* Pondría en riesgo estabilidad y crecimiento, dice
La propuesta de PAN y PRD, "alianza para la crisis": Gurría
* Pretenden usar electoralmente negociaciones del presupuesto, acusa
Antonio Castellanos y José Gil Olmos * El gobierno federal advirtió anoche que un gasto adicional de 17 mil 380 millones de pesos, propuesto por PAN y PRD, podría crear una crisis económica antes de las elecciones del 2000. Les atraería votos, perjudicaría las posibilidades electorales de otros partidos, equivaldría a establecer una "alianza para la crisis" y pondría en riesgo la estabilidad y el crecimiento económico.
En una declaración oficial leída por el secretario de Hacienda, José Angel Gurría, acompañado por el titular de Gobernación, Diódoro Carrasco, se expuso que el Ejecutivo no acepta sobreestimar artificialmente los ingresos petroleros, con el consecuente riesgo de tener que efectuar recortes al gasto público el año entrante.
Por la tarde, de manera sorpresiva funcionarios de la oficina de prensa convocaron una conferencia en el auditorio de Hacienda. Casi de inmediato cambiaron el escenario a la Secretaría de Gobernación. Poco antes de las 19 horas, los representantes de las autoridades hacendarias indicaron que habría un comunicado.
La confusión se generalizó. En la Secretaría de Gobernación se ignoraba la conferencia, y finalmente los dos funcionarios aparecieron en el salón Juárez de la dependencia a las 19:45, para dar la declaración política de las negociaciones en materia de presupuesto.
Sin dar lugar a preguntas, José Angel Gurría informó que inicialmente los legisladores de PAN y PRD solicitaban un gasto público adicional por 25 mil millones de pesos, pero este domingo propusieron una erogación adicional por "sólo" 17 mil 380 millones de pesos, sin señalar la respectiva fuente de ingresos o los rubros específicos de reasignación de gasto, lo que permitiría atender esas demandas sin poner en riesgo la estabilidad y el crecimiento económico.
Desde Gobernación, Gurría mostró los desacuerdos fundamentales de la última semana del PRI con PAN y PRD en la Cámara de Diputados. Para estos dos últimos, el gasto público adicional podría resolverse con un déficit "riesgosamente" mayor, mediante un aumento al precio del petróleo artificial o a través de reasignaciones indefinidas del gasto público.
Financiar las propuestas adicionales de gasto público, vía un aumento en el déficit fiscal, equivaldría a llevar ese déficit a 1.4 por ciento del PIB, 40 por ciento superior a lo propuesto por el Ejecutivo. Ello, aseveró Gurría, pondría en riesgo la estabilidad y el crecimiento económico.
"Esa actitud sorprende, sobre todo por los legisladores del PAN, cuyo candidato a la Presidencia de la República, Vicente Fox, se ha manifestado públicamente por disminuir el déficit fiscal en un cuarto de punto porcentual al año, hasta llegar a un pleno equilibrio fiscal en el 2004."
Gurría, cuyas afirmaciones fueron avaladas por el secretario de Gobernación, manifestó que recurrir a un aumento en el precio del petróleo para financiar la propuesta de PAN y PRD, significaría aumentar "artificialmente" el precio estimado en cerca de 20 por ciento.
"El Ejecutivo ha señalado su disposición para que, en caso de que se generen mayores ingresos totales en el 2000, éstos se asignen a las prioridades que determine el Legislativo. Financiar las propuestas adicionales sin definir los recortes necesarios en programas específicos o las fuentes estables y permanentes de ingresos para sustentarlos, no es postura política responsable."
Acusó a PAN y PRD de pretender usar electoralmente las negociaciones del presupuesto, y señaló que el Ejecutivo federal hace un respetuoso llamado para separar los temas electorales de la negociación del presupuesto, con el propósito de que el país tenga un marco económico responsable y así el proceso comicial pueda llevarse a cabo con estabilidad económica.
"Habría que preguntarse si acaso no existe una intención por parte de algunos legisladores del PAN y del PRD para crear una crisis económica antes de las elecciones del 2000. Ello les atraería votos para sí y perjudicaría las posibilidades electorales de otros partidos, lo que además sería equivalente a establecer, más bien, una alianza para la crisis. Sin embargo, esos votos serían a costa del pueblo mexicano, en particular de los grupos más desprotegidos, quienes más resienten los impactos de la crisis económica."