Ť Ramírez Cuéllar


El gobierno disfraza subsidio a bancos por $10 mil millones

Ciro Pérez Silva Ť Los pasivos del Instituto de Protección al Ahorro Bancario (IPAB) y su tasa de interés han sido sobrestimados y "disfrazados" en el proyecto de Presupuesto de Egresos para incrementar el subsidio en 10 mil millones de pesos, denunció ayer el legislador perredista Alfonso Ramírez Cuéllar.

Sostuvo también que el Presupuesto de Egresos para el 2000 tiene como columna vertebral el incremento a la "caridad" para los pobres, como lo refleja el aumento a la partida destinada al Progresa, pero en el mismo proyecto se abre la puerta para que siga creciendo el número de marginados en el país.

"Si se observa con precisión todo lo que tiene que ver con la inversión productiva, encontramos que hay aumento de caridad, y por otro lado disminución sensible en todo aquello que tiene la posibilidad de generar empleos. El proyecto de presupuesto descansa también sobre la base de una escandalosa cobertura y apoyo que de nuevo se da a las instituciones bancarias".

En conferencia de prensa, destacó que de acuerdo con este proyecto ųque presentó a la consideración de los diputados el titular de Hacienda, José Angel Gurría, el pasado juevesų, los pasivos del IPAB ascienden a unos 750 mil millones de pesos, los cuales, calculados a una tasa de interés de 8 por ciento real, generarán intereses por 60 mil millones de pesos.

De tal suerte, excluyendo la venta de activos y las cuotas que pagarán los bancos, para el 2000 el rescate costará a los mexicanos unos 35 mil millones de pesos, cifra que representa un crecimiento real de 76 por ciento en relación con el presente año.

Se violan compromisos oficiales

En los criterios de política económica, agregó, se ha estimado una tasa de interés real para los Cetes en el 2000 de 7 por ciento; sin embargo, a la banca se le ha garantizado un rendimiento mínimo de 8 puntos porcentuales, lo que, según el legislador, significa recursos adicionales "disfrazados" por unos 7 mil 500 millones de pesos.

Ello, abundó, pese a que a partir de este año ųsegún información proporcionada en febrero de 1988 por la Secretaría de Haciendaų se daría un rendimiento de la tasa de Cetes menos 1.35 a 51.6 por ciento del total en pesos de los pagarés del Fobaproa (fondo sustituido por el IPAB); 8 por ciento percibiría un interés equivalente a la tasa de interés interbancaria de equilibrio (TIIE), y 1.4 está contratado a Cetes más dos puntos.

"La mayor parte de estos pagarés están pactados a una tasa de Cetes menos 1.35 por ciento; lo que hace el gobierno con la propuesta que presentó es meter todos los pasivos en una sola bolsa a un solo tipo de interés, a una tasa de 8 por ciento real.

"Esto implica que no se estén respetando los compromisos que hizo al momento de aceptarse los pagarés y con este incremento desarrolla un proceso escondido de subsidio para la capitalización de los bancos", aseveró.

Insistió en que el gobierno está buscando un mecanismo para sacar "por debajo de la mesa" un proceso adicional al comprometido con los pagarés del Fobaproa, que premia la ineficiencia de los bancos.

Consideró que la perspectiva de recuperación por la venta de activos del Fobaproa es una cifra "demasiado optimista", como lo demuestran los procesos anteriores, en los que más que venta de activos se acuerda un traslado a sistemas de administración tanto de bancos como de empresas.