Ť Es hermano de Mónica Durruti, ex amante del conductor de televisión


Stanley dio carta de recomendación a un procesado por la matanza del río Tula

Ť Jorge Gil califica de irresponsable a Mario Rodríguez Bezares al ampliar su declaración

Elia Baltazar y Angel Bolaños Ť Al parecer, todos los caminos llevaron a Paco Stanley al encuentro con criminales, no sólo los relacionados con el narcotráfico, como investiga actualmente la Procuraduría General de la República, sino con los implicados en homicidios.

Es el caso de un hermano de la ex compañera sentimental del conductor de televisión, Mónica Durruti, quien se encuentra preso en el Reclusorio Preventivo Oriente desde 1985, implicado en el asesinato de 25 colombianos y un mexicano por órdenes del entonces jefe policiaco, Arturo El Negro Durazo.

Se trata de Fernando Durruti Castillo, quien participó en el sonado caso del río Tula, como se conoció entonces, dado que allí aparecieron los cuerpos de las víctimas, quienes fueron ejecutadas por miembros de un cuerpo de seguridad que actuaba bajo las órdenes de Francisco Sahagún Baca.

Los sentenciados fueron, además del hermano de Mónica Durruti, Enrique Sánchez Muñoz, Enrique Sánchez Luna y Arturo Sánchez Carrillo.

Relacionado sentimentalmente entonces con Mónica Durruti, Francisco Stanley dirigió una carta de recomendación a favor del hermano de ésta, aunque se desconoce a qué autoridad.

Así lo admite la propia Mónica Durruti en su declaración ministerial, al decir que pidió un favor a Stanley, en relación con su hermano Fernando Durruti Castillo, quien se encuentra interno en el Reclusorio Preventivo Oriente.

La petición, agregó, consistía en que le expidiera unas cartas de recomendación, ya que su "consanguíneo" fue detenido en 1985 por el delito de homicidio.

El testimonio de Mónica Durruti se conoció la madrugada de ayer, al término de la sexta audiencia del caso Stanley, que duró aproximadamente 19 horas en el juzgado 55 penal del Reclusorio Preventivo Oriente, y durante la cual también amplió su declaración el reportero y colaborador de Stanley, Jorge Gil, quien en esta ocasión calificó a Mario Rodríguez Bezares como una persona irresponsable, pues en alguna ocasión, refirió, éste llegó a hablar mal de su jefe ante un alto ejecutivo de Tv Azteca, de nombre Martín Luna.

Jorge Gil indicó que Luna fue la persona que contrató a Stanley y a su equipo para trabajar en la televisora del Ajusco, donde se producía el programa Una tras otra, al cual constantemente llegaba tarde Rodríguez Bezares, lo mismo que a las citas de trabajo con Stanley.

Una diligencia más del caso se llevará a cabo hoy, y en ella deberán declarar ante el juez Rafael Guerra los testigos Alberto Soto Ramírez, quien laboraba como valet parking en El charco de las ranas el día que se cometió el atentado contra Stanley; Mario Alberto Olguín Estrada, quien se empleaba como mensajero de Stanley; Platón Barrales González, encargado del restaurante antes mencionado, en el turno de desayunos, y Linda Guadalupe Vargas Escamilla, una mujer que presenció también el homicidio de Stanley, luego de seguirlo desde Tv Azteca.

En su caso, Platón Barrales es otro de los testigos que alcanzó a ver a uno de los homicidas de Stanley de perfil y espaldas, que en su caso sería el segundo tirador, cuyas características se relacionan con el hombre cuyo retrato dio a conocer la Procuraduría General de Justicia del DF, y que fue tomado por las cámaras de seguridad del World Trade Center.

El, además, ha declarado que Paco Stanley sí acudía regularmente a desayunar al restaurante El charco de las ranas, según dijo, dos veces por semana, especialmente los viernes y lunes, día en que lo mataron.

Aseguró que Mario Rodríguez Bezares lo acompañaba frecuentemente, lo mismo que Jorge Gil y sus guardaespaldas Enrique y Fernando Tamayo, y que por lo regular acudía al establecimiento entre las 10:50 y las 11:15.

Hoy también están citados a declarar el ministerio público Juan Maya Avilés y el secretario Pedro Ocampo, quienes presenciaron la reconstrucción de hechos que llevó a cabo la Procuraduría capitalina, en torno a los hechos ocurridos el pasado 7 de junio.