A finales de su gobierno, al sustituir a su secretario de Hacienda, Hugo B. Margáin -oficialmente porque se cayó de un caballo-, el ex presidente Luis Echeverría aseguró que no habría cambios en la política económica porque las finanzas ``se manejan desde Los Pinos''.
Esa afirmación tiene ahora mayor validez que nunca, pues el presidente Ernesto Zedillo ha sido su propio secretario de Hacienda, al grado que acuerda directamente con los tres subsecretarios, Martín Werner, Tomás Ruiz y Santiago Levy, sin la intermediación del secretario José Angel Gurría. Es un hecho conocido que, cuando más, los subsecretarios le corren la cortesía de informarle de lo acordado.
Por ello, con el nombramiento de los mencionados subsecretarios para revisar las reformas que exigen los partidos de oposición a la Ley de Ingresos y presupuesto federal significa que el negociador en jefe es el propio presidente Zedillo.
Por eso mismo, el tiempo es primordial. Si el presidente acepta ceder, este lunes ya estará todo definido y listo para aprobarse en la Cámara de Diputados y terminar el proceso el martes en el Senado. Así el primer mandatario podrá viajar con tranquilidad a Panamá, para asistir a la ceremonia de devolución del canal al gobierno de esa nación centroamericana.
En relación con Gurría, aunque no sea el responsable de definir la política económica, su posición es muy importante, sobre todo por su prestigio ante la comunidad financiera internacional. Su permanencia en la Secretaría de Hacienda ofrece la seguridad de que no habrá cambios bruscos en la política económica de México y como contrapartida los inversionistas no incurren en fugas de capital como la que precipitó la crisis de 1994-95.
En lo personal, para Gurría esta situación se ha convertido en un problema. Nunca ha ocultado su interés por llegar a convertirse en candidato presidencial, pero los ``candados'' en los estatutos del PRI lo tienen maniatado.
A pesar de las críticas que ha recibido en los últimos días por el asunto de las pensiones de Nacional Financiera, el todavía secretario de Hacienda tiene la posibilidad de convertirse en candidato a diputado o senador, con lo cual se libraría para siempre de los ``candados'' y podría regresar a un puesto administrativo si triunfa su amigo Francisco Labastida Ochoa. El ``pero'' está en su condición de garante de la estabilidad de la política económica. Cuando se consolide la seguridad de que se mantendrá la confianza de los inversionistas, entonces podrá ingresar a las listas de candidatos al Legislativo.
La cosecha
De gran trascendencia resultará el punto de acuerdo aprobado en el Senado, por el cual se solicita a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos que el aumento para el año venidero no sea inferior a 15 por ciento, así como la demanda de acabar con los topes para los aumentos de salarios contractualesÉ También trascendentes las reformas para aumentar los castigos a funcionarios que se apoderen de recursos públicos, promovida por el PANÉ El Poder Judicial de la Federación no quedó al margen de las demandas de mayores recursos para el año venidero. El presidente de la Suprema Corte de Justicia y del Consejo de la Judicatura Federal, Genaro David Góngora Pimentel, dijo que para seguir perfeccionando el sistema de administración de justicia no sólo se requieren mejores leyes y juzgadores, sino el apoyo financiero del pueblo de México.
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