* Pide evitar politizar la gira de la comisionada
Green dice que el gobierno no teme a la visita de Robinson
* México forja una cultura de respeto a los derechos humanos, dice
Georgina Saldierna * Las autoridades gubernamentales no temen a la visita a México de Mary Robinson, titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, pues encontrará un país que se empeña en forjar una cultura de respeto a esas garantías, manifestó ayer la canciller Rosario Green.
Poco antes de salir rumbo a Costa Rica, agregó que Robinson se encontrará un México en transición en materia de respeto a los derechos humanos, pues si bien ha habido avances, aún falta mucho por hacer. La cultura de la violación a tales garantías duró siglos, y ahora tenemos que revertirla, pero no lo vamos a hacer "culpándonos unos a otros o politizando el tema", puntualizó.
Según Green, es necesario que tanto sociedad como gobierno caminen juntos el trecho que falta, pues de lo contrario se va a generar una cultura divorciada, en la que unos son los malos y otros los buenos, y todo es de "mentiritas, pues ni los malos son tan malos, ni los buenos tan buenos", subrayó en conferencia de prensa.
Previamente, rechazó que el gobierno mexicano haya impuesto a la comisionada la agenda de trabajo que desarrollará durante su visita -misma que se inicia el 23 de noviembre y concluye el sábado 27.
El programa se elaboró de manera bilateral, abundó, en alusión a las versiones que surgieron en torno a que las autoridades le habrían obligado a aceptar el proyecto de recorridos.
La señora Robinson "no es un bebe al que se le pueda llevar en carreola a ver las cosas que los adultos queremos que vea". La comisionada es una funcionaria, ex presidente de Irlanda, con una gran capacidad intelectual a la que no se le puede pretender imponer una agenda, sostuvo.
Atribuyó las versiones sobre la imposición del programa a que se pretende politizar su visita, luego de considerar que a la comisionada la van a tratar de jalonear para acá y para allá. "Diga usted mi verdad", le van a pedir, pero en lugar de ello, lo que hay que hacer es tratar de que la señora tenga una buena estadía en México y hablé lo que quiera con los medios, agregó.
Dialogará con el obispo Samuel Ruiz
Como parte del programa que desarrollará durante esta semana, destacó que la comisionada se reunirá con el presidente Ernesto Zedillo, los secretarios de Gobernación, de la Defensa y de Relaciones Exteriores, así como el procurador general de la República.
Participará en una sesión de la comisión intersecretarial para la atención de los compromisos internacionales en materia de derechos humanos. También dialogará con integrantes de la Suprema Corte de Justicia y de las comisiones del ramo de las cámaras de Diputados y de Senadores.
En Tijuana, conocerá las razones por las cuales México demanda la creación de un relator especial de Naciones Unidas para trabajadores migratorios; sostendrá encuentros con académicos del Colegio de la Frontera Norte, organismos no gubernamentales (ONG) y autoridades de los dos lados de la línea divisoria.
En Chiapas, se reunirá con los cuatro obispos de la región y tendrá una larga conversación con Samuel Ruiz. Se entrevistará con autoridades militares de la zona, con los representantes de las comunidades indígenas y ONG que operan en la región. Sostendrá un encuentro con el nuevo presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y los titulares de las 32 comisiones estatales del ramo.
Nada que ocultar
Durante la conferencia de prensa realizada en el aeropuerto capitalino, la canciller insistió en que México no tiene nada que ocultar en materia de derechos humanos. Sin embargo, esto no quiere decir que todo esté bien, sino que se está dispuesto a reconocer lo que aún está mal, expresó.
Green rechazó que todo lo realizado por el gobierno sea incorrecto. "Eso no lo vamos a aceptar, porque he sido parte de la maquinaria de defensa de los derechos humanos en el país y hemos hecho muchas cosas buenas", externó, y enseguida hizo un recuento de las iniciativas que se han aprobado en los últimos cinco años, entre las que se encuentra el reforzamiento de la autonomía de la CNDH y la aceptación de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
"No acepto que somos un país donde la violación de los derechos humanos y la impunidad sean hechos cotidianos y donde no se hayan hecho esfuerzos por mejorar el estado de derecho, porque eso es una gran mentira, como sería una exageración decir que todo está bien."
Reconoció que falta por hacer y que no es "ocultando la cabeza en la tierra como la avestruz como se van a terminar de resolver las cosas". Del informe que haga Robinson, dijo que no espera una calificación de seis, ocho o diez, sino una evaluación objetiva que "nos diga dónde trabajar más. Espero que la dejen trabajar con objetividad, calma y las condiciones necesarias para que pueda apreciar lo bueno y lo malo, y ayude a corregir esto último".
Sobre los resultados de la visita de Robinson, la segunda que lleva a cabo un comisionado de derechos humanos de la ONU a México, la canciller dice esperar que se firme una carta de asistencia técnica para mejorar las áreas en que aún hay problemas. Añadió que ese tipo de ayuda ya se ha dado con anterioridad, en el caso de las elecciones.
Destacó que tanto en 1994 como en 1997, Naciones Unidas brindó apoyo técnico para preparar a los observadores nacionales y atender a los extranjeros. Lo mismo ocurrirá en los comicios del 2000, para lo cual ya se envió una carta al secretario general de la organización, solicitando su respaldo, informó.
Luego de manifestar que hay dos tipos de impunidad en México, uno a propósito y otro que es resultado de la falta de desarrollo institucional, consideró que las recomendaciones de Robinson seguramente tocarán el segundo aspecto.
Por otra parte, dijo que el gobierno mexicano comparte con el Legislativo estadunidense el espíritu de la ley que acaba de aprobar para sancionar a los empresarios involucrados en el lavado de dinero proveniente del narcotráfico.
Lo único que México ha demandado es que la aplicación de esta ley se dé en el contexto de la cooperación que en materia de drogas existe con Estados Unidos, para evitar operaciones tipo Casablanca, aseveró.
Resaltó que las relaciones diplomáticas con Cuba permanecen inalterables, luego de pedir que no se dé una interpretación que no tiene el diálogo que sostuvo con disidentes cubanos en el contexto de la novena Cumbre Iberoamericana. Sólo fue un encuentro, como los que sostiene el comandante Fidel Castro con todo el que quiere dialogar con él, subrayó.
La canciller viajó a Costa Rica para asistir en los actos conmemorativos del trigésimo aniversario de la Convención Americana de los Derechos Humanos, el vigésimo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos y el cuadragésimo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.