Ť Prevén deslizamiento del peso y alza de tasas por la incertidumbre política


No preocupa a inversionistas que gane la oposición: Manuel Robleda

Ť El mercado bursátil no está inflado y puede crecer más, afirma

Ť La economía, más preparada para resistir una contingencia

Antonio Castellanos /I Ť Manuel Robleda, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores, afirmó: ''Cualquiera que sea el resultado electoral del 2 de julio, se tiene la seguridad de que serán elecciones limpias. Esa apertura a una plena democracia está cayendo bien y a los inversionistas nacionales y extranjeros; no les preocupa que sea de la oposición quien resulte triunfador en el 2000''.

Comentó que una caída del mercado de Nueva York es remota, pero no imposible; México resultaría afectado. ''No habría mercado en el mundo donde no hubiera un impacto, un ajuste'', pero ''nuestro mercado no está inflado y tiene todavía muchas posibilidades para crecer''.

Robleda, quien dirige un mercado en el cual se operan diariamente un promedio de 80 millones de acciones por un valor de mil 200 millones de pesos, dijo a La Jornada, que hay confianza: ''los que invierten no tienen temor; al contrario: ven lo que hacía falta, democracia, y ese es un gran mérito''.

En la bolsa se percibe en primer lugar que la política económica ''se maneja correctamente; está dando resultados, como lo indican las variables y diversos indicadores. No sé qué ocurra en el PRI. Lo que sí veo es un comportamiento positivo del mercado''.

En su despacho privado del Centro Bursátil, Robleda subrayó que en lo político ya hay antecedentes de cambio. Esto le dice a los inversionistas nacionales y extranjeros que, cualquiera que sea el resultado, se puede tener la seguridad de que los comicios serán transparentes.

--ƑLes preocupa que gane la oposición?

--Yo creo que no. El resultado es la condición base de una verdadera democracia, y la visión que se tiene frente al 2000 es la que tiene el gobierno federal, de un crecimiento sostenido.

ƑQuién le teme a Greenspan?

''Indudablemente, le podemos dar crédito a las estimaciones gubernamentales y de las consultoras. Ya han hecho sus estimaciones y ahora, en la reciente Convención del Mercado de Valores, el secretario de Hacienda y el gobernador del Banco de México, José Angel Gurría y Guillermo Ortiz, hicieron sus proyecciones. Coinciden con las de las consultoras privadas''.

--Alan Greenspan, presidente de la Reserva Federal, habló recientemente de una burbuja en el mercado bursátil.

--Greenspan habla desde hace muchos años. En algunos casos pretende crear conciencia y llama a los inversionistas a la prudencia, pero no le hacen caso.

--ƑEs posible una caída estrepitosa en el mercado de Nueva York?

--En estos negocios siempre hay un factor de riesgo. En el caso de México habría impacto. Si hay una caída violenta en Nueva York no hablaría de México, sino de todo el mundo. El mayor efecto se daría en mercados inflados, que no tengan un adecuado sustento.

''No sería el caso de México. Aquí --subrayó Robleda-- el mercado está mejor posicionado; sus aspectos fundamentales son más sólidos. No está inflado y en los reportes al tercer trimestre vemos una evolución muy satisfactoria de las utilidades de las empresas.''

El directivo de la BMV aseguró que este mercado tiene un gran potencial de ganancia y de crecimiento; además, el mercado de Estados Unidos es sólido y hay margen para crecer. Prueba de ello, explicó, es que la participación de los inversionistas ha colocado al Indice de Precios y Cotizaciones por encima de 6 mil puntos.

Información de la Secretaría de Hacienda señala que la volatilidad del índice Dow Jones durante el tercer trimestre incidió negativamente en el mercado mexicano. Pese a ello, las expectativas favorables de inversionistas extranjeros sobre el futuro de la economía nacional propiciaron una importante entrada de capitales al mercado accionario.

En el tercer trimestre el flujo de recursos externos hacia el mercado nacional ascendió a 2 mil 978 millones de dólares, cifra superior a los 838 millones de dólares captados en el segundo trimestre.

Ť Podrían posponer proyectos mientras se define el panorama

Antonio Castellanos Ť Las consultoras Standard and Poor's y Bursamétrica advirtieron, en un informe distribuido entre inversionistas nacionales y extranjeros, que si el próximo año ''la incertidumbre política prevalece los empresarios interrumpirán o pospondrán sus inversiones hasta que se defina el panorama con el próximo gobierno''.

En un escenario de este tipo, el cual consideran probable, el peso se depreciaría aún más rápido, la inflación revertiría su tendencia descendente durante el segundo semestre y las tasas de interés subirían más porque la política monetaria se haría más restrictiva y porque el mecanismo automático de ajuste se basa en un esquema de flotación

En este caso, la inflación terminaría entre 12.2 y 12.76 por ciento; el tipo de cambio cerraría en 10.89 pesos por dólar y el crecimiento sería menor, para situarse en 3.6 por ciento. Obviamente, con un peso más débil y menor crecimiento, agregan los especialistas de las consultoras, el déficit en cuenta corriente sería menor.

En el otro escenario, destacan, lograr una inflación de 10 por ciento como máximo dependerá del comportamiento del tipo de cambio, que estará asociado a que los inversionistas no perciban riesgos de crisis sexenal.

Señalan que en la medida que los inversionistas confíen en que la transición democrática irá aparejada a una política favorable a sus planes de inversión, la depreciación del peso sería muy moderada a lo largo de todo el año.

En este escenario optimista, la reforma económica, que se estancó en la segunda etapa del gobierno de Zedillo, toma un ''segundo aire'', e incluso algunas propuestas de ley que se atoraron en la actual Legislatura podrían aprobarse en la siguiente.

Al respecto, recuerdan que hay una parte del gobierno (septiembre-noviembre del 2000) en el cual el gobierno de Ernesto Zedillo podrá volver a impulsar algunas iniciativas con un Congreso renovado.

En este escenario, la inflación sería de 9.74; el dólar cerraría el próximo año en 10.245 pesos y el crecimiento se acercaría a 4.5 por ciento, impulsado por la inversión y el consumo privados. Esta es una perspectiva muy parecida a la del gobierno, pero con menos probabilidad que la planteada inicialmente.

Los analistas esperan que la inflación en noviembre será de 0.51 por ciento, si se incluyen los aumentos anunciados al azúcar, refrescos y huevo y la posibilidad de que aumenten las tarifas de teléfono.

Puesto que la inflación acumulada hasta octubre es de 10.22 por ciento, debajo de lo previsto por el Banco de México, las autoridades de comercio tienen ''gran margen de maniobra'' para permitir algunas alzas y controlar el crecimiento de precios el próximo año.

Concluyen: ''La otra opción, la más viable, es que el gobierno sugiera a los empresarios detener alzas y de esa manera bajar lo más posible la inflación en 1999, lo que además contribuiría a recuperar confianza en las autoridades monetarias y a reducir la inercia inflacionaria, contribuyendo a lograr la meta de 10 por ciento para el próximo año''.