* Construimos otro capítulo en la historia del PRI, dijo el sinaloense


Labastida y Madrazo dan fin a sus pugnas; se reconcilian en Los Pinos

* Imparables elogios y muestras de afecto del tabasqueño; hoy reasume su cargo como gobernador

Jesús Aranda * La noche de ayer, la residencia oficial de Los Pinos fue escenario de reunión privada del presidente Ernesto Zedillo con el candidato del PRI a la Presidencia, Francisco Labastida, y con el "precandidato" Roberto Madrazo Pintado, para "cerrar un capítulo en la contienda del partido" y demostrar públicamente la reconciliación de los dos principales contendientes de la pasada elección interna priísta.

Después de 17 días de especulaciones y suspicacias sobre el futuro del político tabasqueño, quien aprovechó el momento para anunciar que a partir de hoy reasumirá su cargo de gobernador de Tabasco, y ratificar su fidelidad como militante "del partido que soy y seré toda la vida". Se dio el encuentro entre ambos ex contendientes ante la presencia del jefe del Ejecutivo en la casa presidencial.

Madrazo, quien se negó a "levantarle la mano" a Labastida después de que éste resultó electo el 7 de noviembre pasado, ayer no escatimó elogios para quien, durante su campaña, consideró "el candidato oficial".

Después del encuentro privado de casi una hora con el presidente Zedillo, Madrazo y Labastida "accedieron" ųsegún el director de Comunicación Social de la Presidencia, Fernando Lerdo de Tejadaų a hacer "un comentario de despedida", aunque el vocero de la Presidencia advirtió que no se aceptarían preguntas de los comunicadores que abarrotaron el salón Venustiano Carranza de la residencia oficial de Los Pinos.

Labastida y Madrazo ingresaron al salón con una sonrisa que se transformó con el paso de los minutos. El ex gobernador de Sinaloa no ocultó su satisfacción y sus gestos lo reflejaban; mientras que el político tabasqueño, que llevaba el brazo derecho enyesado, terminó la breve comparecencia ante los medios de información con una sonrisa acartonada, que más bien parecía una mueca.

El político tabasqueño, quien apenas ayer se había reunido con Emilio Gamboa Patrón en un hotel de la ciudad de México para tender puentes de acercamiento con Labastida, dijo de entrada que la plática con el Presidente de la República había sido "muy cordial y amistosa" y "muy grata la presencia de mi amigo, el señor candidato Francisco Labastida".

Acto seguido, anunció su decisión de reincorporarse a sus funciones de gobernador, "ante la necesidad de impulsar proyectos de emergencia que tiene el estado" por las recientes lluvias. Añadió que continuará su esfuerzo iniciado en 1995, para estar "junto a la gente que me dio la confianza de gobernar Tabasco y poder cumplir con ellos el mandato al cual estoy obligado".

Sin mencionar el apoyo recibido por el gobernador en funcionesVíctor Manuel Barceló, apenas hace unos días, por parte de representantes sectoriales del PRI tabasqueño y la mayoría de legisladores locales, Madrazo señaló que ayer mismo había platicado con Barceló, "para poder proceder en consecuencia, a la terminación de mi licencia provisional".

Las muestras de elogio y amistad a su adversario continuaron. Madrazo dijo estar "muy honroso" de haber conversado con el candidato priísta, "que como militante del partido que soy y seré toda la vida, tengo una profunda convicción de que él sabrá impulsar, como lo hace hoy, nuestra bandera política con la seguridad de garantizar el triunfo del partido al que pertenecemos".

Ya encarrerado, el precandidato aseguró en relación con su ex contendiente: "Nuestra amistad y nuestro afecto han sido siempre los mismos y hoy, desde Tabasco, estaremos, como militante del partido, pendientes de la actividad de la campaña del señor candidato".

Adelantó también que el presidente Zedillo visitará "muy pronto" su entidad, además de que había invitado a Labastida a que vaya cuando lo acuerde con el PRI local. Es más, volteó a ver a su compañero de partido y le dijo "que sepa que es su casa y que estaremos esperándolo".

Las palabras de Madrazo se sellaron con un abrazo, y cuando los fotógrafos les pidieron que voltearan hacia la cámara, Labastida se negó y con una sonrisa a flor de piel dijo: "No, esto no es box".

Después, satisfecho, tomó la palabra. Dijo que el encuentro había sido muy productivo.

En respuesta a los halagos a su persona, estableció que quería dejar constancia "de nueva cuenta, de mi reconocimiento a Roberto Madrazo como militante del partido y por sus funciones como gobernador".

 

Refrendan los lazos de respeto;

atrás quedaron los denuestos

 

A diferencia de otras ocasiones, ya no lo llamó "mentiroso", al contrario, dijo que ambos habían refrendado los lazos y los vínculos de respeto, "que quiero dejar públicos de nueva cuenta, de reconocimiento y de amistad".

Luego fijó su postura ante el precandidato perdedor al señalar: "Cerramos un capítulo en la contienda del partido, la contienda que cambia la historia del PRI en el cual militamos los dos".

Ahora, añadió, hay que construir un capítulo, varios capítulos más hacia delante de la competencia política con los otros partidos, institutos políticos donde el tricolor ųdijoų, sale unido, con fortaleza para luchar por la contienda a la democracia.

Las palabras de Francisco Labastida se sellaron con otro abrazo entre ambos. El candidato se dirigió a la salida del salón satisfecho y sonriente, y ante el acoso de los reporteros que pretendían entrevistarlo, el vocero de la Presidencia habló en su lugar: "Mañana, mañana aceptará dar entrevistas".

Anoche en Los Pinos se ofreció la imagen de la "reconciliación". Atrás quedaron los inumerables denuestos que intercambiaron ambos priístas cuando buscaban la nominación de su partido, tales como "perfecto fracasado", "candidato oficial", "pinocho", etcétera.