* El auge de estos servicios supera otras actividades
Los mexicanos gastan mil millones de pesos en hot-lines
* El 71% de esas llamadas son de índole sexual, reporta Profeco
Patricia Muñoz Ríos * Pese a la crisis, la carestía y el deterioro del poder adquisitivo, los mexicanos anualmente gastan un promedio de casi mil millones de pesos en servicios de hot-lines. La industria del entretenimiento telefónico ha tenido un auge sin precedente en el país, que supera otras actividades económicas.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) argumenta que si bien en 1996 --en plena crisis-- eran siete las empresas nacionales que prestaban servicios telefónicos de audiotextos, a la fecha el número se ha multiplicado más de tres veces.
En la actualidad 21 empresas nacionales y cuatro internacionales se dedican al entretenimiento vía telefónica en México y, según la investigación de la dependencia, siete de cada diez de estas llamadas son de corte sexual.
El 71 por ciento estos servicios telefónicos solicitados por los mexicanos es de índole sexual; 10 por ciento es para buscar pareja o amigos, los llamados ''encuentros''; 15 por ciento es para demandar servicios de ''adivinación''; sólo 3 por ciento para oír chistes, y uno por ciento para solicitar información de todo tipo.
El costo promedio de cada llamada es de entre 210 y 240 pesos --entre 14 y 16 pesos por minuto-- y operan a través del servicio 900 de Telmex, aunque los servicios de audiotextos son proporcionados por empresas independientes de esta telefónica, la cual establece los precios máximos que se pueden cobrar por minuto y los factura para que se incluyan en el recibo telefónico.
En las llamadas hot-line el mecanismo es el siguiente: ''al hacer la llamada se escucha una grabación que proporciona los datos del servicio para después ponernos en contacto con una persona de sexo femenino, quien aclara que se puede hablar de todo tipo de temas. Luego la conversación se torna cordial, la interlocutora empieza entrar en confianza, tutea a su interlocutor y entra de lleno a la conversación que lleva por los linderos que desee el consumidor, pero que a todas luces trata de alargar lo más que se pueda''.
Las conversaciones a veces están acompañadas por sonidos, música y otros efectos, apunta la Profeco.
Los datos de la dependencia, permiten calcular que los mexicanos compran anualmente más de 71 millones de minutos de divertimento auricular. O sea, utilizan casi 1 millón 183 mil horas al año en este pasatiempo y realizan un promedio de 7 millones de llamadas al año, para tener conversaciones eróticas, de amor, o recibir guías para su futuro.
Curiosamente, a pesar de que en la mayoría de los casos las cuentas que se aplican por este servicio son elevadas, el número de quejas de los consumidores en contra de estas empresas --que además operan con nombres fantasmas--, es prácticamente inexistente.
La dependencia sólo ha podido aplicar algunos requerimientos por violaciones a la Ley Federal de Protección al Consumidor en los anuncios publicitarios. En 1996 se aplicaron sólo 23 sanciones en contra de las publicidades; en 1997 el número bajó a 14 y todavía disminuyó más en 1998, pues apenas se reconvinieron siete anuncios.
En la mayoría de los casos, sin embargo, la sanción consistió en que se corrigiera el anuncio, ya que ''el propósito ha sido convenir con el proveedor la modificación de la publicidad y evitar sanciones'', establece la Procuraduría, la cual sólo puede hacer un seguimiento de la publicidad pues no hay quejas, no hay otra forma de vigilar la prestación de este servicio y no le queda más que monitorear diariamente a través de la prensa escrita y los medios electrónicos para ver si cumplen con la ley.
La Profeco hizo llamadas también a líneas de adivinación, en las cuales al igual que en las de tipo sexual, primero se escucha una grabación en la que se indica el costo del servicio y ofrece la opción de colgar, para posteriormente comunicar al consumidor con una ''psíquica'' con la cual se conversará en vivo.
La persona en la línea proporciona su nombre ''artístico'' y pregunta el nombre de su interlocutor, fecha de nacimiento y qué es lo que le interesa saber. Para seguir la trama, los investigadores de la procuraduría preguntan por su situación laboral, así como lo que el futuro le depara en cuanto a dinero, salud y amor y de inmediato se escucha un efecto de que se baraja un mazo de cartas, ''acción que se hace en forma demorada''. Luego se empieza a proporcionar la información requerida, pero en forma excesivamente pausada y repetitiva, además de que se tarda en enumerar las características del signo zodiacal de la persona y al contrario de la llamada de tipo sexual, se hacen constantes pausas.
De esta forma, apenas se le hace creer al consumidor que vienen los aspectos más interesantes de la llamada cuando ya pasaron diez minutos --entre 140 y 170 pesos en promedio de costo--. La artista se empecina en alargar la llamada e indica que el tiempo reglamentario de cada llamada de este tipo de servicios es de 15 minutos por ley, por lo que si corta, se invita a volver a marcar y pedir con ella misma para terminar de dar las predicciones. Pero el futuro quedará incierto, la llamada está muy cara.
En México esta industria tiene que seguir las regulaciones establecidas en la Ley Federal de Telecomunicaciones, la cual estipula los modos y las formas en que se debe transmitir la información y ante quién debe registrarse la empresa. A su vez tiene que cumplir con el Reglamento del Servicio de Telefonía Pública, que regula la operación de los prestadores de servicios y otorga la concesión para explotar la red pública de telefonía y por último debe cumplir con la Ley Federal de Protección al Consumidor, quién sanciona la publicidad engañosa.
Los audiotextos surgieron primero en Estados Unidos y posteriormente en los países europeos ųa excepción del bloque socialista-; más tarde llegaron a países de Asia, Africa y América Latina. En Estados Unidos se ofrecen por primera vez estos servicios denominados de entretenimiento en 1980 y en 1994 este país alcanzó ventas por 2 mil millones de dólares, monto que se estima ha quedado más que rebasado este año.
En México, el primer contrato de prestación de estos servicios entre Telmex y un proveedor de información se firmó el 1Ɔ de febrero de 1995, y posteriormente surgieron más compañías que ofrecieron estos servicios, pero pronto ingresaron otras que brindaban servicios de tipo erótico, utilizando publicidad engañosa y un sistema de cobro diferente.. .