Ť Se impuso 4-3 al Necaxa y lo eliminó, con marcador global de 5-3
De la mano de sus extranjeros, Cruz Azul calificó
Ť Gol olímpico de Morales y vistosa anotación de Latorre Ť Tres tantos de Agustín Delgado
Marlene Santos A. Ť Encabezada por el consentido del público, Diego Latorre, la legión extranjera del Cruz Azul sacó la casta y fabricó goles de fantasía, para sepultar las aspiraciones del llamado equipo de la década al eliminarlo en cuartos de final con marcador de 4-3 (global 5-3), y ubicarse en la siguiente ronda, a la espera de su próximo rival.
El espectáculo que la afición cementera anheló a lo largo del torneo afloró ayer en un emotivo partido. El público jugó su mejor papel y encauzó la tensión al exigir a coro el ingreso de Latorre, abuchear las ofensivas de Rayos e impulsar a los suyos, para al final, estallar en cánticos y desbordar su alegría hasta la salida del inmueble.
Un Necaxa curtido en la adversidad fue local en el estadio Azul, con público en contra; pese a ello, pronto tomó ventaja por conducto del ecuatoriano Agustín Delgado, quien al minuto 8 abrió el marcador al rematar con la cabeza a pase de Luis Pérez.
Los del Cruz Azul comenzaron a hacer presión ante la meta necaxista y a los 38 el argentino Mauro Camoranesi igualó con certero cabezazo, tras tiro de esquina cobrado por el brasileño Julio César Pinheiro. Pero cinco minutos después, de nuevo Delgado puso en ventaja a Rayos en otro corner. Alex Aguinaga cobró a segundo poste, donde sin marca su compatriota remató con comodidad y puso el 2-1, ante una mala salida de Oscar Pérez.
Para el segundo tiempo el estratega Luis Fernando Tena ingresó a Latorre y el clamor de "šSí se puede, sí se puede!" acompañó los primeros desplantes del argentino. Sin embargo, el primer tanto de fantasía fue obra de otro pampero, Angel Matute Morales, quien anotó un gol olímpico (50) desde el banderín izquierdo, para el 2-2. Y comenzó la debacle de Rayos.
Al minuto 55 el silbante Armando Archundia titubeó, se dejó presionar por los reclamos de Tena y expulsó a José Luis Montes de Oca por golpear a Camoranesi; asimismo, envió a los vestidores a Tena.
Latorre dio la razón a su público al realizar un golazo. Recibió pase de Francisco Palencia, con gran técnica bajó el balón con el pecho y lo bombeó para techar a Pineda. El estadio enloqueció con el festejo del 3-2, a los 58 de acción, y el partido continuó en gran nivel, pues el disminuido Necaxa se multiplicó y atacó hasta acortar la distancia, otra vez mediante el moreno Delgado, quien puso el 3-3 con remate de cabeza tras servicio de David Oliva al 74, en otra pésima salida del Conejo. El brasileño Pinheiro hizo contundente la victoria celeste, cuando al 77 decretó el 4-3 final.