Ť Se requiere ponderar peculiaridades de cada región
La riqueza cultural necesita un contexto legal incluyente: Gali
Ť La autogestión es sana porque implica compromiso, señala
Javier Molina, especial para La Jornada, San Cristóbal de las Casas, Chis. * ''Pienso que la autogestión siempre es sana, en principio, en cualquier época porque esto implica que hay compromiso y una participación de los que son y deben ser los actores sociales y culturales'', planteó Montserrat Gali, quien dictó en esta ciudad dos conferencias acerca del concepto de patrimonio cultural y de los museos y la museografía en México.
''En el caso del patrimonio cultural debe haber un contexto legal adecuado y a la vez muy incluyente que regule ciertas actividades que afectarían, en México, a toda la nación. Cuestiones básicas de restauración, posesión o circulación de obras de arte, de relación entre el patrimonio y el desarrollo urbano, de respeto al equilibrio ecológico, etcétera, es decir, principios que todas las entidades y las comunidades deberían respetar; sin embargo, ya para la aplicación concreta hay que tomar en cuenta las especificidades de cada estado y región, porque las condiciones no son las mismas en Chiapas que en Coahuila."
Las conferencias de Gali sobre el patrimonio cultural en México y el mundo fueron organizadas por la Academia de Historia de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas.
Por la diversidad cultural de México y las trayectorias tan distintas que parecen seguir los distintos estados en materia cultural ųconsidera la investigadoraų es evidente que no podemos uniformarnos con una misma ley. '''Entonces, la solución sería elaborar una ley general, marco, y con reglamentos específicos que respondieran a las necesidades de las distintas regiones culturales del país. Esta ley marco constaría de pocos capítulos, claros y concretos, que establecieran principios consensuados sobre la política de patrimonio cultural en México".
''Uno de los problemas más graves de la propuesta de ley sobre patrimonio cultural que se discute es que mezcla cuestiones de principio, que son las que debe contemplar una ley, con aspectos de aplicación o interpretación que deberían contemplar los reglamentos."
Usar la cultura para otros fines
Ejemplifica Gali con dos preguntas que establecen dos principios: pueden o no pueden salir las obras de arte del país. Pueden o no los particulares ser propietarios de bienes artísticos declarados monumentos nacionales. ''Bajo este contexto general cada comunidad podrá darse sus reglas de actuación relativas al patrimonio cultural, que responderán a sus tradiciones, necesidades y expectativas".
Montserrat Gali Boadella obtuvo el doctorado en historia del arte en la UNAM y la maestría en comunicación visual en Zagreb, Croacia. Ha sido asesora de distintas instituciones nacionales e internacionales en montajes y exposiciones de arte, entre las cuales destaca la organización y asesoría de La plástica joven mexicana, colectiva inaugurada en Barcelona. Entre 1989 y 1994 fue directora del Museo Universitario del Chopo y en la actualidad es investigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de Puebla.
Explica que el sentido moderno de lo que es el patrimonio cultural surge a principios del siglo XIX como resultado de las revoluciones burguesas que llevan a la construcción del Estado nacional moderno. ''Antes hubo conciencia del valor histórico y simbólico de ciertos edificios o de algunas obras de arte, pero no existió la necesidad o la conciencia de la necesidad de conservarlos o estudiarlos. El imperativo de crear una historia coherente y unificadora que otorgue identidad a esos Estados modernos exige la conservación, catalogación, estudio o interpretación de todos estos bienes culturales que van desde los edificios y monumentos hasta las manifestaciones del arte popular".
Sostiene que en México, en los últimos años, no ha habido una política cultural clara, sino "un uso de la cultura para otros fines, pero no una idea clara del papel que la cultura juega en la sociedad". Y cuestiona la división que nuestras leyes sobre patrimonio hacen entre arqueología, historia y arte.
''Es preocupante establecer lo arqueológico como una categoría distinta, aunque aparentemente prioritaria, revelaría que lo arqueológico está al margen de lo histórico y lo artístico y parecería establecer la idea, al no ser ni histórico ni artístico, de que es algo que perdió vigencia o que es un simple bien material susceptible de ser concesionado o mercantilizado. La autogestión de patrimonio debe tomar en cuenta aspectos que no sólo los profesionales y técnicos especializados pueden resolver. De la misma manera que las comunidades o ayuntamientos o autoridades culturales de los estados deberán apoyarse siempre en equipos de especialistas, el proyecto de ley debería haberse elaborado siguiendo las recomendaciones de éstos y no bajo presiones políticas y económicas."
Afirma Gali que la complejidad que presenta en todo el mundo la protección, conservación y restauración de los bienes culturales exige un tratamiento riguroso, profesional y especializado por encima de intereses coyunturales. Las respuestas o las reacciones que ha generado la propuesta de ley pueden verse como algo positivo. Esto indica que el tema del patrimonio cultural es una preocupación prioritaria en la sociedad mexicana y que estamos conscientes de su trascendencia. Demuestra que en México hay una conciencia arraigada de esos temas, y eso es bueno".