* Su auto, localizado en el rancho Paso del Norte
Están desaparecidos un agente de la DEA y su acompañante
* El caso Corella revela los narcocementerios en Ciudad Juárez
Rubén Villalpando, corresponsal, y Juan Manuel Venegas, enviado, Ciudad Juárez, Chih., 2 de diciembre * El jueves de la semana pasada, uno de los cuatro agregados que la Agencia Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) tiene asignados en el consulado de ese país en Ciudad Juárez, desapareció junto con una persona que lo acompañaba.
El agente estadunidense, de apellido Corella (no se pudo obtener su nombre de pila), salió del edificio consular ubicado en avenida López Mateos, de la zona del Programa Nacional Fronterizo (Pronaf). Con su acompañante abordó un automóvil ųStratus 1999, dorado y placas del estado de Texasų, y dieron marcha con rumbo desconocido. Atardecía en esta frontera.
No se ha vuelto a saber del agregado ni de su acompañante. Al día siguiente, el viernes, el consulado reportó su ausencia y desde temprano comenzó la búsqueda.
De acuerdo con la información proporcionada a este diario, el Stratus de Corella llevaba instalado un localizador vía satélite, por lo que no fue difícil ubicarlo: estaba en la bodega del rancho Campo de Tiro Paso del Norte.
Notificadas las autoridades mexicanas, se brindó apoyo para cercar la finca, resguardarla y proceder a la recuperación del vehículo. Identificada como una propiedad más del cártel de Juárez, se pidió la colaboración del Ejército para la custodia del inmueble. Se dice que se llegó a temer un enfrentamiento con sicarios de "la organización Carrillo Fuentes", como se le conoce en Estados Unidos a la banda del fallecido Señor de los Cielos.
Los enviados del gobierno estadunidense (oficialmente 65, de la FBI) llegaron a Campo de Tiro el sábado por la mañana, llevando consigo fotografías satelitales de todo el terreno. Localizado el vehículo en la bodega referida, los agentes procedieron a la inspección del lugar con el objetivo de rastrear a Corella y su desconocido acompañante, de quien ahora se dice podría ser un "informante" de la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Se encontraron entonces indicios de que podrían haber sido inhumados en alguna parte del rancho... Y todo hace suponer que así fue ųdicen las fuentes a La Jornadaų, por lo que se decidió ampliar la indagatoria en la búsqueda de restos de otras personas.
Con el hallazgo, en Washington se filtró la noticia del narcocementerio mexicano (coincidentemente, la primera toma que se hace pública de Campo de Tiro, a través de la CBS, corresponde a una imagen satelital), y con ello, "el pretexto" para continuar con las investigaciones.
Oficialmente, ninguna autoridad ni mexicana ni estadunidense reconoce la desaparición del agente Corella. Sin embargo, dos sesgos informativos surgidos en estos días coinciden con la información dada a este diario: primero, se reconoce aquí ųen todos los ámbitosų que las agencias de Estados Unidos sólo actúan como lo han hecho cuando de buscar a uno de sus miembros se trata; segundo, el gobernador Patricio Martínez señaló hace dos días que "dos ciudadanos estadunidenses desaparecidos la semana pasada" eran el objetivo de la búsqueda.