Ť Llamado a EU a poner fin a la Helms-Burton
Condena la Iberoamericana las leyes extraterritoriales
Ť Compromisos para fortalecer democracia y derechos humanos
David Aponte y Rosa Elvira Vargas, enviados, La Habana, 15 de noviembre Ť Cuba, país anfitrión de la novena Cumbre Iberoamericana, consiguió que los cancilleres incorporaran nuevamente en la Declaración de La Habana una enfática condena a las leyes de aplicación extraterritorial y un llamado explícito al gobierno de Washington a poner fin a la ley Helms-Burton.
Al mismo tiempo, los ministros de América Latina, Portugal y España introdujeron hoy en el texto el compromiso de los países del área de fortalecer las instituciones democráticas y respetar el pluralismo político y los derechos humanos.
Horas antes de la inauguración formal de la reunión, el presidente cubano, Fidel Castro, mencionó que en un encuentro de esta naturaleza nunca se consigue todo. "Hay muchos que creen que estas son reuniones milagrosas de las cuales salen soluciones. Es una marcha. Es un trabajo paciente para conseguir objetivos. Esa es la importancia que tienen. Va a ser una gran cumbre", expresó. "Nosotros somos simplemente anfitriones", añadió.
Cuando se le preguntó su opinión sobre la ausencia de los presidentes de Nicaragua, El Salvador y Costa Rica en el encuentro, quienes argumentaron discrepancias con el régimen socialista cubano, el veterano líder revolucionario consideró que "no hay que hablar de eso ahora. Mejor es hacer una buena cumbre y después que cada cuál saque sus conclusiones.No sólo hay muchos, sino que hay una gran calidad entre estos gobernantes".
Preocupación por los efectos de las crisis financieras internacionales
Bajo la denominación "Iberoamérica y la situación financiera internacional en una economía globalizada", los ministros de Relaciones Exteriores dejaron sentado en la declaración los principales temas que preocupan a la región, entre ellos la crisis financiera internacional, sus implicaciones en el crecimiento de la zona, y las medidas para fortalecer el sistema monetario mundial.
Como todos los años, las delegaciones incluyeron en el documento la reafirmación de los principios de soberanía, no intervención y autodeterminación de los pueblos; la solución pacífica de las controversias, y el derecho de los pueblos a construir libremente sus sistemas políticos.
En este apartado es donde incluyeron la condena a las leyes nacionales con alcances internacionales y a los marcos jurídicos internos con pretensiones extraterritoriales: "Reiteramos una vez más nuestro enérgico rechazo a la aplicación unilateral y extraterritorial de leyes nacionales que infrinjan el derecho internacional y que intentan imponer en terceros países sus propias leyes y ordenamientos, ya que constituyen una violación de los principios que rigen la convivencia mundial, debilitan el multilateralismo y son contrarios al espíritu de cooperación y amistad que debe regir entre nuestros pueblos".
"En este contexto, insistimos en nuestra exhortación al gobierno de Estados Unidos de América para que ponga fin a la aplicación de la ley Helms-Burton, de conformidad con las resoluciones aprobadas por la asamblea general de Naciones Unidas al respecto", se lee en el texto. Esa legislación estadunidense trata de intensificar el embargo económico contra la isla caribeña castigando a inversionistas y empresas de terceros países que invierten en Cuba.
En el apartado que rechaza las acciones extraterritoriales judiciales, la delegación chilena habría intentado introducir un rechazo explícito al proceso de la justicia de España contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet por los crímenes cometidos por su régimen, pero finalmente no hubo mención al caso del general retirado detenido en Londres. Cabe recordar que el tema Pinochet fue el argumento esgrimido por el presidente chileno Eduardo Frei, y su par argentino Carlos Menem, para no acudir a esta cumbre.
En cambio, la delegación mexicana tuvo éxito al lograr que la Declaración de La Habana haga referencia a la necesidad de una nueva estructura financiera y al funcionamiento transparente y democrático de las instituciones multilaterales. "La amplia participación de los Estados en ellas constituye una pieza esencial para la construcción de un orden global justo, equitativo y solidario, basado en el derecho internacional", sostienen los ministros de Relaciones Exteriores de Iberoamérica.
El documento, que también pide una "solución justa y duradera" al problema de la deuda externa, fue aprobado hoy por los cancilleres en el Palacio de las Convenciones y será presentado este martes a los jefes de Estado y de gobierno, quienes firmarán así la novena declaración de los encuentros anuales iberoamericanos iniciados en Guadalajara, que también será la última de este siglo.