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Operan siete cárteles en la Amazonia brasileña

Dpa, Afp, Reuters y Ap, Sao Paulo, 21 de noviembre * Siete organizaciones controlan el tráfico de drogas en la Amazonia brasileña, y las tres más importantes son de origen colombiano, de acuerdo con un informe de la Comunidad Andina de Inteligencia Policial difundido hoy por el diario Folha de Sao Paulo.

El comisario brasileño Mauro Sposito, jefe de la Unidad de Proyectos Especiales de la Policía Federal y de la Comunidad Andina de Inteligencia Policial, declaró a Folha de Sao Paulo que en la Amazonia brasileña operan siete organizaciones de narcotraficantes: tres colombianas, dos peruanas, una brasileña y otra paraguaya.

Su centro de operaciones se encuentra en la ciudad de Tabatinga, localizada en la región del Alto Solimoes, nombre brasileño del río Marañón. Esa zona es estratégica porque basta cruzar el río para estar en territorio colombiano, o navegar unos minutos para entrar a Perú.

El más importante de esos grupos es el denominado Organización Rivera, encabezado por el presunto narcotraficante colombiano Vicente Wilson Rivera González, considerado el principal narcotraficante activo en América Latina. Los otros dos grupos colombianos son la Organización Porras, dirigida por Henri Porras, y la Organización Stela o cártel de los Llanos, lidereado por una mujer.

El cártel paraguayo denominado Organización don Papito es dirigido por Ramón Mendoza, y según la Comunidad Andina de Inteligencia es el responsable de abastecer de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Los grupos peruanos son la Organización Cachique Rivera que lleva la pasta básica de cocaína peruana a los laboratorios colombianos, y el Grupo Zarak, parcialmente desmantelado, mientras Francisco de Assis Rodríguez Matos dirige el único grupo narcotraficante brasileño.

En tanto, unos 200 campesinos integrantes del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra desalojaron el campamento que levantaron desde el martes pasado afuera de la hacienda del presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, localizada en Buritis, a unos 300 kilómetros de Brasilia.

Los sin tierra aprobaron el desalojo después de que el ministro de la Reforma Agraria, Raúl Jungman, indicó que cuenta con 1.5 millones de dólares para otorgar créditos a quien presente proyectos agrícolas viables. Además, los campesinos regresaron unos cien costales de soya y abono agrícola que saquearon el jueves de un camión que salía de la hacienda, de unas 900 hectáreas, pero no podrán ser utilizados porque están húmedos. En el lugar permanecen unos 250 efectivos del batallón de la Guardia Presidencial que fueron movilizados para proteger la propiedad.