le entregó la solicitud en tiempo, pues el plazo que tienen los gobiernos estatales para dar este paso es el 15 de noviembre.
Respecto del análisis que se tiene que hacer de la solicitud de endeudamiento, Robles Berlanga subrayó que espera "un trato institucional", en referencia a la negativa que este año aplicaron tanto el Congreso de la Unión como el Ejecutivo federal para aprobar los recursos solicitados.
Informó también que se diseña el presupuesto de ingresos para el siguiente año, sin confirmar la cantidad de 53 mil millones de pesos que se ha mencionado.
De la solicitud de recursos que hizo llegar el lunes pasado a Zedillo, comentó que se suma a una invitación entregada previamente al secretario particular del mandatario, Liébano Sáenz, para que el Ejecutivo federal conozca lo que se hizo este año, a pesar de la disminución de 5 mil 800 millones de pesos, precisamente en el llamado techo de endeudamiento.
"Estamos esperando una respuesta del Presidente de la República", dijo Robles Berlanga, luego de conocer los detalles del programa de control sanitario que se aplicará en la Nueva Viga, instalaciones que forman parte del complejo alimenticio de la Central de Abasto, en Iztapalapa.
Ahí, informó que ha habido programas de actualización de pagos de los contribuyentes con incentivos que han tenido buenos resultados en la recaudación.
En tal contexto, durante los días siguientes se continuarán los trabajos con el secretario de Finanzas del DF, Armando López Fernández, quien también sostendrá reuniones con los diputados locales de las diferentes fracciones políticas representadas en la Asamblea Legislativa del DF, indicó la jefa de gobierno.
En 1997, con el presupuesto preparado por el ex regente Oscar Espinosa Villarreal, se solicitaron y autorizaron 7 mil 500 millones de pesos, y en 1998 la misma cantidad, pero sólo se aprobaron mil 700 millones.
Para el 2000, la ciudad requiere 9 mil millones de pesos para los diversos programas, como seguridad pública, medio ambiente, transporte y obras, entre otros, indicó.
Con la solicitud de deuda, el DF llegaría a 30 mil millones de pesos, ante lo cual Robles Berlanga dijo que en esta ocasión desean un trato institucional del Ejecutivo y del Congreso de la Unión, pero subrayó que van a dar paso a paso, antes de buscar alternativas ante una eventual negativa de las posibilidades máximas de endeudamiento.
Aún sin fecha, la línea B
En su visita a la Nueva Viga, Robles Berlanga dijo que el programa de control sanitario tiene el objetivo de capacitar a personal para que los productos que se expendan tengan las mejores condiciones para los clientes. La lógica del castigo ante el incumplimiento de la norma cambiará por programas a los que se invitará a pasantes de la UAM y el IPN a fin de colaborar con los comerciantes en la preservación del alimento.
Ante la demanda de ayuda para la ubicación de los desechos de pescado y marisco, planteó que una de las posibilidades es convertir la basura orgánica en composta y también separar la red de drenaje pluvial de la de aguas negras.
Entre las medidas que se aplicarán ahora están colocar hielo en cantidad suficiente en los alimentos, aplicar amoniaco en las porciones indicadas y establecer un límite de tiempo en que el producto en buen estado puede ser vendido.
Posterior a la presentación del programa, el secretario de Obras y Servicios, César Buenrostro, informó que la fecha de inauguración de la línea B podría moverse de nuevo.
Aunque se puede superar, hay retrasos en la instalación de torniquetes, en una rampa para discapacitados y en la plena capacitación de personal, por lo que es un hecho que la fecha tentativa del 22 de noviembre no sea de la inauguración.