* La próxima semana enviarán iniciativa para cambiar el decreto que lo creó


Un hecho, la desaparición de Ferronales

* Una unidad de desincorporación se encargará de vender ''todo lo vendible'' y de responder quejas

Víctor Cardoso * La desaparición de Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales) como empresa paraestatal es un hecho. El organismo ya no está incluido en el presupuesto de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para el año 2000 y la semana próxima el Poder Ejecutivo enviará al Congreso una iniciativa para modificar el decreto que la creó.

Paralelamente, la semana entrante se darán a conocer los resultados de las licitaciones para desincorporar dos tramos ferroviarios y la asignación, al gobierno de Baja California, de la línea Tijuana-Mexicali.

Según funcionarios de la SCT, Ferronales ya dejó de ser una empresa ferroviaria al suspenderse la operación de trenes desde el primero de septiembre, como parte de su proceso de liquidación.

Sobre la iniciativa para modificar el decreto de creación, se informó que ya no existen los fines para los cuales fue creada la paraestatal y los asuntos pendientes podrá atenderlos una unidad de desincorporación con no más de 600 empleados.

Esa unidad, comentaron los funcionarios de la SCT, se encargará de ''vender todo lo vendible'', atender más de 25 mil juicios laborales en curso y resolver los ''pasivos ecológicos''. Tendría tres áreas fundamentales: administración presupuestal, contabilidad y apoyo legal.

Entre los asuntos que atenderá esa unidad está la venta de 70 millones de metros cuadrados de terrenos propiedad de Ferronales, constituidos por derechos de vía, patios, talleres y estaciones en todo el país y que no son necesarios para la operación ferroviaria.

Este año Ferronales ha obtenido alrededor de 80 millones de pesos sólo por ventas de ''fierro viejo'': riel recuperado en espuelas y rutas cerradas al tráfico, como la vía México-Cuernavaca y algunos ramales como el de Oriental-Teziutlán, Puebla, que servía a una mina de cobre ya cerrada. Además, se tiene prevista la venta de 3 mil unidades de arrastre, carros y otro tipo de chatarra.

Respecto de las demandas laborales, se explicó que no se trata de juicios graves, sino de procesos interpuestos por inconformidades, faltas y diferencias administrativas. Se recordó que Ferronales siempre tuvo gran cantidad de conflictos de ese tipo. Por ejemplo, antes de la privatización había alrededor de 20 mil casos, muchos de los cuales ya se han resuelto.

En cuanto a los pasivos ecológicos, éstos se presentan principalmente en centros de abasto y talleres de la empresa y se deben a derrames de combustible y aceite en maniobras y reparaciones de los trenes.

Se tienen identificados problemas de contaminación de suelos en instalaciones localizadas en San Luis Potosí, Guadalajara, Empalme, Matías Romero y en la terminal del valle de México (en el taller conocido como La Casa Redonda).