Ť El próximo sábado, asalto definitivo a la ciudad, advierte el ejército ruso
Si combatientes y civiles no salen de Grozny serán aniquilados: Moscú
Ť El Kremlin pagará un precio muy alto por las víctimas que provoque, sostiene Bill Clinton
Juan Pablo Duch, corresponsal, Moscú, 6 de diciembre Ť El alto mando militar ruso lanzó este lunes un ultimátum a los habitantes de Grozny, exigiéndoles salir de la ciudad antes del próximo sábado con los brazos en alto y un trapo blanco como bandera de rendición; quien no lo haga será considerado "terrorista" y exterminado por las bombas de la aviación y artillería rusas, antes de que las tropas federales comiencen el asalto definitivo a la ciudad.
La medida no hace distinción entre población civil y combatientes wahabitas (islamistas radicales). Mujeres, niños y ancianos son equiparados a "terroristas". Fuentes chechenas afirman que el ultimátum es una trampa, pues en muchos casos los soldados rusos impiden a los civiles abandonar la ciudad con el propósito de usarlos como "escudos humanos".
Hasta ahora se desconoce a ciencia cierta cuántos civiles quedan en Grozny, los altos mandos militares rusos afirman que los civiles que permanecen en la capital son "pocos", pero fuentes chechenas consideran que podría haber hasta 50 mil civiles todavía en la ciudad. El Ministerio de Defensa ruso, en cambio, calcula que hay no más de 5 mil combatientes wahabitas atrincherados en la capital
En cambio, el viceministro ruso de Situaciones de Emergencia, Serguei Jetagurov, estima en 15 mil la cifra de civiles en Grozny, y el vicepremier de Rusia, Nikolai Koshman, hablaba ayer de unas 35 mil.
Este lunes la aviación rusa que bombardeó Grozny arrojó también volantes en los que advertía a los pobladores de la ciudad que tienen un plazo de cinco días para rendirse o morir.
"Están cercados, todas las carreteras están bloqueadas. Perdieron. El mando militar ruso les da una última oportunidad. Hasta el 11 de diciembre estará abierto un corredor hacia Pervomaiskaya", comienza uno de los volantes mostrados esta noche en el noticiario del canal de televisión NTV, de Moscú.
"Quienes salgan de Grozny recibirán alojamiento, alimentación y tratamiento médico y, lo más importante, conservarán su vida. Quienes decidan quedarse en Grozny serán considerados terroristas y bandidos, y serán aniquilados por la aviación y la artillería. No habrá más negociaciones. Quienes se queden, morirán", continúa la advertencia.
El ultimátum a los habitantes de Grozny coincidió con un urgente llamado del primer ministro, Vladimir Putin a su ministro de Situaciones de Emergencia, Serguei Shoigu, a suspender la licencia que había solicitado para participar en la campaña electoral de la coalición Unidad, que encabeza. El funcionario recibió órdenes de trasladarse de inmediato al Cáucaso del Norte para coordinar personalmente la asistencia a los miles de nuevos refugiados que esperan las autoridades rusas en los próximos días.
Desde que comenzaron las operaciones de Moscú en Chechenia, el 5 de septiembre, unas 236 mil personas han abandonado sus lugares de residencia en Chechenia, de las cuales la mayoría se ha refugiado en la vecina república de Ingushetia, en campamentos que han sobrepasado su capacidad y donde los desplazados carecen de lo más elemental, según organismos humanitarios internacionales.
El presidente estadunidense, Bill Clinton, criticó hoy el ultimátum ruso contra los chechenos de Grozny y advirtió que Moscú "pagará un precio muy alto" por las víctimas que provocará un asalto contra la capital chechena. El mandatario agregó que "cada día que pase (la región) se hundirá más en un estado de confusión que intensificará el extremismo y perjudicará su posición en el mundo", señalaron las agencias de prensa occidentales.
Indicó también que el ultimátum "amenaza la vida de los ancianos, los débiles, los heridos y otros civiles inocentes que simplemente no pueden marcharse o están demasiado asustados para dejar sus hogares".
Clinton añadió que comprende la lucha antiterrorista de Rusia, pero señaló que "el pueblo de Chechenia está en una posición terrible: acosado, por un lado, por grupos paramilitares y terroristas, y por otro, a merced de la ofensiva rusa"
En tanto, las tropas federales continuaron los intensos bombardeos de Urus Martan, uno de los pocos puntos estratégicos que quedan en manos de los combatientes wahabitas, tras la reciente caída de Argun. Según Valeri Manilov, subjefe del Estado Mayor del ejército ruso, Urus Martan está prácticamente cercado y "será limpiado de bandidos en los próximos días".
Si los militares cumplen su amenaza de asaltar Grozny, ello no pondrá fin a la guerra, pues los combates se trasladarán a las montañas del sur de la república, donde se cree que hay cientos de rebeldes atrincherados. El asalto contra Grozny tampoco pondrá fin a las aspiraciones independentistas de los wahabitas, pues se sabe que representantes del presidente checheno Aslan Masjadov sostienen negociaciones con los talibanes afganos para instalar un "gobierno en el exilio" en el vecino país.
Ha trascendido, asimismo, que los generales rusos presionan al Kremlin para anunciar, después de la toma de Grozny, una cuarta fase de la operación bélica consistente en "la aniquilación de los terroristas chechenos fuera del territorio de Rusia". Los servicios secretos rusos tienen detectados ya campamentos de combatientes islámicos en Georgia, donde se cree que huirán los líderes militares rebeldes cuando salgan de Chechenia.
Por ahora, hasta donde ha podido saberse, la cancillería rusa no apoya la insistente demanda de los generales de solicitar autorización al gobierno georgiano para destruir dichos campamentos mediante "golpes de precisión" con misiles.