Ť Desahogaron su derrota agrediendo a reporteros
La ira terminó cuando Madrazo ofreció cargos a sus seguidores
Ť Reitera que se quedará en el tricolor, porque es su casa
Enrique Méndez Ť Ante todos los coordinadores de su campaña y simpatizantes de su precandidatura, que exigían a gritos una rebelión dentro del PRI, Roberto Madrazo Pintado estableció que no renunciará a su militancia ni abandonará "nuestra casa para que otros la utilicen a su conveniencia". El gobernador de Tabasco con licencia dijo que no ha tenido contacto con Francisco Labastida Ochoa pero que tampoco tiene "el menor deseo" de comunicarse con él, y acotó que más que una operación cicatriz es necesario continuar "luchando por la democracia" en el tricolor.
Ayer, el salón Ballroom del hotel Fiesta Americana estaba abarrotado de madracistas que vieron frustradas sus aspiraciones de obtener un cargo público con Madrazo como candidato, y que por ello sólo esperaban la "línea de nuestro líder", ya fuera para abandonar masivamente el partido o, de plano, tomarlo por asalto.
Madrazo llegó dos horas retrasado a su cita con ellos, e incluso se especuló que había utilizado ese tiempo para entrevistarse con Labastida Ochoa. Los diputados Ulises Ruiz y Jorge Canedo tuvieron que aplacar los ánimos y exigir un "voto de confianza" para el precandidato.
Madrazo dijo a sus huestes: "No vamos a dejar que el PRI cierre espacios y vamos a hacer valer los tres millones de votos en posiciones en municipios, en diputaciones y en senadurías".
Les dio miel. "Dimos la lucha contra el aparato y la fuerza del sistema. Dimos todo nuestro trabajo sabiendo que enfrentábamos los viejos métodos, las viejas recetas. No hay correspondencia entre lo que vimos en la campaña y el resultado electoral, pero hoy se inicia una nueva etapa en la que no estarán solos".
Aseguró que él apenas ha comenzado "la lucha por el cambio democrático", y que, siendo fiel a sus "ideales", no traicionaría yéndose del PRI o con arreglos cupulares la confianza de todos los que votaron por él.
"Sabemos cuál es el tamaño de nuestra fuerza. Yo avizoro que seguiremos luchando para exigir el respeto de los sufragios que ustedes conquistaron. Avizoro un futuro de nuevas oportunidades para todos, espacios políticos para los que creen en el cambio".
Planteó que aun cuando "ninguno esperaba ningún cargo público, sino el cambio del país", él capitalizará en posiciones políticas los votos que recibió de sus "amigos que se jugaron todo en esta campaña".
Al reconocer ya abiertamente su derrota ųsu equipo no asistirá hoy al cómputo distrital y tampoco hará ninguna impugnaciónų, Madrazo subrayó: "No nos venció el aparato público, porque las ideas no pueden ser atropelladas. No nos derrotó el aparato porque no dejaremos nuestra casa para que otros la utilicen a su conveniencia".
Estaba abatido. Forzaba una sonrisa, y contra todo lo que significó ser vencido expresó: "No venimos a llorar la derrota, porque sólo son vencidos los que tienen espacios para ello, y aquí ninguno los tiene".
Sus operadores, los que votaron por él, corearon su apellido con los puños en alto y lo proclamaron su "líder", y hasta "el caudillo del sureste que se enfrentó al monstruo del poder".
El continuó: "Para los que querían vernos con las rodillas frágiles y doblarnos, que vengan a verlos a ustedes. Nuestra fuerza y los tres millones de votos nos respaldan. Sin lugar a dudas vamos a defender y trabajar para que esos sufragios generen un cambio".
Después, en una desordenada conferencia de prensa ųa golpes, sus seguidores pretendieron que no se le entrevistaraų dijo que en los próximos días evaluará si regresa o no a la gubernatura de Tabasco, y que la creación de una corriente dentro del PRI dependerá del impulso que sus simpatizantes sigan dando al esfuerzo democrático dentro del partido.
Enfrentamiento con la prensa
Sus simpatizantes estaban enardecidos ante la derrota, clamaban fraude y exigían "la cabeza de José Antonio González Fernández".
Desilusionados, vencidos, pretendieron cobrarse su desánimo con los reporteros. "šCuleeeros, culeeeros!". "šPrensa vendida!", "šfuera, fuera!" gritaban.
