Ť Encuentro de creadores literarios iberoamericanos


Conformar centros de escritores, entre los acuerdos en Michoacán

Ť Portugal, la próxima sede Ť La asociación se instalaría en México

Arturo Jiménez, enviado, Morelia, Mich., 14 de noviembre Ť Con el acuerdo de crear centros de escritores iberoamericanos en todos los países de esas regiones ų"para no ser invadidos por el imperialismo de la lengua inglesa", como dijo el portugués Luís Filipe Sarmentoų, concluyó ayer por la tarde el tercer Encuentro Iberoamericano de Creación Literaria.

El grato sabor, cada vez más contundente, de que las lenguas española y portuguesa tienen mucho que decirse, al oído y en público, ha sido uno de los resultados implícitos, pero más importantes de este encuentro que duró cinco días en la ciudad de México, Morelia y Pátzcuaro.

''Tenemos la magia de la palabra y a los mejores escritores del mundo. Tenemos todo lo que tienen los demás, pero también la magia de transformar la tradición en futuro", señaló Sarmento, nuevo presidente de la Asociación Iberoamericana de Escritores, en sustitución de la mexicana Mónica Lavín, quien se integra al consejo directivo.

Y entre los resultados explícitos, además de los centros de escritores mencionados, está la de que a partir del próximo encuentro, a mediados del año 2000 en Portugal, se entregará el premio literario Fernando Pessoa.

Otro acuerdo, aún por confirmar, es el de que la sede internacional de esa asociación se instalaría en México, probablemente en la ciudad de Morelia, con el apoyo del Instituto Michoacano de Cultura, comentó el mexicano León Guillermo Gutiérrez, organizador del encuentro fundador en Austin, Texas, en 1996, pero que no se numeró. Otra opción de sede sería la Fundación Pablo Neruda, en Santiago de Chile, agregó.

Con Sarmento, Lavín y Gutiérrez, el resto del consejo directivo quedó conformado por el chileno Andrés Morales, el peruano Miguel Angel Zapata, el mexicano Juvenal Acosta y el uruguayo Eduardo Espina, quien fue elegido como vicepresidente.

Dentro de un año, ya como presidente, Espina podría ser el organizador del encuentro del 2001 en su país, pues el acuerdo es que el encargado del segundo puesto pase a ocupar el primero. Espina se encargó de la conferencia final con la ponencia "La felicidad del mundo digital", comenzada con la inquietante pregunta: "ƑHa servido de algo todo lo leído?".

Durante la clausura, luego de recordar "el banquete de las palabras" referido por Hugo Gutiérrez Vega, la presidenta saliente, Mónica Lavín, dijo: "Regresamos a casa gratamente heridos de poesía y amistad".

Mientras, Gaspar Aguilera, encargado de Literatura del Instituto Michoacano de Cultura, habló de la palabra como instrumento necesario ante el vacío y, en referencia de los ángeles cinematográficos de Wim Wenders, indicó que lo importante queda en la palabra escrita.

Glauco Ortalano, brasileño abatido por la altura y la contaminación de la ciudad de México, después de cantar un soneto de Vinicio de Moraes, leyó un texto escrito por la madrugada y dedicado a Lavín, a sus compañeros y a las tierras michoacanas. En él, los aztecas le arrancan no el corazón, sino los pulmones. Y al final: "Hay de todo en Michoacán, pero sólo faltaba algo, faltaba yo. Pero ya me tiene, y ahora hay de todo en Michoacán".