* Opinión de habitantes de zonas fronterizas
Se generalizan las políticas de discriminación a migrantes
* El problema afecta a mexicanos y a centroamericanos
La migración y la militarización de las fronteras nacionales son consecuencias directas de la globalización, problemática que afecta a países como Estados Unidos pero que comienza a "regionalizarse con políticas bárbaras" en naciones pobres, concluyeron ayer representantes de organizaciones civiles mexicanas y estadunidenses que participaron en el Encuentro de Fronteras, celebrado en el Museo Nacional de Culturas Populares.
Durante tres días, los asistentes, quienes residen en su mayoría en las fronteras norte y sur de México, discutieron sus experiencias respecto a los problemas de la migración y la militarización que se viven en estas regiones.
El representante del Comité de Barrios de San Cristóbal, Martín Ramón Hidalgo Pérez, expuso que la frontera sur de México está completamente abandonada, mientras que la del norte es más observada por organizaciones de derechos humanos que se encargan de denunciar violaciones a migrantes por parte de la Patrulla Fronteriza estadunidense.
Explicó que tanto en las fronteras de Estados Unidos como en las de México hay problema de militarización, como consecuencia de la migración, pero la situación en nuestro país es más grave. Este fenómeno, aseveró, obedece a la necesidad de un sistema económico capitalista para controlar y destruir identidades.
Ante los representantes de los organismos no gubernamentales, Hidalgo Pérez aprovechó para denunciar el caso de su hermano José, secuestrado el 10 de junio pasado en San Cristóbal de las Casas por un ex teniente de "inteligencia militar", de nombre Juan López Vázquez.
Hasta el momento, agregó, José Hidalgo Pérez se encuentra desaparecido, y aunque se levantó una averiguación previa (AL40/0607/99), las autoridades quisieron cerrar el caso al presentar a la familia un cráneo descarnado con la marca de un tiro de gracia, sin exponer pruebas de que se trata del secuestrado. Esto es una muestra del acoso hacia las poblaciones por parte de militares, señaló.
En tanto, Fernando García, del Comité de los Amigos Americanos, de El Paso, Texas, expuso que el encuentro reunió a organizaciones que no tenían contacto previo, aunque trabajaron en la creación de un espacio de diálogo sobre temas comunes, en este caso la globalización y sus consecuencias, entre ellas la migración y la militarización.
Añadió que en las mesas se llegó a conclusiones como el que las políticas migratorias represivas y discriminatorias, que se suponía existían sólo en Estados Unidos y que forman parte del proceso de globalización, se ven ahora con los mismos signos en la frontera sur de México, principalmente contra personas que llegan de Centroamérica.
"Hay un proceso de regionalización de políticas, pero políticas bárbaras, que se aplican en ambos lados de la frontera", señaló García. En el caso de Estados Unidos, abundó, se observó que la protección de fronteras y el proceso de contención de flujos migratorios son parte del proceso productivo de la globalización, en el sentido de que se crea un ejército de desempleados que pueden ser usados después por medio de programas de braceros.
Por otro lado, dijo, es irónico que esta globalización produce la migración y, para contener a la misma, se militarizan las fronteras con sus consecuencias en las violaciones a los derechos humanos. (José Juan de Avila.)