* Hoy toma posesión en el Palacio de Minería


De la Fuente empezó a integrar el equipo que negociará con el CGH

* Se menciona a Narro o Valadés para la secretaría general

Karina Avilés * Como una primera acción, el rector designado de la UNAM, Juan Ramón de la Fuente -quien hoy tomará posesión- comenzó a integrar un equipo negociador para iniciar contacto con el Consejo General de Huelga (CGH), en tanto que un buen número del equipo anterior preparó su renuncia.

A 24 horas de ser designado en el cargo, De la Fuente enfrenta ya las primeras presiones de los grupos de poder en la institución. ''El grupo Udual va a ser el gran vigilante del nuevo rector'', se comenta entre los funcionarios salientes.

Fuentes cercanas al ex titular de la Secretaría de Salud informaron que el grupo negociador estará conformado por los más cercanos colaboradores de De la Fuente, como podría ser el director general de Comunicación de la Ssa, Alberto Pérez Blas. Se espera que este equipo empiece a funcionar inmediatamente después de la toma de posesión, que tendrá lugar en el Palacio de Minería a las 10:00 horas.

Entre los nombres que se mencionan para ocupar la secretaría general de la UNAM están el de José Narro -quien estuviera en la lista de los aspirantes a la rectoría- y el del director del Instituto de Investigaciones Jurídicas, Diego Valadés. Para secretario administrativo, suena el nombre de Alfredo Adam Adam, contralor general de la Secretaría de Salud y miembro de la Junta de Gobierno de la universidad.

Fuentes universitarias informaron que Máximo Carvajal, ex director de la Facultad de Derecho y actual oficial mayor de la Secretaría de la Reforma Agraria, podría ser el nuevo abogado general de la máxima casa de estudios. Carvajal ha sido acusado por no pocos estudiantes huelguistas y no huelguistas de manejar grupos de porros al interior de la institución.

También se dice entre los círculos del rector que Alejandro Cravioto, director de la Facultad de Medicina, podría estar en el nuevo equipo del rector De la Fuente.

Para hoy, en la toma de posesión, se espera la asistencia de entre mil y mil 500 personas, entre ellas el ex rector Francisco Barnés de Castro. En la primera fila se ubicarán los miembros del equipo, en la segunda, los invitados de honor, maestros eméritos y distinciones universitarias. Se prevé que Xavier Cortés Rocha, en su calidad de secretario del Consejo Universitario (CU), emita un mensaje y posteriormente haga lo propio Juan Ramón de la Fuente.

También se informó que, en el lugar, De la Fuente llevaría a cabo una reunión con los miembros de los equipos saliente y entrante. Después, ofrecerá una conferencia de prensa en donde podría dar a conocer los nombres que se incorporarán a su gestión.

Entre tanto, investigadores expresaron: ''Ojalá que el consenso del que habló De la Fuente (al conocer su nombramiento) no implique ceder a ciertos principios académicos''.

En entrevista, Ricardo Tapia, miembro del grupo Udual y quien apenas el pasado lunes presentó para su aprobación un documento ante un grupo de investigadores en el sentido de que el nuevo rector debe ser una persona que ''haya estado activo en la UNAM y mantenido un estrecho contacto con la comunidad universitaria en los últimos años'', afirmó que ceder a principios como el de que las decisiones no deben tomarse a través del asambleísmo y deben predominar los criterios académicos y no políticos, entre otros, significaría el hundimiento de la institución.

''Si nos olvidamos de estos principios, que son el sustento de la institución, nos convertiríamos en una universidad populista... si eso sucede, la universidad dejará de tener la excelencia académica por la cual ha trabajado'', enfatizó.

''Es preferible una universidad cerrada a una universidad convertida en populista, en donde la academia no sería lo importante'', dijo. Después, manifestó que entrar a un diálogo como el que pide el CGH, implica aceptar un congreso resolutivo; entonces, dijo, ese ''diálogo no puede admitirse''. También expresó que si la salida del conflicto es mediante la aplicación de la ley, esto no implica ''sangre ni represión''.

Al preguntársele cómo sería la aplicación de la ley respondió: ''Que se proceda a las denuncias'' presentadas en contra de los estudiantes paristas.

Por separado, Juan Pedro Laclette, uno de los promotores más activos del grupo Udual, señaló que uno de los problemas centrales del conflicto está en si el congreso -exigencia del CGH- se lleva o no a cabo dentro de la legislación universitaria. ''Y la mayor parte (de los universitarios) queremos que las resoluciones de un espacio así estén acotadas por el Consejo Universitario''.

Sin embargo, para los estudiantes en huelga, un congreso con las características antes mencionadas es inaceptable, porque de acuerdo con la experiencia del congreso realizado en 1990, los acuerdos que ahí se tomaron no fueron cumplidos por las autoridades. Laclette señaló que ''a lo que todo mundo se resiste es a un congreso tipo asamblea y bajo tipos de presión''. Sin embargo, acotó, ''si se organiza un foro con una representación mayor de profesores e investigadores, yo creo que la mayor parte no tenemos miedo al cambio''. Finalmente, interrogado sobre cómo construir los consensos indicó: ''Es muy difícil, se requiere estar en la posición del rector para saberlo''.