* Califica su detención en GB como "secuestro"
Fue vejado por los tribunales españoles, acusa Pinochet
* Festejos en Chile y Londres por el 84 cumpleaños del ex dictador
Dpa, Afp, Ap y Reuters, Santiago, 25 de noviembre * Augusto Pinochet se declaró "deshonrado y vejado por los tribunales españoles" y calificó su detención en Londres como un "secuestro que parece no tener fin", en una carta manuscrita leída hoy por sus seguidores que celebraban su cumpleaños número 84 en esta capital.
El ex dictador fue festejado en Londres, por segunda vez bajo arresto domiciliario, con felicitaciones por parte de la ex primera ministra británica Margaret Thatcher y del ex ministro Norman Lamont, dos de sus principales aliados en el exterior.
En Santiago acudieron a los festejos el comandante en jefe del ejército, general Ricardo Izurieta, entre otros militares, y los oficiales en retiro de la Fundación Pinochet, cuyo acto se denominó de "gratitud y esperanza" y donde se recibió el mensaje.
Tras quejarse de que fue arrestado "sorpresivamente" el 16 de octubre de 1998, afirmó que sus principios se han mantenido fiel a "los fundamentos que implican servir al ejército" y a Chile "por 65 años".
"Al abrazar a tantos amigos en este día tan importante para mí, pido al buen Dios que los colme de felicidad y que algún día pueda ver las luces de la libertad en nuestro amado Chile, para así trabajar juntos por su grandeza. šViva Chile!", subrayó.
Insistió en que atravesaba por una "prueba" a que lo ha sometido Dios, y que la aceptaba dada las creencias de su fe, pues sabía que esa es su voluntad, pero acotó que "las calumnias de las que he sido objeto sólo las someto a tribunales imparciales, pues mi conciencia está tranquila e inocente".
En el exclusivo barrio londinense de Virginia Water, en Surrey, donde se halla bajo vigilancia policial desde hace más de un año, el ex dictador estuvo rodeado de su familia y amigos cercanos, así como de los enviados militares, mayor general Jorge Lazo y el brigadier general Eduardo Jara.
En lo que se consideró como una reunión sobria, Thatcher le envió de regalo salmón ahumado y una tarjeta de felicitaciones, en la que le expresó su esperanza de que su situación personal se resuelva lo antes posible en los tribunales de justicia, ante los que el detenido está a la espera de una apelación para evitar su extradición a España.
Un piquete de opositores al ex dictador se mantuvo frente a la residencia portando retratos de sus familiares y en demanda de justicia. De hecho, el Comité Chileno contra la Impunidad festejaba más bien la resolución de la Cámara de los Lores que falló en contra del anciano ex militar al no reconocerle inmunidad diplomática.
Entre tanto, en Santiago el presidente del derechista Partido Renovación Nacional, diputado Alberto Cardemil, al saludar el cumpleaños 84 de su caudillo declaró a la Radio Cooperativa que "Pinochet entrará en la historia del siglo XX junto a Juan Domingo Perón y Fidel Castro".
En el Club Providencia, la Fundación Pinochet logró reunir a unas 4 mil personas tras pagar una cuota equivalente a 25 dólares para tener acceso a los festejos de pan y vino, cuyo acto era retransmitido por un canal de televisión de cable.
Seguidores del ex dictador se declararon "lamentablemente tristes y contentos" por este aniversario y porque han pasado 13 meses de "ultraje a la soberanía y dignidad de Chile", al tiempo que unos 50 partidarios se reunían frente a La Moneda y al edificio de las fuerzas armadas lanzando consignas contra el gobierno de Eduardo Frei.
Mientras Augusto Pinochet Hiriart --hijo del ex dictador-- señalaba que su padre "no tiene esperanza" de salir libre, la diputada Isabel Allende --hija del presidente Salvador Allende-- expresó que la detención está transformando a Chile, que aprende a digerir su herencia de impunidad.
Al tiempo que el candidato presidencial socialista Ricardo Lagos rechazaba las críticas de la derecha de que el gobierno de Frei no ha hecho nada para traer de regreso a Pinochet, había extrañeza por la liberación provisional del ex agente pinochetista Rolando Pinto, implicado en el crimen del sindicalista Tucapel Jiménez en 1982.
En Madrid, el canciller Abel Matutes dijo en una comparecencia en el Senado español que era partidario de estudiar una posible reforma del Código de Procedimiento Penal para que en el futuro el gobierno tenga los medios para actuar ante una decisión judicial, como la del caso Pinochet, que puede dañar gravemente los intereses del Estado o la política exterior de España.
El ministro argentino del Interior, Carlos Corach, calificó a su vez a Pinochet como "un dictador que no merece nuestra consideración", al referirse a un libro de reciente aparición en el que el ex militar reconoció que durante su régimen no descartó invadir Argentina, cuando se presentó el conflicto del Beagle en 1978.
Afirmó que la opinión argentina sobre Pinochet no era de ahora sino desde que derrocó al gobierno de Allende, pero aclaró que cuando Argentina se opone a la extraterritorialidad de las leyes penales mientras no haya un tribunal penal internacional, no significa que esté "haciendo una evaluación del señor Pinochet".