PAGINA 9 Ť Lourdes Galaz
Cambios de estilo
* Un gobierno con rumbo neoliberal * El debate del presupuesto 2000, por los votos * En la UNAM no basta la buena voluntad * Un sufragio por la esperanza
Si usted, respetable compatriota con credencial de elector, imagina que antes de llegar a Los Pinos el candidato presidencial por el partido en el gobierno pudiera romper, aunque fuera en el discurso, con el jefe del gobierno, hasta ahora se equivoca. La idea de país que tiene el aspirante presidencial del PRI no difiere de la que ha mostrado el presidente Zedillo. Más aún, la relectura de los textos discursivos de Francisco Labastida confirma que tiene las mismas propuestas para enfrentar la problemática social que en el último año de su gobierno reitera el doctor Zedillo. Claro, se advierten cambios en el estilo, no más. Y es que los adversarios al priísta en la lucha electoral (cero y van cuatro, más los que se acumulen esta semana, como la feminista Patricia Mercado por el PDS) traen un discurso que, muy al estilo de cada quien, cuestiona la política económica de los últimos 17 años. Hoy Labastida garantiza un gobierno "con rumbo (Ƒneoliberal?) y sin saltos al vacío (Ƒpopulista?)". ƑQué otra cosa podría ofrecer que "invertir más en la gente" cuando el gasto social del gobierno ha disminuido como proporción del PIB desde 1981 a la fecha? ƑCómo no proponer la reconstrucción de la clase media, colapsada con el proyecto neoliberal de los últimos tres sexenios? Valen como ofertas de campaña electoral aunque para ganar la elección Labastida ofrece, también, hacer política.
Y si de hacer política se trata, el equipo de Labastida tendría que comenzar cuanto antes pues es notoria la incapacidad para propiciar consensos tanto por parte del PRI como de todas las formaciones políticas. Para muestra podría tomarse el autodestape de Manuel Camacho como (quinto) candidato presidencial por el PCD. También la confrontación de Vicente Fox y Diego Fernández de Cevallos en el PAN, la imposibilidad del PRD para conformar una alianza de centro izquierda... y ahí está el problema poselectoral en Hidalgo que utilizó el PAN para ausentarse de las negociaciones en el Congreso cuando están a discusión los proyectos de ingresos y gastos del gobierno para el último año del sexenio. Ciertamente, la estrategia panista tiene que ver con los tiempos electorales: con el caso Hidalgo intentan probar que el PRI sigue siendo el PRI del fraude de siempre, y mostrar a propios y extraños que el voto del PAN en el Congreso es indispensable para el gobierno y su partido. Y es que el PAN se quedó a la zaga cuando el PRD mostró mayor habilidad política para convertirse en el interlocutor del gobierno en la negociación de consensos con la comunidad universitaria para salvar el conflicto de la UNAM. Ya entrados en pláticas, los perredistas estarían en posibilidad de lograr acuerdos para la reasignación de gastos presupuestales, y todo cambio en la política económica podría reportarles votos en estos tiempos electorales. Ahora como nunca, el debate del presupuesto de egresos de la Federación es parte de la estrategia electoral de los partidos, sobre todo cuando las campañas de los candidatos tienen como eje la denuncia de la problemática social. Y en esta problemática el conflicto de la UNAM que se hizo evidente luego de un severo ajuste presupuestal y del intento de rectoría por aumentar las cuotas de inscripción, se convirtió en tema obligado en el debate parlamentario y, por supuesto, en las campañas electorales.
Hace unos días, allá en Boca del Río, Veracruz, se realizó la sexta reunión del Consorcio para la Colaboración de la Educación Superior en América del Norte (Conahec, por sus siglas en inglés). Y aunque usted no lo crea, la Secretaría de Educación Pública dejó en claro que sólo las universidades que demuestren un aumento en sus ingresos propios, ya sea por alza de cuotas a los estudiantes, convenios con el sector empresarial, apoyos de los gobiernos locales (estatales o municipales) o fundaciones privadas, recibirán mayor presupuesto el próximo año. Fue precisamente el director de Desarrollo Universitario de la SEP, Luis Gil Cisneros, quien aclaró a los funcionarios universitarios que el incremento en el gasto federal para educación superior sería distribuido proporcionalmente entre las universidades que "presenten resultados con una mayor productividad". Como se ha informado, la Cámara de Diputados estudia la propuesta del Ejecutivo de incrementar el presupuesto de la UNAM en 6.9 por ciento (700 millones de pesos en número redondos) el año próximo. También la propuesta de la SEP para elevar en 5.6 por ciento el subsidio del resto de las universidades públicas, por supuesto el incremento a cada institución estatal sería con base en su productividad. En aquel encuentro, cuya sede fue la Universidad Veracruzana, el rector de esa casa de estudios, Víctor Arredondo, habría anunciado que las universidades estatales harían una campaña de recaudación de fondos no sólo para aumentar sus ingresos sino para "recuperar el orgullo de lo público" pues, aceptarían otros rectores, "el conflicto de la UNAM nos está pegando a todas las universidades públicas". La reunión de la Conahec dejó en claro, también, que los tratados comerciales entre los diversos países del mundo impulsan la globalización de la educación con normas internacionales de certificación de calidad de la enseñanza... nadie hizo referencia a la Ronda del Milenio que organiza la Organización Mundial de Comercio, y que comienza el 30 de noviembre allá en la ciudad de Seattle. Como es sabido, los ministros de comercio de naciones del primer mundo quieren acelerar la inclusión de servicios como la educación y la salud en el Acuerdo General sobre Comercio de los Servicios (GATS) de la OMC. Hay claras tendencias en el mundo orientadas a que la educación sea un servicio comercial y que las universidades sean rentables. La UNAM no sería una excepción, dicen los autores del proyecto presupuestal del 2000.
Y mientras los diputados discuten la política económica y las propuestas de gasto social y con ello el presupuesto para las universidades, el nuevo rector de la UNAM comenta en público y en privado que no pretende resolver el conflicto de la institución... se esforzaría en transformar la universidad pública y por supuesto en intentar el reordenamiento administrativo y académico de la UNAM. Para ello no sólo basta la buena voluntad de Juan Ramón de la Fuente, la capacidad diálogo del grupo de rectoría (entre ellos un ex asesor de Cuauhtémoc Cárdenas y antes funcionario del gabinete de Ernesto Zedillo, por si alguien dudaba la concertación del gobierno con el PRD), tampoco la urgencia de la comunidad universitaria para que se reabra la casa de estudios y hasta que el Congreso reasigne el gasto público para las universidades... aunque usted no lo crea, compatriota con credencial de elector, se requiere que la universidad pública tenga un lugar en el proyecto de nación por el que votarán los mexicanos el 2 de julio del 2000...
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