Ť Partidarios de Portillo controlarán el Congreso
Ex uniformados represores, en la bancada electa del FRG
Ť La izquierda guatemalteca no apoyará a nadie en la segunda ronda
Blanche Petrich, enviada, Guatemala, 9 de noviembre Ť Aunque el candidato ganador de la primera vuelta de las elecciones presidenciales del domingo pasado, Adolfo Portillo, tendrá que esperar aún la segunda ronda electoral del 26 de diciembre para asegurar su triunfo, su organización política, el derechista Frente Republicano Guatemalteco (FRG), ya arrasó con la mayoría de los escaños del Congreso y con sus 64 diputados electos no necesitará alianzas ni negociaciones para dominar todas las decisiones del Poder Legislativo.
De los 113 curules de que se compone el Parlamento, el partido opositor Avanzada Nacional (PAN) ganó 37 puestos y Alianza Nueva Nación (ANN) obtuvo 10.
Aunque el candidato panista Oscar Berger confió en que la elección de este domingo deja un marcador de "0-0" y que la verdadera elección será la segunda vuelta, parece difícil que el PAN pueda remontar solo los 17 puntos porcentuales que lo separan de la que resultó ser la primera fuerza electoral.
Portillo, del FRG, obtuvo un millón 23 mil votos, un caudal histórico si se considera que los presidentes anteriores nunca rebasaron los 700 mil votos.
Vinicio Cerezo ganó en 1985 con 640 mil sufragios, Jorge Serrano en 1991 con 375 y Alvaro Arzú, actualmente en funciones, con 585 mil votos.
El tema que surge ahora es el de las alianzas para la segunda vuelta, pero en realidad no parece que ninguno de los amarres posibles en el escenario guatemalteco represente para cualquiera de los dos contendientes un factor de gran importancia.
Por lo pronto la nueva tercera fuerza electoral, ANN, que incluye como fuerza principal a la ex guerrilla Unión Nacional Revolucionaria Guatemalteca (UNRG), ya anunció que no apoyará a "ningún partido de derecha".
El candidato de ANN, Alvaro Colom, quien resultó ser la verdadera sorpresa del proceso ya que logró levantar como alternativa a la alicaída izquierda, retó a sus dos contrincantes ganadores a que en la nueva campaña que se avecina se debatan los temas de fondo de la alternancia en el gobierno y se deje a un lado lo que aquí se llama "campaña negra", es decir, la descali- ficación y los insultos que abundaron en la primera fase del proceso electoral.
A su vez, la futura diputada aliancista Nineth Montenegro, viuda de un sindicalista desaparecido y luchadora por los derechos humanos, aseguró que ANN dejará en libertad a su militancia para que vote como quiera o se abstenga.
Con esta declaración salió al paso de especulaciones en el medio político que apuestan a que los ex comandantes de la URNG negocian "bajo el agua" el apoyo de su militancia al candidato del PAN.
Pero al margen de lo que ocurra con el Poder Ejecutivo, en el Poder Legislativo las cartas ya están echadas: el general retirado Efraín Ríos Montt, golpista y señalado como uno de los más sangrientos militares en la larga cadena de regímenes cas- trenses de la historia reciente guatemalteca, vuelve por sus fueros al poder y con un gran margen de acción.
Mientras, en la bandada electa eferregista destacan las siguientes "joyas":
--General retirado Byron Barrientos, quien fue oficial de más alto rango en las filas de la inteligencia militar (conocida como el G-5) durante los gobiernos de Romeo Lucas García y Ríos Montt. Fue responsable de liquidar a los reductos urbanos de las fuerzas insurgentes de aquella época.
--General retirado Arturo de la Cruz, alto oficial del G-5 en la Alta Verapaz, quien fue encargado de diseñar las políticas de reconcentración de la población desplazada por las masacres en aldeas modelo donde era sometida a un intenso control y adoctrinamiento. Fue electo precisamente como representante por Alta Verapaz, escenario de grandes matanzas.
--General Juan Santa Cruz Tecú, retirado, responsable de la organización de grupos paramilitares y de inteligencia militar en Baja Verapaz.
--Comandante Aníbal Méndez Cabrera, director de la Policía Nacional durante el gobierno de Vinicio Cerezo.
--General Luis Felipe Miranda Trejo, quien ideó y diseñó el modelo de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) implementadas durante el gobierno dictatorial de Ríos Montt y que funcionaron como punta de lanza de la contrainsurgencia en zonas campesinas hasta fines del gobierno de Serrano Elías.
Las PAC eran grupos de campesinos habilitados como tropas paramilitares y como guías de las brigadas militares que incursionaban en zonas con influencia rebelde, y se les atribuye haber colaborado y ejecutado gran número de violaciones contra los derechos humanos, además de que los patrulleros fueron a su vez víctimas de muchos abusos por parte de sus superiores dentro del ejército.
La disolución de las PAC constituyó en su momento una señal importante de la voluntad de pacificación del gobierno, sin embargo hay referencias de que núcleos de las PAC se han vuelto a reagrupar precisamente al calor de la campaña electoral de Alfonso Portillo.