Ť Inauguran 100 años de imágenes en movimiento
Se viajará entre sonidos, silencios y colores con sólo tocar un botón
Ť Periplo por cine, tv, Internet y CD-Rom, anuncia Di Castro
Ť El ''plato fuerte'' será el ambiente virtual de Monte Albán
Miryam Audiffred Ť El 16 de agosto de 1896, cientos de mexicanos se enfrentaron a una de las más grandes ''maravillas de la ciencia": el cinematógrafo. Entonces, 50 centavos fueron más que suficientes para disfrutar el prodigio de capturar la vida cotidiana y conocer el vicio de mirarlo todo más de una vez.
Era sólo el principio de una historia construida con gestos, colores, sonidos y mouse; sólo el primer capítulo de una novela que, aún sin final, es recogida por el Centro Multimedia en la muestra 100 años de imágenes en movimiento para impulsar una reflexión ''con poco rollo y muchos hechos" sobre el ''excesivo" consumo de medios que existe en el país.
No hay visiones locales o regionales. Lo que la exposición propone es, en palabras del director del Centro Multimedia, Andrea di Castro, realizar un breve pero profundo recorrido por los instantes del cine, la televisión, el Internet y la realidad virtual; últimas palabras escritas en este siglo con la tinta de la tecnología.
Lo que interesa, aclara, es que las personas descubran que todos estos procesos de comunicación tienen un mismo origen y, por ende, muchos puntos de contacto. ''Estoy consciente de que habrá quienes consideren que la muestra es un esfuerzo didáctico", añade. ''Pero también estoy seguro de que habrá quienes, como yo, piensen que sólo se trata de un experimento divertido".
Sean peras o manzanas, lo cierto es que la magnitud de la exposición obligó a utilizar como escenario espacios que nunca antes habían abierto sus puertas a imágenes en movimiento o a medios de difusión tan tradicionales como la televisión.
El séptimo arte, deudor de Griffith
No hay duda de que la cinematografía revolucionó dramáticamente la vida de los hombres. Por eso, a fin de ilustrar el camino recorrido por las tecnologías relacionadas con esta actividad, la exposición, organizada por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, reunirá un poco de todo: aparatos cinematográficos, trabajos en CD-Rom, programas de televisión y, es obvio, un ciclo fílmico para recordar a los grandes de la industria: los hermanos Lumiére, Georges Mélies y David Wark Griffith, de quienes el cine obtuvo la técnica, la fantasía y el lenguaje, respectivamente.
Sin ocultar su pasión por la trayectoria de Griffith ųquien durante su vida realizó 541 películas, más de 150 como productor y, además, fue el primero en transmitir conceptosų Di Castro enfatiza que la exhibición también dejará en claro que, como dijo Orson Wells, ''ningún arte le debe tanto a un solo hombre como el cine a Griffith".
100 años de imágenes en movimiento, que culminará el próximo febrero, presentará en la galería del edificio central un ''homenaje a Lumiére" mediante una ambientación que incluye la proyección del filme que consigna el arribo del tren a la estación de San Lázaro; cinta que fue tomada entre 1896 y 1897 durante la estancia en el país de Gabriel Veyre y Claude Ferdinand Bon Bernard, representantes de los hermanos franceses.
Como parte de este reconocimiento, será creada la sección ''Precinematógrafo" en la que serán expuestos diversos dispositivos de épocas anteriores al cinematógrafo, incluidas piezas originales y réplicas pertenecientes a la Filmoteca de la UNAM. De esta forma, serán exhibidos cerca de 30 aparatos como el Praxinoscopio Teatro de Reynaud (Francia, 1870) con tiras de dibujos animados, una placa de cristal pintada a mano para la Linterna Mágica (Inglaterra, 1830), así como diversos fenaquistiscopios, taumatropos, proyectores y fotomurales pertenecientes a distintas edades del desarrollo de la imagen en movimiento.
Convergencia de tecnologías
Si bien el ''plato fuerte" de la exhibición será el ambiente virtual de Monte Albán ųque ubicado en la galería de Realidad Virtual del Centro Multimedia permitirá la interacciónų la muestra contará con una sección dedicada a la tv. Haciendo uso de un ''video wall" de nueve cubos, será mostrado un mosaico con imágenes y textos de momentos clave en la historia de la humanidad y de la tecnología, como la llegada del hombre a la Luna, la caída del Muro de Berlín o la guerra del Pérsico.
Lejos de los jacalones y carpas efímeras que en México fueron edificados para albergar al cinematógrafo y a los magos, cantantes, declamadores, ventrílocuos y payasos que acompañaban dichas funciones, gran parte de las imágenes adquirirán movimiento en pantallas de computadora, pues habrá una galería para CD-Rom.
Di Castro comenta que se presentará una selección de volúmenes interactivos que ilustran la convergencia de las tecnologías en los albores del tercer milenio. Los temas de los discos serán tan diversos que permitirán viajar de la pintura de Siqueiros al México precolombino o a la modernidad arquitectónica.
''No entraremos en conflictos tan añejos como la rivalidad entre los Lumiére y Edison", explica. ''Sólo expondremos la realidad tecnológica que rodea a los mexicanos y, tal vez, sostendremos que la educación es la única oportunidad que tiene la televisión para reivindicarse; aunque la palabra final la tendrá quien se sumerja en las distintas secciones de esta muestra que, por cierto, estará cambiando todo el tiempo".
Y es que el ciclo cinematográfico se transformará constantemente para no olvidar técnicas ni personajes. Sergei Mijailovic Eisenstein estará presente al igual que el escritor Upton Sinclair en la secuencia de šQue viva México! Se proyectarán animaciones de Norman Mc Laren con el mismo ahínco con el que se difundirán los gestos de Charles Chaplin o Los viajes de Gulliver y el Viaje a la Luna, de Mélies.
Todo estará en transformación constante. Sin embargo, la aventura de viajar entre sonidos, silencios y colores con sólo tocar un botón, mirar una pantalla o utilizar un mouse será algo permanente.
(La muestra se inaugura hoy, a las 19:30 horas, en el CNA, en Río Churubusco y calzada de Tlalpan.)