Ť La fiesta se prolongó hasta casi las 6 de la mañana
Con Guantanamera concluyó el Festival Internacional del Caribe
Ť Celina González y Cachao también intervinieron en la clausura
Merry Mac Masters, enviada, Cancún, QR, 14 de noviembre Ť Tremendo fin de fiesta. Con el último teclazo que Wilfredo Naranjo Pachi, director de la Orquesta Original de Manzanillo, dio a Guantanamera, concluyó hoy el Festival Internacional de Cultura del Caribe, a las 5 horas con 43 minutos en la Plaza de la Reforma.
Todo lo que pudo haber faltado en las tres veladas musicales anteriores lo hubo anoche. (El viernes, por ejemplo, la fiesta terminó a la una y media de la mañana, y los presentes se quedaron con las ganas). Fue un programa fuerte el de la clausura: Celina González, Israel López Cachao y la Original de Manzanillo. También la Orquesta de Pérez Prado, un grupo de músicos jóvenes de Belice y la sonera panameña Yomira John. El festival, por cierto, concluyó como empezó: con la visita de Tláloc.
Al mismo tiempo se había organizado un baile (de 300 pesos el boleto) en el Centro de Convenciones, que anunciaba a Albita, Chico O'Farrill, Isaac Delgado y Oscar D'León. ƑA cuál irle? La respuesta resultó más fácil de lo que uno se imaginaba. En el Centro de Convenciones, Chico ya se iba sin haber tocado, porque lo citaron a las ocho de la noche y cuando llegó no había atriles. Pero luego se dijo que se había suscitado un problema con Albita, de visible mal humor, que sólo cantó 40 minutos. De hecho, su Santa Bárbara fue una pálida sombra frente a la de Celina González que estaba por actuar en la popular Plaza de la Reforma.
Acompañado de su hijo Lázaro ųtambién hay un nieto en el grupoų, la inigualable cultivadora del punto cubano dejó oír esa voz fresca y clara que la caracteriza. Cuando Lázaro entonaba Soy latino, Froylán López Narváez, director del festival, que estaba sentado en primera fila, no se aguantó. Subió a la tarima y sacó a bailar a Celina, a quien calificó de "leyenda" de la música cubana.
Cachao tocó hasta pasadas las dos y media de la noche. A diferencia de otras participaciones del bajista en México, sólo tres de los músicos venían de la capital. Muchos del público se habían quedado precisamente para escuchar a quien el musicólogo cubano Leonardo Acosta había definido esa tarde, en la presentación del libro fotográfico Son de Cuba, de Tomàs Casademunt, ''hizo cantar al contrabajo''.
Autor de "más de 3 mil composiciones", Cachao ya había tocado Como mi ritmo no hay dos, Mambo, Lluvia, viento y caña, cuando empezó a llover. Mientras los asistentes corrían para cubrirse, el músico siguió adelante. Por fortuna la lluvia sólo duró diez minutos. Se le vio relajado y contento. El público pidió "otra" en tres ocasiones y les complació.
Sólo faltaba escuchar a la Original de Manzanillo. Empezaron su turno a las 4:15 horas. No pudo haber sido más apropiado el número que reza "acabo de llegar al baile, acabo de llegar a la fiesta". Los cinco cantantes de esta charanga no dejaron caer el ánimo del público. Ofrecieron una mezcla de temas propios con clásicos como Pachito eché, La múcura, Mamá, son de la loma y El bodeguero. El violinista del grupo de Cachao, un uruguayo de nombre Federico, subió a "echar la paloma". Uno de sus colegas de la Original se la pasó sacándole fotos en plena actuación. También solicitaron ''la trompeta de Pachú'', al rato se hizo presente un niche gordito.
Ya empezaba a amanecer, lo que se prestó a la inspiración, "no se puede negar, es una mañana original". A las 5:35 López Narváez dio por terminado el festival. Cabe decir que a las nueve de la noche anterior hubo una clausura "oficial", en la cual estuvieron la canciller mexicana, Rosario Green; Rafael Tovar, presidente del CNCA, y Joaquín Hendricks, mandatario estatal. Y la Original todavía ofreció una más: la Guantanamera.
Entrevistado, López Narváez, director general de la asociación civil Festival Internacional de Cultura del Caribe, dijo que lo importante de ese esfuerzo es que "se volvió a abrir con el espíritu original de diversidad cultural". Reconoció que hubo "varias fallas, fundamentalmente de logística. No se logró sincronía suficiente en la operación de llegada, alojamiento y traslado de nuestros invitados. Entendemos muy bien, aunque lamentamos ampliamente. No había la organización regional suficiente para esta tarea excepcional". Agregó que ahora queda "revisar qué pasó", así como ver las "posibilidades que hay".