Ť Se reunió con la jerarquía católica del país
El papel de la Iglesia no está a discusión, dice Diódoro Carrasco
Ť Prometió tolerancia en conflictos como Chiapas y la UNAM
Alma E. Muñoz, Lago de Guadalupe, Cuautitlán Izcalli, Méx., 9 de noviembre Ť El papel de la Iglesia en México no se discute, "la ley es muy clara en ese sentido" y no está sujeta a interpretación, acotó ayer el secretario de Gobernación, Diódoro Carrasco Altamirano, después de reunirse con la jerarquía católica del país en las instalaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Ante los obispos, el responsable de la política interna del país señaló que en estos momentos, la situación entre la Iglesia y el Estado "se inscribe perfectamente dentro del marco de la ley" y de cara al fin de siglo, reconoció, hay un avance importante en la relación entre ambas instituciones, basada en un contacto continuo, "de principios muy claros y que ha permitido que cada uno haga y cubra su función y responsabilidad".
En el marco de la 67 asamblea plenaria de la CEM, y como parte de las entrevistas que sostiene el clero para emitir su documento "La realidad del México contemporáneo y sus exigencias pastorales", Diódoro Carrasco les brindó a los religiosos explicaciones sobre la seguridad, los derechos humanos, Chiapas, la situación política del país, la democracia, la justicia, la desigualdad y la aplicación del gasto social. Es decir, "temas de carácter general que tienen que ver con preocupaciones no de coyuntura, sino con la concepción misma de cómo se visualizan y se atienden por parte del gobierno".
Bajo este entorno, el secretario de Gobernación expuso que acudió a una invitación de la CEM para ahondar en dichos asuntos sobre los cuales, indicó, incluido el conflicto de la Universidad Nacional Autónoma de México, se actuará con "tolerancia, respeto a la ley, comunicación, diálogo, colaboración y corresponsabilidad", por constituir "temas fundamentales en la agenda política nacional".
A puerta cerrada, los representantes de ambas instituciones charlaron por espacio de casi tres horas, dentro de las cuales Carrasco Altamirano recibió las reflexiones que hasta el momento ha hecho la Iglesia, pero dejó en claro: "No me plantearon preocupaciones. Los temas que conversamos tienen que ver con concepciones de carácter general, sobre temas profundos en la vida política del país que tienen que ver con los escenarios para el próximo siglo y el próximo milenio".
A la salida de la reunión, Carrasco externó que a los obispos les ratificó la postura gubernamental de mantener el respeto a la ley y el diálogo primordialmente y estableció en este contexto que no hubo intercambio de palabras ante una posible intervención de la Iglesia en asuntos políticos.
"La ley es muy clara --precisó-- en ese sentido. No está sujeta a discusión ni a interpretación". En este ámbito, reiteró, "hemos venido a atender esta invitación y pudimos conversar de muchos de los temas que la Iglesia católica hoy está planteando".