Ť Ni injerencia ni sabotaje; es sólo una disposición a escuchar, dice la canciller


Reunión de Green con el líder disidente cubano Elizardo Sánchez

Ť Estas cumbres no son esterilizadas ni el gobierno de México practica una diplomacia de marfil, señala

David Aponte, enviado, La Habana, 14 de noviembre Ť Por primera vez en la historia de las relaciones México-Cuba, la canciller Rosario Green Macías sostuvo en la capital cubana una reunión de poco más de 20 minutos con el líder disidente Elizardo Sánchez, para escuchar sus puntos de vista sobre la situación de los derechos humanos y políticos en la isla caribeña.

Antes del inédito encuentro, la jefa de la diplomacia mexicana afirmó que esto no representa una injerencia de México en los asuntos cubanos, ni un intento por "sabotear" la Cumbre Iberoamericana, ni que se transforme en una "sombra" que empañe la relación bilateral.

Las autoridades cubanas fueron avisadas de esta reunión, que sólo tuvo el objetivo de escuchar al representante de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN). El gobierno de México escucha a muchas personas de todos lados y no practica una "diplomacia de marfil", argumentó Green.

En una breve visita al centro de prensa internacional, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, no quiso hacer comentarios sobre la reunión Green-Sánchez. "Estoy en otras actividades", argumentó, cuando dos periodistas mexicanos le pidieron la reacción del gobierno de Cuba.

Entrevistada a su llegada a La Habana y momentos antes de su reunión con Elizardo Sánchez, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recordó que el gobierno de México no ha variado su política de no interferir en asuntos internos de otros países, consagrada en el artículo 89 de la Constitución, "de la misma manera nosotros estamos en contra de cualquier acto de injerencia en los asuntos internos".

"De ninguna manera puede o debe interpretarse esta reunión como un cambio o detrimento de los principios de la política exterior de México, que son muy claros en su artículo 89.

En calles de la capital de la isla, letreros alusivos a la demanda que el gobierno de Fidel Castro interpuso contra el de Estados Unidos por los da–os que le ha provocado el embargo econ—mico "Pero de la misma manera que autoridades cubanas, desde el presidente Castro hasta otros, conversan con distintos sectores de la sociedad mexicana, cuando éstos vienen a Cuba o las autoridades van a México, creo que el final del Siglo XX está marcado en este ambiente político de apertura a conocer puntos de vista distintos y escuchar otras cosas.

"Lo he conversado con el gobierno de Cuba. No hay ninguna sorpresa y no tiene ningún impacto ni habrá de tenerlo en la normalidad de las relaciones entre nuestros países. De ahí que estas cosas hayan podido ser conversadas a tiempo entre las dos cancillerías. Así es que de ninguna manera es un cambio. No implica una injerencia, es solamente una disposición a escuchar los puntos de vista, cosa que México ha hecho tradicionalmente", sostuvo Green.

ųƑCómo podría el gobierno cubano interpretar la reunión, cuando ese gobierno considera a los disidentes como contrarrevolucionarios y saboteadores de la Cumbre Iberoamericana?

ųYo realmente no he recibido ninguna indicación, ni de uno ni de otro lado, de que esto podría ser interpretado como un acto de sabotaje de cualquiera de nosotros a la cumbre. Nosotros creemos profundamente en el contenido de la reunión. Estamos satisfechos de la participación tan amplia de los 21 países, de la presencia de Cuba. Y ningún acto que pueda tener lugar en este entorno como mis conversaciones con Sánchez debe ser interpretado como sabotaje. Lo que queremos es fortalecer la unidad latinoamericana.

ųEl encuentro es inédito. En el periodo revolucionario no se había dado una reunión de un canciller mexicano con un miembro de la disidencia cubana.

ųNo, no ha había sido solicitada y yo vine a Cuba en visita oficial el año pasado. Pero en esta ocasión me la solicitó (por medio de una carta) el señor Sánchez. Por otro lado, quiero decirles que tradicionalmente en la cumbre encontramos todo tipo de manifestaciones, que hablan del espíritu eminentemente democrático de la reunión, en la cual se dan muchas expresiones. Estas cumbres no son higiénicas o esterilizadas, donde no hay contacto con las poblaciones.

"Entonces, no hay más diplomacia de torre de marfil. La que hay es abierta, participativa, no se queda en el recinto presidencial, sino que va a la calle, habla con gente. Creo que se ven cada vez más este tipo de acontecimientos y qué bueno: esto habla de nuestra madurez y fortaleza, y de la forma como hemos ido dándole un cuño muy distintivo a nuestros ejercicios de diplomacia popular".

La canciller destacó los excelentes vínculos entre Cuba y México, entre los presidentes Ernesto Zedillo y Fidel Castro, "así es que no hay ninguna sombra que empañe este horizonte de espléndida relación que llevamos".

"Hay que ser muy cuidadosos de no buscar lo que no hay. No hay un cambio en las relaciones entre México y Cuba. No hay un acto de injerencia en este tipo de cuestiones. Creo que las relaciones con Cuba están más firmes que nunca", insistió.

Por otro lado, mencionó que las autoridades mexicanas no han recibido de sus contrapartes cubanas alguna manifestación de descontento por la reciente reunión del presidente Zedillo con el exiliado Carlos Alberto Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana. "Esto no ha tenido ningún impacto ni repercusión, y ahí está el presidente Castro recibiendo a Zedillo al pie de la escalinata del avión", agregó.

Al concluir la reunión con Green, Sánchez aceptó dialogar con la prensa a la entrada de su casa, en el barrio habanero de Playa: "No tenía confirmación, pero vino un auto de la embajada y me llevó a la residencia", indicó.

"La reunión, en la que expuse la situación de los derechos humanos y civiles en Cuba, representa el compromiso y solidaridad de México con todos los cubanos en este tema," explicó. Renuente a referirse a la respuesta de Green, consideró que "el discurso más elocuente es la entrevista en sí misma".

Por lo demás, dijo no creer "que haya que esperar algo espectacular. Creo que el encuentro se dio para confirmar este compromiso tradicional de México con las mejores causas del mundo y esto renueva mis esperanzas en cuanto a que podremos seguir contando con la solidaridad de México, todos los cubanos: gobernantes y gobernados".

Sánchez entregó a la canciller Green una copia de la declaración de los grupos disidentes cubanos emitida la víspera, la denominada Todos Unidos, en la cual exigen la liberación de todos los prisioneros y detenidos por motivos políticos, como un paso de justicia y muestra de buena voluntad por parte del gobierno de Cuba para transitar hacia la reconciliación y renovación de la sociedad cubana.

Previo a este encuentro con Green, Sánchez sostuvo dos reuniones con el embajador de México en La Habana, Pedro Joaquín Coldwell, quien preparó la inédita reunión de este domingo entre la canciller y el disidente.