Ť Cesan a comisario que informó del descubrimiento
Hallan huesos humanos y archivos en una sede policial de Rosario
Ť El lugar funcionó como centro de tortura durante la dictadura
Ť Temen grupos humanitarios que las pruebas sean desaparecidas
Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 15 de noviembre Ť Huesos humanos se habrían encontrado en un entretecho de una sede policial en Rosario, donde también fue hallado un "archivo del horror" local sobre la pasada dictadura militar (1976-1983). El comisario Oscar Partal, jefe de la Unidad Regional II de Rosario (Santa Fe), quien comunicó a la prensa el hallazgo de archivos de la represión el pasado 13 de noviembre, fue separado ayer de su cargo por el jefe de policía de la provincia, comisario general Jorge Bordón, aduciendo "desinteligencias" entre ambos.
En el lugar funciono durante la dictadura el Servicio de Inteligencia de la policía rosarina, como un centro clandestino de detención, torturas y desaparición sólo comparable con La Perla de Córdoba. Uno de los documentos que trascendió casi de inmediato tiene relación con el caso de un desaparecido, Eduardo Bermuden, y la abogada de derechos humanos, Matilde Bruera, dijo que allí figuraba el término "subversivo".
La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sostuvo que este descubrimiento demuestra que "sí existen archivos y que seguramente están en estas condiciones o en otros lugares más cuidados. Es evidente que muchos policías sabían que esto estaba allí" y que una situación fortuita llevó a su hallazgo.
El relevo del policía fue interpretado como un "castigo" por parte de sus superiores, lo que demuestra cómo sobrevive en la institución el espíritu de cuerpo y la tendencia a mantener la impunidad.
En tanto, Rosario continúa conmocionado por el hallazgo del archivo que se encontraba en un "entretecho" de 15 por cuatro metros y que reúne "informes, memorándum, libros de guardia, declaraciones y papelería de esa época", como el mismo Partal informó el pasado 13, después de una inspección ordenada por el juez federal Carlos Carrillo, en el marco de una severa crisis policial.
El pasado día 11, el ministro de Gobierno de Santa Fe, Roberto Rosua, invitó a la prensa local para recorrer un sótano abandonado en la sede del Servicio de Informaciones, por el cual pasaron unos dos mil detenidos, de los cuales más de 350 desaparecieron durante la dictadura. El lugar ya había sido señalado hace tiempo por algunos sobrevivientes, y Rosua sostuvo que se iba a conservar "intacto", incluyendo una vieja camilla de ginecología, que al parecer era usada para la aplicación de torturas, como otros elementos hallados.
El comisario Partal, quien antes de alejarse de su cargo firmó el acta de entrega de los archivos al juez, dijo que la documentación encontrada, "que estaba en una parte intermedia entre el techo de lata y el entretecho de la Jefatura, está desordenada y pertenece a los años 70, 71, 72, 75 y 77", pero se sabe ahora que se prolonga hasta 1979.
Es en general documentación militar descubierta cuando Partal había ordenado hacer un inventario ante la mudanza de oficinas.
Tanto los dirigentes de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos como familiares e Hijos de Desaparecidos exigieron al gobierno local que resguarde estos archivos, ya que cientos de documentos que se habían logrado reunir en otros momentos, cuando se realizaban los juicios a las Juntas Militares, fueron robados de los distintos juzgados, como reflejo de la complicidad de muchos de los actuales funcionarios militares y policiales con sus colegas responsables de genocidio. El juzgado dispuso que la documentación quedara bajo control de la Prefectura Naval, pero existe fuerte intranquilidad en los organismos humanitarios.