* Rival de Ana Torres
El boxeo femenil mejora en cada pelea:
Mariana Juárez
Entrenar boxeo de tiempo completo y sentir la adrenalina cuando suben al encordado es la pasión común de Mariana Juárez y Ana María Torres, quienes combatirán en la categoría de peso gallo este sábado en la arena México.
Juárez irá por la revancha ante su rival, quien le quitó lo invicta en julio pasado, por decisión dividida. La capitalina (con foja de 6-1-1) espera obtener ahora la victoria, porque ha mejorado su técnica.
Por su parte, Torres (3-0) asegura estar bien preparada y que no estará en desventaja en su próxima pelea; "vamos a buscar el nocaut", comentó.
Las boxeadoras, ambas de 19 años, visualizan su futuro en este deporte, que también ųdicenų da satisfacciones.
Con disciplina, ganas y corazón es como Mariana Juárez expresa su gusto por este deporte; "sólo escucho lo que me dice en la esquina, los gritos de la gente y de los amigos que me apoyan nunca los oigo", dice; admite que los nervios la atacan en el vestidor, pero cuando sube al cuadrilátero, todo pasa a segundo término.
Mariana Juárez comentó que José Morales, padre de El Terrible Morales, le ofreció tres peleas (dos en Tijuana y una en Estados Unidos) que servirían para proyectarla en el extranjero y lograr así su objetivo de pelear en otros países. Añadió que está lista para disputar de seis a ocho rounds en el encordado, pues su fortaleza física se lo permite.
Juárez confía en que el llamado sexo débil paulatinamente va a incursionar más en este deporte; las mujeres se están preparando para debutar y abrir espacios, independientemente de que los aficionados vayan por morbo o por interés a verlas, afirmó.
Por su parte, Gloria Dinamita Ríos expresó que espera la oportunidad de enfrentar de nuevo a Mariana Juárez, quien ya la noqueó. Advirtió que el boxeo femenil está abriendo brecha, porque las peleadoras van mejorando su técnica conforme tienen actividad. Ahora ya hay más mujeres entrenando en los gimnasios y poco a poco habrá más pugilistas que debuten profesionalmente, concluyó. (Ana Mónica Rodríguez)