* Se vulneró el principio de inamovilidad, señala
Descarta Roccatti impugnar el procedimiento para sustituirla
Jorge Cisneros Morales * La presidenta saliente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Mireille Roccatti, anunció que no impugnará el procedimiento mediante el cual el Senado de la República decidió remplazarla por el jurista José Luis Soberanes. No obstante, dijo que la medida tomada por los legisladores "vulnera el principio de inamovibilidad" que es fundamental para cualquier ombudsman.
Roccatti Marseille consideró que la autonomía conferida a la comisión por la reforma al artículo 102 constitucional representa un avance para el fortalecimiento de la institución; sin embargo, acotó que al no respetar el principio universal de permitir que el titular de la CNDH terminara su mandato, "se sentó un precedente adverso en perjuicio de la figura del ombudsman mexicano".
Cautelosa, la funcionaria se resistió a afirmar que el Senado hubiera violado la autonomía del organismo; simplemente expresó que el pronunciamiento de los legisladores ocurrió antes de que entrara en vigor la autonomía de la comisión.
Al preguntársele si se sentía sacrificada como resultado de algún juego político debido al manifiesto rechazo a su ratificación expresado por los senadores panistas, respondió que ella no cayó en ningún manejo de esa índole y rechazó ser una víctima. Aunque aceptó someterse a la decisión del Congreso, aseveró que en el proceso aparecieron contradicciones ya anticipadas por ella.
"Me pronuncié --subrayó-- desde un principio señalando, como jurista, mi criterio sobre esa reforma y sobre el artículo tercero transitorio, Lo previne hace más de un año en la Cámara de Diputados. Nunca fuimos escuchados, ni en ese recinto ni en el Senado. Lamentablemente los sucesos se dieron mediante contradicciones entre ellos mismos, pero finalmente llegaron a un acuerdo por una gran mayoría y ese acuerdo debe ser respetado. El Senado representa la mitad del Poder Legislativo y tomó una determinación que debe ser respetada".
Cuestionada insistentemente en torno a una probable violación de la autonomía del organismo por parte del Senado, expresó que existe un peligro de atentado contra la independencia de la CNDH si se repite un proceso similar a éste. En ese sentido, negó que sea peligrosa la facultad de la Cámara de Senadores para designar al presidente de la comisión, pero sí estimó inadecuado el procedimiento seguido porque no respetó la inamovibilidad "que es un principio universal".
Roccatti dijo estar "contenta y satisfecha del trabajo realizado" y consideró que durante su gestión se cumplió ampliamente con las metas trazadas "más allá de lo que nos habíamos propuesto". A su partida, indicó, la institución cuenta un perfil "sólido, moderno, ágil, con un mínimo de rezago", porque dijo haber recibido el cargo cuando existía un rezago superior a 600 expedientes pendientes, cantidad que se redujo a 130 al concluir su responsabilidad.
En este periodo se fortaleció la CNDH al intensificarse las actividades de difusión y defensa de los derechos humanos; además se recibieron más de 20 mil 500 quejas y se atendieron 5 mil casos de orientación, afirmó.
Durante los dos años y diez meses de su mandato se emitieron 346 recomendaciones por diversas violaciones a las garantías individuales, la mayor parte de ellas al sector salud a causa de negligencias médicas. En orden descendente, las instituciones que recibieron mayor número de recomendaciones fueron la Procuraduría General de la República y la Secretaría de la Defensa Nacional, a la cual se enviaron 11, y el gobierno de Chiapas "que recibió mucho más de esa cifra".
Cuando se le recordaron las críticas hacia su gestión por la tolerancia que mostró respecto al Ejército, se remitió a su informe rendido en 1998; en él, sostuvo, "le pedí al Presidente de la República que en la medida que se fuera avanzando en el diálogo en Chiapas, sería importante que los destacamentos del ejército se fueran replegando para permitir que la vida comunitaria de los indígenas retomara su sentido".