* Complejo camino hacia la presidencia rusa


El futuro político de Putin depende

del desenlace militar en Chechenia

* El primer ministro cuenta con un índice de popularidad de 42%

* Enfrentará a una Duma mayoritariamente adversa al gobierno

Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 25 de noviembre * Para las aspiraciones presidenciales de Vladimir Putin --aunque obviamente aún tiene que superar muchos escollos en su camino hacia el Kremlin-- no podrían haber sido mejores sus primeros cien días como jefe de Gobierno, que cumplió el pasado miércoles.

Sucesor designado por Boris Yeltsin, el futuro político de Putin sigue dependiendo del desenlace de la guerra de Chechenia. Hasta ahora, su conversión mediática en líder de talla nacional, a golpe de kompromat contra sus rivales y otros componentes de una muy hábil estrategia de promoción de imagen, ha sido todo un éxito: su índice de popularidad pasó de uno por ciento, cuando asumió el cargo en agosto, a 42 por ciento en la más reciente encuesta de intención del voto.

Dentro de poco, sin embargo, los comicios legislativos del próximo 19 de diciembre tendrán como resultado una nueva composición de la Duma, Cámara baja del Parlamento ruso, que mayoritariamente será adversa al gobierno que encabeza Putin.

Con base en diversas estimaciones, a la fecha, el Partido Comunista de Guennadi Ziuganov y Patria-Toda Rusia, la alianza de Evgueni Primakov y Yuri Luzhkov, podrían sumar 55 por ciento del total de escaños de la Duma, mientras la coalición de centro derecha Yabloko y la pro-gubernamental Unidad tendrían 20 por ciento y los "independientes" 25 por ciento.

Los adversarios de Putin, podrían aliarse para promover un voto de censura contra el gobierno en la nueva Duma, que iniciará a sesionar el próximo 17 de enero, lo cual reduciría el margen de maniobra del primer ministro de cara a las elecciones presidenciales.

Estas consideraciones elementales han dado pie a lo que parece "filtración" interesada de un documento tan confidencial como apócrifo, atribuido a los estrategas de Patria-Toda Rusia, que lleva por nombre "Plan 17 de enero" y que empezó a circular en Moscú este jueves.

Aunque es de suponer que el documento estaba listo desde hace un buen rato, no es casual que sus autores hayan decidido hacerlo del conocimiento público unas horas después del anuncio oficial de una nueva recaída del presidente Boris Yeltsin, esta vez por "infección viral" complicada con una bronquitis aguda.

La "infección viral", que según su portavoz mantendrá a Yeltsin en cama de una a dos semanas, confirma la regla de que después de un día de sorprendentes lucidez y vigor --como fue el de su reciente participación en la Cumbre de la OSCE en Estambul-- el presidente se enferma invariablemente.

La noticia, al menos como hipótesis, es que la recaída de Yeltsin ha vuelto a animar a los partidarios de Putin a sondear el terreno para un adelanto de las elecciones presidenciales, previstas para el 4 de junio del año 2000, usando como pretexto el poco halagador panorama que surgirá de los comicios legislativos y el actual techo de popularidad del premier.

El "Plan 17 de enero", que sin duda adquirirá amplia difusión a través de los medios propiedad de prominentes miembros del entorno de Yeltsin interesados en apuntalar al primer ministro, plantea un pacto entre Patria-Toda Rusia y el Partido Comunista para desplazar a Putin del gobierno y desbrozar el camino a Evgueni Primakov hacia la presidencia como única "figura de consenso" capaz de evitar una crisis mayor .

El plan consta de una serie de escenarios que comenzarán cuando hacia fines de enero próximo, la oposición mayoritaria en la Duma sometería al gobierno de Putin a un voto de censura que superaría el mínimo requerido de 226 diputados (la mitad más uno), Yeltsin lo rechazaría, nombrando por decreto a Putin como jefe de Gobierno interino, pero sin poder, esta vez, disolver la Duma.

En segundo término, la Duma fortalecería su legitimidad como órgano de poder de reciente elección hasta convertirse en centro de la toma de decisiones políticas, al tiempo que Primakov o un representante del Partido Comunista se convierte en presidente de la Duma. Esto llevaría a una parálisis de un Ejecutivo sin legitimidad y Primakov anunciaría su intención de competir por la presidencia como líder de una amplia alianza de oposición.

Putin pierde apoyos y dependería sólo del presidente y su entorno, lo cual puede volverse en su contra; mientras, la Duma promueve y logra enmiendas constitucionales que quitan al presidente la facultad de nombrar gobierno y perfilan a Primakov como nuevo primer ministro. Paralelamente, se iniciaría una nueva persecución judicial contra el magnate Boris Berezovsky y otros miembros del primer círculo de Yeltsin, lo cual incide negativamente en la imagen de Putin, quien dejará el gobierno para permitir que Primakov se convierte en primer ministro con el apoyo de la oposición. Ante la nueva crisis de poder resultante en Rusia, que darían al candidato las mayores posibilidades de ser elegido presidente.

Este escenario descrito en el "Plan 17 de enero" es demasiado lineal como para ser cierto --habría que negociar todavía los términos del pacto entre Patria-Toda Rusia y el Partido Comunista, que no parece dispuesto a ponerle en bandeja de plata la presidencia a Primakov-- y no toma en cuenta el principal catalizador de la popularidad de Putin: la evolución de la guerra de Chechenia.

Esto hace pensar que, esta vez y a diferencia de los recientes rumores de que Putin sería destituido como consecuencia de la Cumbre de Estambul, el propósito de esta "filtración" es aportar "evidencias" documentales a los miembros del primer círculo que quieren convencer a Yeltsin a que renuncie por "motivos de salud" y convoque elecciones anticipadas.

 

Tropas rusas, a punto de

tomar Urus Martan

 

Mandos militares rusos dijeron que este jueves las tropas federales llegaron a la ciudad chechena de Urus Martan, localidad considerada clave para cerrar el cerco a Grozny, la capital, y que ha sido asediada por bombardeos aéreos en las últimas semanas. Los militares rusos afirman también que de esta ciudad proviene el abastecimiento de guerrilleros islámicos de la república separatista.

El vocero militar del Ministerio del Interior ruso, Maksim Nikolaievitch, aseveró que se espera que este fin de semana la localidad esté totalmente bajo control ruso, y afirmó que lo mismo ocurrirá con la ciudad de Chali, a 20 kilómetros al suroeste de Grozny. Nikolaievitch habló de crear un estrecho corredor entre Chali y Urus Martan para "evacuar a la población civil", sin explicar si hablaba de los pobladores de la zona, o también los de Grozny.