No querían que presenciaran el discurso de Madrazo, de quien sólo esperaban una palabra para iniciar la rebelión. De los insultos pasaron a la agresión física. Una botella de refresco le dio en el pecho a Andrés Becerril, de Excélsior. Un tabasqueño incluso le dio una patada por la espalda y luego corrió.
ųšEso no es de hombres! ųle gritó, al alcanzarlo y sujetarlo del cuello el reportero de El Universal Jorge Teherán. En la trifulca resultaron heridos los camarógrafos de Tv Azteca y de Televisa. El del Canal 40 respondió con su cámara.
Madrazo dio la instrucción de que se permitiera el acceso y el jilguero de su campaña clamó: "Los medios también estuvieron en la cargada, pero los compañeros reporteros no son los responsables, ellos sólo hacen su trabajo".
ųšVendidos, vendidos! šFuera Televisa! ųinsistían los seguidores del tabasqueño, entre risotadas.
ųƑQué, le da mucha risa? ųincrepó un reportero a un anciano que se llenaba la boca con sus gritos de "šculeeeros, culeeeros!".
ųšSí!, Ƒy qué?
ųšPues chingue a su madre!
Entonces se generalizó la bronca. Los seguidores del precandidato que en sus slogans aseguró que él "sí los tenía bien puestos", golpeaban y luego huían. Madrazo ofreció una disculpa, pero ya el pleito provocado por sus simpatizantes había alcanzado niveles de escándalo.
"Fuimos avasallados"
Ante el retraso en la llegada del tabasqueño, los ánimos entre sus simpatizantes se fueron caldeando. Pedro Jiménez, coordinador de logística de la campaña, intentó calmarlos haciéndose también víctima del fraude, e incluso exhibió unas boletas "confiscadas" a Labastida en Coyuca de Catalán, Guerrero, para demostrar el delito.
Javier López, de la Confederación de Grandes Logias Masónicas de la República Mexicana, dijo que tampoco se explicaba la derrota, si "más de 200 mil masones salimos a las calles el domingo a promover el voto y vigilar las casillas".
Entonces, los priístas derrotados por sus propios compañeros de partido gritaron consignas que hasta ahora sólo han escuchado a la oposición: "šRepudio total, al fraude electoral! šRepudio total..!".
Una lideresa de los Comerciantes en Pequeño contó el cuento de la sorda para advertir que debían seguir respaldando a Madrazo: "Estaban 10 mujeres ante San Pedro, y él les pidió que diera un paso adelante la que en vida hubiera engañado a su marido. Nueve dieron el paso al frente y San Pedro le dijo a un ángel: 'a éstas me las mandas al infierno, y a la pinche sorda también'. Entonces ųdijo la lideresaų si vamos a jugárnosla con él, vamos, si no ya nos podemos ir al infierno todos de una vez".
Muchas voces pidieron que hablara Ulises Ruiz, el operador de la campaña. La del domingo, dijo el diputado, "fue una elección de Estado, inequitativa, en la que fuimos avasallados. No se vale que entre compañeros de partido nos hayan visto la cara, pero vamos adelante, y a esperar la línea de Roberto. Este movimiento social no se va a detener nunca, pero no debemos dilapidar su capital político, él apoyará a quienes se solidarizaron con él y hará un recorrido nacional para aterrizar esta fuerza política."
El legislador priísta insistió en que su jefe no buscó "ni chamba ni cargo político", y que no aceptará que le ofrezcan diputaciones ni senadurías "para levantarle la mano al fraude".
Luego, el diputado Jorge Canedo, suplente de Ruiz ante la Comisión del Proceso Interno, dijo que la fuerza de Madrazo representa "más de los tres millones de votos que le arrancamos a la cargada", y ante la exigencia del tabasqueño encabezara una rebelión interna, subrayó: "Aquí nadie se va a rajar ni se va a echar para atrás. Ni Labastida ni el aparato se la van a acabar con este movimiento social que representa Madrazo. No les tenemos miedo, pero tampoco debemos dejarles el camino. Los que se tienen que ir del PRI son ellos. Esta es nuestra casa".
Guillermo Zúñiga Martínez, representante en Veracruz del gobernador de Tabasco con licencia, reflejó el ánimo de los madracistas: "Este ambiente está listo para la insurgencia, para atacar al PRI, al gobierno y a Francisco Labastida. šVamos a rescatar el partido!". Cuando llegó Madrazo y les ofreció cargos públicos, todos se olvidaron de sus iras.