Ť Rechaza el Congreso la investidura del represor Antonio Domingo Bussi


Festejan en Argentina detención del ex general Suárez Mason

Ť Versión de que el gobierno de Clinton ayudará en búsqueda de información sobre desaparecidos

Stella Calloni, corresponsal, Buenos Aires, 3 de diciembre Ť La detención del ex general Guillermo Suárez Mason por orden del juez Adolfo Bagnasco, que investiga el robo y apropiación de niños nacidos en cautiverio durante la pasada dictadura militar (1976-1983), fue festejada este día como otro triunfo de los familiares de los desaparecidos en Argentina, que no descansan en su búsqueda de verdad y justicia.

Esta fue una semana clave para los organismos de derechos humanos, ya que la detención de Suárez Mason se produce poco después de que su compañero, el general Antonio Domingo Bussi, con una historia de crímenes detrás y también acusado por el mismo delito de robo y apropiación de niños de detenidas desaparecidas, fue frenado en su intento de jurar como diputado por la provincia de Tucumán.

Mediante el voto de 200 legisladores de la Alianza y el Partido Justicialista, Bussi vio frustrado su intento de acogerse a la inmunidad que le otorgaría su cargo legislativo.

Ambos generales, considerados entre los más violentos y duros de la pasada dictadura, están requeridos en la lista de 98 militares y civiles cuya extradición pidió el juez español Baltasar Garzón.

Suárez Mason fue imputado en 1984, cuando se iniciaron los juicios a las juntas militares por 635 delitos de lesa humanidad, y como jefe del primer cuerpo de ejército tuvo bajo su control centros clandestinos como El Olimpo, La Cacha , El Pozo de Banfield --por donde pasaron 12 mujeres embarazadas desaparecidas-- y Orletti, que fue clave en la Operación Cóndor.

También se imputa a Suárez Mason responsabilidad en las desapariciones de embarazadas que habrían dado a luz en la Seccional Quinta de la ciudad de La Plata.

Bagnasco lo indagó sobre el caso del nieto del poeta Juan Gelman, cuya nuera Claudia García Irurueta Goyena (esposa de su hijo Marcelo, ambos secuestrados y desaparecidos) fue vista embarazada en Orletti, y de Laura Carlotto (también desaparecida), hija de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, que encabeza la lista de querellantes, y que hasta ahora busca a un nieto que se sabe nació en cautiverio.

También Suárez Mason tenía responsabilidad sobre Campo de Mayo, el cuartel escuela más importante del ejército, donde se documentaron nacimientos clandestinos.

En 1984, el mismo general, que había realizado reuniones de la Liga Anticomunista Mundial en Argentina en 1981, a la que asistieron militares que entrenaban a mercenarios nicaragüense en Honduras, huyó a Estados Unidos para evitar su detención.

El largo brazo de la justicia

Finalmente, después de una incansable lucha jurídica se logró que la Interpol lo detuviera el 24 de enero y lo extraditara a Argentina en 1988, pero un indulto de Carlos Menem, a finales de 1989, lo dejó libre.

Sin embargo, tiene ahora varios juicios, ya que además de la solicitud de Garzón está imputado en Italia por la desaparición de ocho ciudadanos ítalo-argentinos, y otras naciones lo reclamarán a corto plazo.

Bagnasco comenzó investigando el robo de niños en la Escuela de Mecánica de la Armada después de considerar tanto el juez como la Cámara Federal que el secuestro y cambio de identidad de los hijos de los desaparecidos son delitos que no prescriben y no fue juzgado antes aquí.

Están ya en prisión por esta causa el ex general Jorge Rafael Videla, el ex contralmirante Emilio Massera, el último presidente de facto Reynaldo Bignone, el ex jefe del ejército Cristino Nicolaides, el ex jefe de la marina Rubén Franco, el ex vicealmirante Antonio Vanek, el ex capitán de la armada Jorge Tigre Acosta y el ex prefecto Héctor Febres. Sólo estos dos últimos cumplen prisión en Gendarmería y Prefectura; el resto está bajo arresto domiciliario.

Suárez Mason que hoy fue trasladado a Campo de Mayo, seguramente irá también a su domicilio porque tiene 75 años.

Suárez Mason es vinculado a la CIA estadunidense, organismo con el que colaboró en Centroamérica especialmente, y ocupó cargos en la Liga Anticomunista Mundial, que financió escuadrones de la muerte y coordinaciones represivas en la región.

Sin embargo, cuando este día una radio local preguntó a Suárez Mason si está arrepentido de sus acciones, respondió: "No, para nada... no he cometido nada de eso".

En tanto, el general Bussi no pudo esta vez pasar el filtro del Congreso. La votación por la negativa a su ingreso fue saludada con un estruendoso entusiasmo, mientras las porras gritaban "asesino" al hombre que comenzó mucho antes que la dictadura militar una feroz acción represiva en Tucumán.

La Cámara impidió que jurara el pasado primero de diciembre por "inhabilidad moral", ya que está acusado en distintos juzgados por crímenes de lesa humanidad.

A todo esto, el diario Página 12 informó hoy que el gobierno de Bill Clinton aseguró su apoyo en la búsqueda de información sobre argentinos secuestrados en países vecinos, en el marco de la Operación Cóndor.