Miguel Concha
Foro de concertación
Ciento cuatro organismos ciudadanos, entre los cuales seis redes de organizaciones, una unión de pueblos y 78 organismos especialmente comprometidos en la defensa y promoción de los derechos humanos en muchos estados de la República, se reunieron por primera vez en un foro de concertación el pasado 25 de noviembre, con el fin de compartir sus experiencias y análisis, y consensar una serie de propuestas jurídicas, administrativas y políticas, para revertir de raíz la grave situación de violación a los derechos humanos que existe hoy en México. Por la diversidad de sus participantes, fue claramente un ejemplo social de unidad en lo fundamental, que con justicia se espera de este tipo de organizaciones.
Sobre la base de un borrador elaborado por la comisión internacional de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos "Todos los derechos para todos", integrada por la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, la Sección Mexicana de Franciscans International y la Acción de los Cristianos para la Abolición de la Tortura, trabajaron a conciencia en seis mesas sobre los siguientes problemas fundamentales, haciendo de ellos un diagnóstico y formulando algunas propuestas básicas: la procuración e impartición de justicia; la militarización de la seguridad pública y la presencia militar en zonas indígenas y campesinas del país; la situación general de los derechos de los pueblos indígenas en México; la vigencia de los derechos económicos, sociales y culturales: la situación de los derechos políticos, y los hostigamientos y agresiones contra defensores de derechos humanos y comunicadores. No se trataba simplemente de expresar denuncias, sino de formular soluciones, en conformidad con la técnica jurídica y política, y de acuerdo a la doctrina internacional de los derechos humanos, lo que muestra el grado de madurez y profesionalización alcanzado por estos organismos.
Como se informó debidamente en La Jornada, una síntesis coherente de todo ello fue entregada ese mismo día por la noche a Mary Robinson, titular del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien por cierto expresó que tal informe se encontraba en la misma línea de sus preocupaciones sobre México, y se ha dicho con razón que ese catálogo de temas constituirá la base de la interlocución de las organizaciones nacionales no gubernamentales de derechos humanos con las autoridades. Confiamos en que estas por su bien y el de la sociedad, las tomen honradamente en serio.
De su lectura atenta se desprende que lamentablemente existen en México patrones graves de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como la impunidad de que gozan diversas autoridades que delinquen contra individuos, comunidades y sectores diversos de la población, de manera directa, en complicidad o por omisión, así como por la creación de leyes que facilitan las violaciones y vulneran el estado de derecho, en particular la seguridad jurídica y la integridad de las personas; el caso mínimo que hacen las autoridades de las recomendaciones y observaciones ya emitidas hasta ahora por diversos expertos en la materia, tanto de la ONU como de la OEA; la distorsión de las funciones del ejército en estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca, y la carencia de delimitación entre la jurisdicción militar y la que tienen las autoridades migratorias y de policía, con su consiguiente patrón de violaciones graves a los derechos humanos; la inmunidad de las fuerzas armadas ante los órganos civiles de procuración y administración de justicia; el deterioro constante de las condiciones de vida de bastos sectores de la población; la negativa a reconocer en pie de igualdad a los pueblos y comunidades indígenas dentro del Estado mexicano; la persistencia de vicios en los procesos electorales y el control de derechos fundamentales como el de información, expresión y asociación. Mucho de lo cual fue también aquí o allá objeto de las valoraciones de la propia comisionada en su paso por México.
Como ha expresado la Red "Todos los derechos para todos", las recomendaciones hechas por Mary Robinson resultan esperanzadoras para la sociedad civil en su conjunto, sobre todo la recomendación de la necesidad de que el gobierno tome medidas adicionales en materia de derechos humanos, asuma los instrumentos internacionales que ha firmado, y sobre todo los ponga en práctica, luchando contra la impunidad y la injusticia