Ť Miembros de la UCEM protestaron ante la SRE


Exige devolución de fondo de ahorro asociación de ex migrantes 1942-1964

Tal como lo anticiparon, integrantes de la Unión Campesina y Emigrantes Mexicanos (UCEM), ancianos, viudas e hijos y familiares representantes de mexicanos que emigraron a Estados Unidos durante el periodo 1942-1964 marcharon ayer del Monumento a la Revolución a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) donde se plantaron para demandar que una comisión de la cancillería les apoye para recuperar los recursos que el gobierno mexicano les retuvo para el Fondo de Ahorro Campesino mediante el Banco Agrícola, al menos para sus 35 mil afiliados.

En el mitin plantón que llevaron a cabo en la cancillería, una comisión de 30 migrantes campesinos, de alrededor de 300 que se dieron cita en la calle Ricardo Flores Magón, se reunió con el consultor jurídico de la SRE, Miguel Angel González Félix, a quien le expusieron sus demandas.

La presión de los integrantes de la UCEM --quienes cerraron dos accesos de la cancillería-- logró que a las 18 horas se integrara un representante de Banrural, quien les aseguró desconocer "la existencia de registros alguno del Fondo de Ahorro". La respuesta ocasionó que los campesinos volvieran a presionar permaneciendo frente a la sede de Relaciones Exteriores. Al cierre de esta edición, la reunión continuaba a puerta cerrada, y ya se había sumado un representante de la Secretaría de Gobernación.

Durante su recorrido por el extremo derecho del carril central de Paseo de la Reforma, unos 300 braceros de la tercera edad y viudas --"representantes comisionados de 35 mil migrantes mexicanos"-- agrupados en la UCEM presidieron la caminata de casi una hora para pedir que la SRE encabece una gran comisión que integre a representantes del Congreso de la Unión, Banrural y la Dirección General de Población de la Segob, para acceder a los fondos en dólares que generaron en 22 años de trabajo en Estados Unidos.

Entrevistados durante un receso de la caminata, los miembros de la UCEM se unen a la opinión de su líder, el presidente nacional de la organización, Aarón Cabañas: "no queremos saber en estos momentos si se lo gastaron o si lo invirtieron. Según las cláusulas (del convenio que firmaron) los fondos debieron ser devueltos a la gente para que adquirieran implementos agrícolas, para la explotación de parcelas al momento de su regreso, o para que se les entregaran. Nunca se manejó que el gobierno federal podía hacer uso de estos recursos para otros programas y proyectos".

Aarón Cabañas informó que, según estimaciones de organismos e investigadores estadunidenses, los fondos que el gobierno mexicano les retuvo ųproducto de un convenio firmado con EU el 17 de abril de 1944, para permitir el acceso a campesinos mexicanos durante la intervención del país del norte en la segunda guerra mundial--ascienden a 300 millones de dólares, producto de cuatro mil 900 contratos firmados por tres millones de braceros.

En una claúsula de derechos y obligaciones del contrato firmado por el entonces canciller, Ezequiel Padilla, refiere Aarón Cabañas, se especifican descuentos de 10 por ciento de los ingresos de los migrantes

Los braceros y familiares agremiados en la UCEM suman 35 mil campesinos provenientes de 10 estados de la república, sin embargo, cálculos de la organización refieren que aún viven dos millones de ex jornaleros que desconocen esta agrupación y "los recursos que les retuvieron", y por lo menos hay un millón de fallecidos a los que nunca se les reintegraron sus fondos.

Desde 1994, la UCEM nació para regularizar vehículos americanos y apoyar a migrantes, pero a principios de este año surge públicamente en la ciudad de Irapuato con las demandas de dos mil 900 ex trabajadores del campo que "tenían la duda del destino final de 10 por ciento de los fondos de su trabajo en Estados Unidos", refiere el líder. "Aún cuando las autoridades migratorias dicen desconocer el destino de las fichas migratorias de aquéllas fechas", los migrantes guardan celosamente amarillentos pero bien doblados documentos como credenciales, cartas de buena conducta, fotografías, el convenio que firmaron ante autoridades migratorias y del Banco Agrícola, hoy Banrural, y reconocimientos. Todo ello lo muestran a quien se los pide. (Gabriel León Zaragoza y Georgina Saldierna)