Ť Piden mantener cuota compensatoria a China
Más de 4 mil trabajadores del juguete perderían sus empleos
Ť Dirigentes ven mejores perspectivas tras el TLC con Europa
David J. Zúñiga Ť Más de 4 mil trabajadores de la industria juguetera nacional (de un total de 6 mil directos) podrían perder sus empleos si la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (Secofi) no extiende la aplicación de una cuota compensatoria de hasta 351 por ciento a las importaciones provenientes de China, advirtieron dirigentes de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete, AC (Amiju).
En entrevistas por separado, Helios Eguiluz Adam y Víctor Hugo Pérez, presidente y secretario de la Amiju, respectivamente, coincidieron en que si bien la industria juguetera tendrá un repunte de cerca de 3 por ciento este año y el volumen del mercado será de unos 800 millones de dólares (60 por ciento concentrado entre Navidad y Día de Reyes), aún no se alcanzan los niveles previos a la crisis de 1994.
La cuota compensatoria a China, explica Helios Eguiluz, se impuso hace cinco años para equilibrar el costo de entrada de productos de ese país con los costos de fabricación de los juguetes en México, lo que "nos ha dado una relativa igualdad de condiciones".
China, agregó, es una economía centralmente planificada con muchas ventajas: subsidios, mano de obra en condiciones "de semiesclavitud" y práctica dumping. Además, afirma, es el mayor fabricante de juguetes en todo el mundo: 60 por ciento de los juguetes que se venden en el planeta proviene de China.
Según cifras de Secofi actualizadas a agosto de este año, los principales exportadores de juguetes a México son Estados Unidos, con 69.3 por ciento, y China, con 8.82 por ciento.
Los jugueteros mexicanos contrataron abogados para solicitar a la Secofi que se mantenga la cuota compensatoria, pero deberán entregar documentación a esta dependencia. La integración de expedientes, dice Víctor Hugo Pérez, ya está muy avanzada e incluye argumentos "suficientemente sólidos", pero es un proceso muy costoso, y los sectores que no hayan entregado la documentación completa quedarán liberados.
ųƑCuántos empleos estarían en riesgo si la decisión no les favorece?
ųCalculamos que se perderían cerca de 4 mil empleos directos, un costo altísimo ųresponde Eguiluz.
Aunque reconoce que se acerca "un buen año", Víctor Hugo Pérez advierte: "Hay que estar preparados ante la eventualidad de otra crisis y no solicitar préstamos". Es preferible, dice, dejar de surtir pedidos a trabajar sólo para los bancos.
ųSe calcula que 74 por ciento de la mercancía es importada ƑCuántos fabricantes han abandonado la producción de juguetes para dedicarse a importarlos?
ųSucedió con muchos jugueteros ųreconoce Víctor Hugo Pérez, principalmente con fabricantes de bicicletas, cuya maquinaria está detenida, convirtieron sus fábricas en bodegas.
ųƑCómo les ha afectado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte?
ųHemos aprendido la lección. Desaparecieron muchos que se decían industriales y que hacían juguetes de mala calidad, y sobrevivieron aquellos que ofrecían mejores productos y estaban mejor administrados. También hubo fusiones y coinversiones.
Más oportunidades con Europa
Ambos dirigentes reconocen que la industria juguetera mexicana tiene que prepararse para comerciar con Europa. Por ejemplo, explica Víctor Hugo Pérez, 99 por ciento de los juguetes europeos tienen certificación 1SO (International Organization for Standardization) 9000, mientras que en México sólo 1 o 2 por ciento cumplen dicha norma.
Eguiluz Adam es más optimista: las posibilidades para la industria juguetera mexicana son aún mayores que con el TLC de Norteamérica, aun cuando las normas europeas son más estrictas, afirma.
"Estamos elaborando un plan para que los fabricantes nacionales, los importadores y las trasnacionales que se quieran unir a nosotros, cumplan las normas de calidad ISO 9000 y 14000 para no tener problemas".
El juguete mexicano, dice, tiene más posibilidades de entrar a Europa que el europeo a México, y las jugueteras mexicanas tienen planeado hacer alianzas estratégicas entre sí y con empresas europeas; estas últimas con miras a penetrar en el mercado estadunidense.
Un factor de desventaja común al resto de la industria nacional, señala Eguiluz, es la escasez y carestía del crédito. "En México un crédito cuesta 23 por ciento anual, cuando los competidores del exterior manejan tasas de 8 o 9 por ciento".
Ante esta astringencia, han tenido que recurrir al crédito de proveedores y de los mismos clientes (tiendas de autoservicio y departamentales, entre otros) e incluso a préstamos en el extranjero.